jueves, 28 de febrero de 2013

Marc



El señor Márquez enseñando al público la manera correcta de tomar las curvas de derechas, primando la velocidad de paso en vez de perder el tiempo derrapando. Algunos decían que eso no se podía hacer con las motoGP...

MUAHAHAHAHAHAHAHAHAHAHAHA

No veo el momento de que empiece el Mundial!!!!

miércoles, 27 de febrero de 2013

TT 2011 review

Un poco más de este asunto, que no se me olvida, está por ahí dentro, en mi cabeza, en algún recoveco, y periódicamente sale a flota como para recordarme que hay que ir, que tengo que ir. Que iré.


martes, 26 de febrero de 2013

trail ruso

Estos rusos, sin duda, eso que beben cada dos por tres en el video les provoca locura colectiva...
El video es genial, de lo mejor que he visto últimamente, se lo pasan teta, es una flipada curiosa: una ruta de 4000 km, de los que 1400 son offroad, en 15 días.
Pasen y vean, no tiene desperdicio:


domingo, 24 de febrero de 2013

Aquiles

Imagina a un rey que librara sus batallas: sería un espectáculo.



Aquiles humilla a un niño, a un rey y destroza a un gran guerrero. Todo en 2 minutos...

IDS

Intelligent Depower System, así es como Cabrinha  bautizó hace unos años a su sistema de "suelta rápida". Desde los inicios del pandorguismo, la cuestión de la seguridad ha ido yendo a más, por motivos obvios, ya que cientos de accidentes (algunos con terrible final) dieron la fama que aún hoy día tiene a esta actividad tan bonita como peligrosa.

Cada fabricante de cometas tiene su propio sistema de salvamento, de despotenciación total del aparato. Unos son más acertados, y otros menos, y es paradójico que las denominaciones a veces dan miedo "sistema suicida" se llama uno, "sin vuelta atrás" otro... Con nombres así, la verdad, se le quitan a uno las ganas de usarlas.

Luego encontramos los problemas del relanzamiento (operación o maniobra para regresar la cometa al aire de nuevo después de haber caído), mejor o peor logrados según el diseño de ciertas partes del elemento volador.

Mis cometas son de la marca Cabrinha. Las compré en un principio porque fue las que me ofreció el "hombre que susurra a las cometas", mi maestro o gurú del viento. Yo era un neófito total (y en gran medida lo sigo siendo...), y cogí lo que me puso delante. Después he comprobado que son cometas caras, pero muy muy buenas por ciertas características únicas que no explicaré aquí ahora para no aburrirles en demasía. Una de esas, que sí viene al caso para la historia que narraré en unos instantes, es el sistema de seguridad: el antes referido IDS, abreviatura producto de márquetin, que viene a ser algo así como "sistema inteligente de desponteciación". La verdad es que el sistema es bueno, para muchos es el mejor. Yo no puedo juzgar porque no he probado otro, pero sí he observado y estudiado los otros sistemas y realmente el IDS me parece el más lógico, fiable, verdaderamente eficaz, y además sencillo. Se trata de activar un mecanismo que deja a la cometa unida sólo por las líneas centrales, las que van al borde de ataque, de modo que es imposible que contenga algún resto de potencia. La cometa caerá, si es que no ha caído antes por alguna otra circunstancia, y se colocará en una posición exenta de todo peligro, reacciones asesinas, tirones, etc. Todo ello sin riesgo de romper nada, y fácilmente colocable de nuevo en su estado previo para poder relanzarla rápidamente si se quiere.

El viernes se cumplió la previsión, y después de mucho tiempo volvió a soplar viento del Oeste, incluso del Suroeste, que es con el que yo aprendí y el más típico aquí. Pero nada de los suaves y predecibles vientos térmicos que soplan desde la primavera hasta finales del verano, no. Es el viento producto de una borrasca, por lo que es fuerte, y racheado, y sube y baja a capricho, e incluso puede rolar de golpe y porrazo a Norte, lo que es algo peligroso porque en caso de algún problema te llevaría mar adentro. Y eso no mola.

Pues salí de casa sobre las 16 horas con todo en el maletero (regla número 7, por decir un número: si se tiene, se lleva), y con todo me refiero a las dos cometas que tengo, una de 12 metros y otra de 9. Vi en la red que en ese momento el viento soplaba entre 25 y 30 nudos, que es bastante. Eso es lo máximo con lo que yo he navegado, y la verdad es que no es lo ideal para un principiante y menos con olas, y menos racheado. Así que tiré al Caño de la Culata, en El Portil, donde siempre sopla algo menos que en La Canaleta (3 ó 4 nudos por lo menos), y el agua es plana aunque tenga el inconveniente de la corriente del canal. Pero cuando llegué me encuentro que las condicines han cambiado, y la cosa se ha quedado en más o menos la mitad. Bueno, por suerte me traje la pandorga gorda, así que monté la de 12 mientras la playa se llenaba de cometas pequeñas de 9 y 7 metros que en esas nuevas condiciones no podían tirar de sus dueños...
En unos pocos minutos estaba en el agua, entre varios windsurfistas y sólo un par de cometeros más. Más de una hora haciendo largos hasta la barra y probando cosas pero sin hacer tonterías, muy pendiente de las rachas y comprobando dónde soplaba fuerte y dónde no. Intenté navegar toeside pero no era el día: cuando uno está aprendiendo resulta que un día te salen las cosas y al siguiente no, y todo va en porcentajes y cada vez te va saliendo mejor y más veces, hasta que al fin lo controlas. Tiene que ver con la memoria muscular, la capacidad de conexión neuronal, la velocidad de reacción.. vamos, lo que viene siendo la práctica.

El caso es que ya estaba yo un poco cansado. Cuando uno empieza a cambiar de postura, a girar antes de tiempo para dejar descansar la pierna trasera, cuando pierde la concentración y estás a punto de caer al agua, cuando esa olita te coge desprevenido más de una vez... es el momento de salirse y descansar un rato o directamente recoger y dar por finalizada la sesión. Así que me digo "el último largo", y yendo hacia dentro me entra una racha de loco, calculo 25 nudos o asín, y la cometa que me tira lo más grandísimo, algo alucinante. Menos mal que ha sido en agua plana y puedo controlarlo más o menos, despotencio al máximo durante unos segundos que se hacen eternos, apunto con la tabla hacia barlovento al máximo que la fuerza de mis piernas me permiten (diosssss, el muslo izquierdo arde), la cometa se situa en el borde la ventana del viento, y logro frenar el asunto. Buff, doy la vuelta, salgo bien del trance, y me enchufo hacia la playa en un largo de vuelta que lo hago a la velocidad del rayo y ciñendo a tope sin problemas. Reparto bien el peso entre los dos pies, la cometa bien situada casi en el límite de la ventana, bien baja para ayudarme a clavar el canto: el agua que sale despedida me salpica en el pecho, en los brazos, en la cara. ¡¡Velocidad!!.
Me acerco a la orilla, ciño al máximo para frenar y subo lentamente la cometa con el depower al máximo.. y pasó lo que tenía que pasar: entró la racha de las rachas, la madre de todas las rachas. A tres metros de la arena el viento me arrastra, la tabla me derrapa, no puedo con ella, me levanta, me voltea, la cometa cae, la tabla se me desengancha... y todo en la orilla. Menos mal que no hay nadie, pero ni un alma, en la playa. Como puedo salgo del agua con la cometa más o menos controlada pero imposible bajarla de manera estable con esa fuerza de viento. Me arrastra poco a poco por la arena, yo trato de oponerme a ella, la subo al cénit con cuidado, y pienso un poco ¿qué hago ahora? No puedo autoaterrizarla solo, sin ayuda, en estas condiciones de viento, bastante pasado. A mi derecha, a 25 ó 30 metros, otro que también se ha salido y que está en mi misma situación. No hay nadie para ayudarnos a bajar las cometas... salvo tres windsurfistas que juegan en la orilla con un perro y no nos echan ni puñetero caso. Les grito, les hago señales, pero nada. Miran hacia mí pero parece que vieran a un fantasma o que yo fuera transparente. Ni se inmutan. Uno piensa de todo en ese momento.
Al fin pongo la cometa baja, al borde, y suelto el IDS haciéndolo todo como he visto en youtube decenas de veces: y la cometa cae al suelo, se queda sin fuerza y comienzo a recoger las líneas lentamente, con miedo y totalmente inseguro porque es la primera vez que lo hago, y además solo. Culmino la operación con éxito, wow, y ayudo al otro a bajar su cometa. El otro era mucho más novato que yo, aún no sabe ceñir bien y no es capaz de volver al sitio, me confiesa. Estaba muy asustado, más que yo.

Ahora, en frío, y con la suerte de no haber ocurrido ninguna desgracia personal ni consecuencias materiales, quiero creer, quiero pensar, en serio, lo deseo de corazón, que los tres tipos aquellos no me oían, o no se daban cuenta de la situación de peligro. Dejémoslo aquí, por mi parte está olvidado, aunque quizá algún día hablaré de la estupida rivalidad entre windsurfer y kiters. No es ahora el momento.

Lo que he aprendido es que: 1) hay que ser muy vigilante y tener muchísimo cuidado, la racha puede entrar en el momento más inoportuno, y por Ley de Murphy lo hará; 2) intentar estar acompañado siempre por alguien que te pueda/sepa ayudar; y 3) si todo lo demás falla, hay que aprender a ser autosuficiente para estos casos extremos, hay que saber salvarse, aún a costa de perder el material o romper algo, porque la seguridad personal es lo primero. Claro está, hasta que no te pasa algo así, uno no aprende a manejar el IDS, o a recoger la cometa después de matarla. Así ya he aprendido a recuperar mi tabla ganando barlovento cuando la he perdido en una caída en medio del océano, o a recoger la de otro, levantar yo solo la cometa, bajarla en tierra, relanzarla en el agua. Todo ello se hace con la experiencia, no te lo pueden enseñar en un cursillo.

Amén.



Post scriptum: el viernes fue la séptima vez que navegué en lo que llevamos de 2013. La estadística es horrible, y más teniendo en cuenta que lo he hecho todos y cada uno de los días que ha habido viento, incluso haciendo muchos kilómetros en busca del spot adecuado. Siete días de cincuenta y dos arroja un porcentaje nimio del 13'5% de días navegables...

sábado, 23 de febrero de 2013

miércoles, 20 de febrero de 2013

Kona DH 2014: preview

Aunque apartado hace ya unos años del mundo descender y freerider, no he podido evitar que esto me llamara la atención hasta el punto de gritar para mis adentros "What the hell!!!"


Lo anodino hecho bici de descenso, la verdad
Menuda perla se acaba de sacar de la manga la legendaria KONA, marca de bicis camperas donde las haya, de la que me considero el afortunado poseedor de varias de ellas. Es cierto que, de un tiempo a esta parte, el fabricante canadiense ha ido dando palos de ciego, sobre todo con el sistema de suspensión de sus bicis de enduro, y ha ido cambiando las inconfundibles formas de antaño, así como los graciosos y cojonudos nombres que identificaban a los modelos.
Pero es que esto ya es el acabose: uno la ve y no sabe si está ante una Trek, una de las últimas Norco -que también ha ido perdiendo poco a poco su identidad, todo sea dicho-, o una Sepcialized. No me considero un purista en nada, y mucho menos en el tema de las bicis, y no soy realmente talibán seguidor o afin en exclusividad de un fabricante en concreto. Al contrario, pruebo de todo, y la verdad es que me gustan todas. Asimismo, soy consciente de que, sobre todo hoy, un fabricante está para ganar pasta, no para hacer cuadros que entusiasmen a tres o cuatro nostálgicos del diseño ochentero, o a dos exquisitos de los acabados y piezas de calité extraordinaria, no.
Kona, como todos, lo que tiene que hacer es vender, y su producto está ahí. Lleva dos o tres años en la cuerda floja, después del pinchazo de la burbuja del freeride, y ahora trata de ganarse esa parcela que perdió, sobre todo tras la huida de Fabien Barel de sus filas. La prueba son las magníficas bicis de doble suspensión que tiene en catálogo ahora mismo, tanto en 26 como en 29 pulgadas, que son además de buenas máquinas, bonitas de verdad.

Volviendo al prototipo 2014, vemos una parte delantera de fibra de carbono, con la bieleta de la suspensión y la parte trasera -vainas y tirantes- en aluminio. La pipa de la dirección sobredimensionada tiene un ángulo bastante radical de sólo 64 grados, bastante habitual en las antecesoras -Kona Stab, oh que gran máquina-, y presenta algún detalle curioso como esa guía para el cableado totalmente inédita:

Mola tela la chapita de la marca ahí puesta.


Espacio para montar la rueda más gorda del mercado, y magnífico acceso al amortiguador: chapeau!


domingo, 17 de febrero de 2013

los patitos y su mamá

mucho ojo

Atentos a la cara de felicidad al acabar la sesión:

horizonte final

Este es el título de una tremenda película de ciencia ficción de índole terrorífica, en serio. Una vez tuve que dejar de verla cuando iba por la mitad, del acojone que tenía, y terminé el día siguiente a mediodía. Sí, soy así de impresionable.

El final de un horizonte, motociclísticamente hablando, puede estar muy cerca para mí. Hoy he realizado la que puede haber sido la espuela, o la penúltima subida a la sierra con la Minigixxer:

Solitaria ella, única representante del deportivismo en carretera abierta
Una mañana fría, aunque no tanto como la de ayer en bici, y el madrugón correspondiente, han propiciado que no hubiera apenas motociclistas en la N-435, antaño ruta inevitable de los más quemados de las provincias de Huelva, Sevilla, Badajoz y parte de Portugal.
Cientos de accidentes y la masificación de inexpertos moteritos de tres al cuarto en la búsqueda de sensaciones propiciaron en su día la persecución, acoso y derribo, a saco, de los usuarios de este tipo de máquinas. Hoy día, la diezmada raza de pilotos racing se dedican a desfogarse en los circuitos, en un entorno más controlado y exento de "recetas" por parte de la Benemérita... lo que, unido a la galopante crisis, ha hecho que el mundo de las hypersports sea hoy una mera anécdota.
Sí, es raro ver ya a esos locos enfundados en sus monos de cuero de una pieza con las deslizaderas gastadas, tomando el café de rigor en la cafetería a pie de carretera, contando batallitas al más puro estilo "Joe Bar Team", o "Ace Cafe".

Panta rei, todo pasa, decían ya hace tres mil años los clásicos griegos. Efectivamente, lo he podido vivir en mis carnes. Solo me crucé, en el camino de vuelta, con una maxitrail y dos Muebleuves viejunas que iban de paseo. Aún así y todo, fui parado en el cruce de Calañas, a la altura de Los Pinos de Valverde, por los agentes de verde, que me hicieron una inspección general y, previa amenaza de recetarme 80€ para terminar de joderme el ánimo por no considerar que la pegatina de la ITV estuviera en el lugar oportuno, me dejaron ir... Oh, alabado sea el Señor Todopoderoso -The Almighty Lord-, por su infinita misericordia y elevada comprensión. ¡Qué manera de escudriñar los neumáticos, verificar si llevaba el preceptivo catadióptrico trasero, comprobar la legalidad de los intermitentes, verificar la corrección de la póliza del seguro... Lo siguiente puede ser una prueba de ADN in situ para cerciorarse de que yo soy realmente quien digo ser y no un usurpador cualquiera. Me ahorro aquí y ahora los calificativos que merecen estos despreciables fariseos, sepulcros blanqueados de la moralidad sobre ruedas, perros que obedecen a su amo como robots sin conocimiento ni lucidez ni capacidad de discernimiento.

La decisión está prácticamente tomada. Iba a adquirir una trail viejuna de allá el 1990 ó, a los sumo, el 1992, y compaginarla con la GSXR, pero no tiene sentido. En un mundo en que las carreteras están hechas para el más lento y el más torpe, conducir una deportiva es un sinsentido absoluto y puede producir a corto plazo serios daños cerebrales, problemas de personalidad y, sobre todo, una enorme caída de la autoestima que nos suma en la más profunda de las depresiones.
Con una trail puede abrirse un nuevo mundo ante mí, y ya imagino en mi cabeza rutas fantásticas llenas de aventuras y alegrías, lejos de la civilización y, sobre todo, del acecho recaudatorio del gran Leviatán llamado Estado. O eso creo.

sábado, 16 de febrero de 2013

singletrack fury: el flow

Hoy voy a hablar un poco del flow. Tiene que ver con fluir, como el propio vocablo indica, y es un estado de comunión no sólo entre ciclista y bicicleta, sino también con lo que te rodea: la naturaleza, el ambiente, el clima, el sendero... todo. Cuando uno tiene el flow se nota. Uno lo sabe.
Se puede tardar años en alcanzarlo, y a lo mejor sólo puedes acaraciarlo durante un ratito, y es una sensación maravillosa: todo sale bien, la bici va por donde quieres, el pedaleo es fino, tu cuerpo acompaña los desniveles, las curvas, los pequeños saltos, y todo va enlazado con una continuidad, con fluidez, casi sin esfuerzo.
Hay quien nunca tuvo ni tendrá el flow. Hay quien lo tiene desde sus primeras pedaladas. Pero no crean que el flow es algo exclusivo del bicimontañismo. Otros deportes en los que el acompañamiento del cuerpo y el instrumento es necesario, son proclives a ofrecer momentos sublimes de flow. El más paradigmático es el surf, por supuesto, y es fácil de ver desde fuera quién está en posesión de él y quién es el patoso. Otras modalidades como el snowboard, o el skateboard, pueden asimismo otorgar momentos gloriosos en este aspecto.
Pues anoche dejé preparada la ropa para salir hoy temprano a montar en bici. Esta mañana, sin siquiera ver el tiempo ni nada, y tras un cafelito y una tostada, metí el Escalpelo sin desmontarle la rueda delantera (he descubierto que quitando uno de los asientos traseros de la Touran cabe entera, qué gozada) en el coche, y no ha sido hasta salir del garaje que he podido ver la niebla que había... Da igual, una vez vestido de "romano" y en marcha es difícil volverse atrás. Cuando desembarqué, el termómetro del coche marcaba 6'5º, y la niebla me empañaba las gafas. La tierra estaba ligeramente húmeda, el campo verde. Enseguida se pasó el frío, es lo que tiene mover los grandes grupos musculares durante un rato: producción de calor, consumo de energía, generación de potencia.
Hoy he salido solo, y me he alegrado. He ido al ritmo que el cuerpo me ha ido pidiendo, y como hacía un par de semanas o más que no montaba (debido al corte en el talón izquierdo), no he querido forzar más de l la cuenta. Elegí pedalear con cadencia alta, que siempre se lleva mejor con los que estamos regulín de forma física, y ha sido un acierto total. Apenas me he cansado, aunque reconozco que la ruta (más bien paseo) ha sido corta, no ha llegado a 30 km, acuciado por la premura de estar en casa antes de las doce del mediodía por motivos familiares. Y así, ligeramente revolucionado, los kilómetros han ido cayendo con alegría, dando como resultado una media de 18 km/h, lo que me ha alegrado sobremanera. Hacía mucho tiempo que no sacaba una media así. Sin duda, el Bisturí ha tenido mucho que ver, es una bici que me encanta, más cuanto más la uso. Es realmente sorprendente su comportamiento, muy predecible, noble, supermanejable, ligera, eficaz. Funciona de maravilla, y resulta complicado pensar en una bici mejor que ésta... aunque estoy convencido que se hará, tarde o temprano. Pero reconozco que el diseño de la Cannondale está muy currado. Su geometría es perfecta, al menos para mí. El compromiso entre eficacia de pedaleo y el funcionamiento de la suspensión trasera tan particular se adapta perfectamente a mis características y a lo que yo hago con ella. No se le puede pedir más.

Nuevo singletrack descubierto hoy
Ah, sí, el flow. Hoy lo tuve durante casi toda la ruta, incluso me sentí fluyendo en el tramo final de un par de kilómetros de asfalto hasta llegar al coche. Fue una magnífica mañana, y como suele ocurrir, lo que empezó como un día frío y húmedo, desapacible y aciago a priori, ha sido uno de los mejores días montando en bici que recuerdo.
Ojalá pueda escribir cosas así muchas otras veces en el futuro, y ojalá haya haya alguien ahí para leerlas.

urban outlaw

Es posible que ya pusiera esto en su día, ocho meses atrás. O a lo mejor no. A lo mejor simplemente lo vi navegando por la red.
Hoy, por azares de la vida, me he vuelto a encontrar con este trailer de una peli llamada así, Urban outlaw, que yo, la verdad, no veo que sea un delincuente ni nada por el estilo, fuera aparte pisar un poco más de la cuenta en calles solitarias y alguna perdida carretera de curvas...
Este tipo que habla con pinta de pijoflauta o hippyjo, llámenlo como deseen, no equivoquen, es un multimillonario. En euros, eh. Porque vamos, reconocer que después de tener más de 40 porsches 911 por fin ha encontrado el que más le ha gustado siempre, el modelo de 1964, tiene tela. Con esa pinta, seguro que lo para la gendarmería de turno cada dos por tres...

martes, 12 de febrero de 2013

Dominator!!!

Atentos a las pintillas, la solidaridad, el ambiente, los lugares, los lugareños, la "aventura" en igualdad de montura y equipo... ¿Por qué dejó de hacerse el Camel Throphy?
¿Ein?

lunes, 11 de febrero de 2013

Mother of the Beautiful Love!!!!

750cc y dos tiempos, tetra, y además Kawa, ¿qué más se puede pedir?

¿El futuro ya está asquín? ¿Ein?

Los señores de Audi no tienen bastante con controlar Volkswagen, Skoda, Seat, Bentley, Bugatti, Lamborghini, Porsche y Ducati, no. Ahora quieren hacer velocípedos de vanguardia:

fibra de carbono a tutiplén
Un video ilustrativo de materiales e ideas exóticas, un cilista habilidoso y la "limpia" tecnología que nos quieren meter a la fuerza:




Una plegable para andar por la luna... Atención a la transmisión excéntrica:



Otra plegable ciudadana, esta vez con ayuda eléctrica y extraña postura de conducción:

Me gustaría ver cómo hace una frenada de emergencia...
Por último, otro fabricante de autos y motociclestas nos presenta lo que parece ser el futuro -que se empeñan, por narices, en que sean bicis plegables ciudadanas-... por lo menos tienen cierto atractivo, no como las típicas Brompton o Dahon que circulan a miles por ahí y que no hay quien las trague:

BMW. ¿Te gusta pedalear?

Cinema review

El último desafío:
Un Chuache más lamentable que nunca. Un argumento carente de interés y exento de cualquier rastro de originalidad. Unos secundarios más secundarios que nunca, y ello incluye a un patético Forest Withaker entre otros. Y para colmo, la peli no se salva ni por las chicas, que parece que están buenas pero no sólo se intuye, ni por el malo, que es bastante poco malo, no infunde miedo ni respeto, y una vez más hace que crea que Noriega tiene uno de los mejores mánagers del mundo, visto lo visto.
La peli no merece tomarse la molestia de levantarse del sofá para ver a qué hora la ponen, no merece la pena ni descargarla violando todas las intenciones partidistas de la Sinde, no merece nada de nada. Simplemente incalificable.

El lado bueno de las cosas:
Contrapunto gracioso, tema simpático, personajes extravagantes, historia de amor de por medio y multitud de situaciones descojonantes y a veces sorpresivas. Todo ello es el cocktail que se nos ofrece en este filme agradable de ver, imposible no pasar un buen rato con su visionado. De Niro está aceptable a pesar de hacer siempre el mismo papel, y todos en general están en su sitio, proporcionando una historia creíble a la par que un poco bipolar, y lo digo con primeras y con segundas... Véanla, les gustará. Un siete como mínimo.

El vuelo:
Una vez más, Denzel nos obsequia con una retrato suyo. El papel le va que ni pintado, y la elección de su persona para la interpretación del señor piloto borrachucio que salva, gracias a su incomparable pericia y sangre fría -a pesar de ir puesto hasta arriba de alcohol, porros y coca-, la vida de 96 personas, es perfecta.
De nuevo Washington da la sensación de que no actúa, de que él es así. No sé si porque en verdad es realemente así, o que clava el personaje. Sea como fuere, el solo hecho de crearme tal incertidumbre es suficiente para considerarlo un actor excepcional, un primus inter pares, que devora el celuloide prácticamente anulando a todos los demás a su alrededor. La película es larga, siguiendo la tónica general y la tendencia del siglo XXI en este aspecto, pero se deja ver bien. Y es larga para meternos en la piel del personaje, en su lucha interna y externa contra los acontecimientos que se le vienen encima, en el dilema moral, en la decadencia física, en el amor que perdió y el que encontró... todo eso y más es lo que encontrará en poco más de dos horas el que tenga la suerte de poder ver esta buena obra filmatográfica.
Un 7'5.

domingo, 10 de febrero de 2013

sábado, 9 de febrero de 2013

un sábado cualquiera

El día empezaba bien, despertándome cuando mi biología a tenido a bien hacerlo, por sí misma, sin prisa. Era temprano, antes de las 9, los demás descansaban aún.
Hace meses que no daba un paseo en mi destechable, de modo que decidí ir a ver a unos amigos a las tandas de motos en Monteblanco, pero dando un rodeo para pasar por un par de mis habituales tramos de curvas.
Disculpen que no les muestre cuáles son esas maravillosas carreteras, pero nunca se sabe quién lee esto, ni con qué intenciones...
De todos modos, una toma paisajística nunca viene mal:


Un día esplendido, una de esas mañanas invernales a pleno sol, ideales para disfrutar de la conducción por recónditas vías. Sólo un par de grupos de incívicos ciclistas invadiendo toda la anchura de la carretera -increíble, pero cierto-, algunos cazadores con sus carritos llenos de perros ansiosos, y tres patrullas de la Benemérita para que no nos desmadremos en demasía, han sido la única compañía humana que he avistado en todo el recorrido.

Una vez en el circuito de La Palma del Condado, rápidamente encuentro a Pedrito y su gloriosa RSVR, junto a la que me he inmortalizado mientras le cambiaban las gomas:

Es preciosa. Con permiso de la Panigale de alquiler que había por allí, lo más bonito del lugar.
Cierto ambiente en los boxes, se palpaban los nervios, aunque la verdad es que se veía mucho novato... La tanda de los rápidos prácticamente vacía. La de los medios y los lentos a rebosar, incluso Aprilia 125 2T!!
Ya apenas miro las hi-sport, mis ojos se giraban hacia engendros varios:

Café racer neo retro sobre base de XJ900
Yamaha Diversion 600 "aligerada"
Me causa satisfacción y cierta alegría ver esas gloriosas máquinas en una segunda oportunidad dando alegrías a sus dueños.
Hay gente para todo, es cierto, como los que estaban dando vueltas al trazado con sus GS1200, DL1000Strom, y VFR750, y el placer de ver evolucionar a cosas como ésta no tiene precio:

Siempre me ha gustado esa Muebleuwe!!
En fin, no nos queremos torturar más, con que tranquilamente emprendo el camino de vuelta, lo mismo en plan cupé:


Lo mismo en plan techumbreless:


Son los mejores días del año para disfrutar de la ausencia de protección superior, sin duda.

cita:

“Los dos partidos que se han concordado para turnarse pacíficamente en el Poder son dos manadas de hombres que no aspiran más que a pastar en el presupuesto. Carecen de ideales, ningún fin elevado los mueve; no mejorarán en lo más mínimo las condiciones de vida de esta infeliz raza, pobrísima y analfabeta. Pasarán unos tras otros dejando todo como hoy se halla, y llevarán a España a un estado de consunción que, de fijo, ha de acabar en muerte. No acometerán ni el problema religioso, ni el económico, ni el educativo; no harán más que burocracia pura, caciquismo, estéril trabajo de recomendaciones, favores a los amigotes, legislar sin ninguna eficacia práctica, y adelante con los farolitos… “

Benito Pérez Galdós, reflejando la España del turnismo de finales del s. XIX en Episodios Nacionales, Episodio 46 - Cánovas (1912)

viernes, 8 de febrero de 2013

Persiguiendo Mavericks

Brenda y Frosty, sobre Jay:
- ¿No entiendes, verdad?
- ¿Qué?
- Jay toda su vida te ha admirado. No te das cuenta de lo mucho que te necesita.
- ¿Quieres que le enseñe a montar esa ola? ¡Es un niño! No entiendo qué quieres.
- Jay de todas formas lo hará.¿Lo entiendes? Ni la muerte lo detendrá. Como a tí...


En otro momento, Brenda, su esposa, le dice a Frosty: "No todos ven el Mundo con tus ojos, tienes que tener paciencia".

Brenda y Jay, sobre Frosty:
- ¿No sufres demasiado?
- No, sufre más él.
- ¿De veras?
- A veces, cuando en la vida te han pasado muchas cosas, te vuelves muy severo contigo mismo.
- ¿De veras tienes quince?

Y durante más de media película, la trama se va desarrollando como una peli más sobre surfers, el veterano que enseña al novato, alguna pequeña historia de amor adolescente, los traumas de uno y otro por un padre que no estuvo allí... Pero sucede algo, algo totalmente inesperado -al menos yo no lo esperaba de ninguna de las maneras-, y se produce un giro importante. A partir de ahí hay algunos momentos interesantes emotivamente hablando. No quiero hacer un spoiler de esta breve review, pero sólo resta decirles que Chasing Mavericks no es una peli de surf al uso, ni por los actores, ni por la historia -o historias-, ni por las especiales olas de que se trata.

Es la historia de un proceso, de una metamorfosis, de un camino. Porque, como casi siempre, el camino es lo que importa. El camino.

Post scriptum: a destacar la banda sonora, con perlas tan maravillosas como los temazos de Butthole Surfers -atención al nombre del grupo!!!- o los legendarios Dinosaur Junior.

jueves, 7 de febrero de 2013

el maldito spot secreto, no tan secreto

Con viento Norte y marea alta, hay sólo un par de sitios o tres para practicar kite en las cercanías. En la charca que se forma en Isla Cristina ya he navegado otras dos veces, y esta última vez, la sexta de este año, es la vez que más me he divertido... hasta que hubo un agujero de viento y se cayó la cometa.
Me fue imposible relanzarla de nuevo, y tuve que arrastrarla hasta la orilla.
El fondo es cenagoso, y oculta bajo el fino lodo todo tipo de conchas, hostiones, restos de cañas ribereñas y elementos cortantes afines. Aprovechando que me cubría por la rodilla pude hacer acopio de fuerza y traccionaba clavando los pies, hundiéndolos en ese barro, inclinándome contra un viento racheado que se obstinaba en ponérmelo todo en contra.
Por fin, soltando el sistema de salvamento, dejé la cometa sin fuerza y pude alcanzarla para sacarla con tranquilidad, lo que causó un enorme embrollo con las líneas. Es el precio a pagar por tener un sistema que puede salvar tu vida...
Una vez en casa me entretuve durante más de una hora en desliar la desordenada madeja en que se había convertido la barra, y procedí a reafirmar las consecuencias que tuvieron lugar en mis pies:

casi 4 mm de profundidad
las de los dedos son las más molestas
tuve que raspar bien a fondo para extraer los restos de barro del interior

el corte del meñique fue el último que descubrí, tiene su miga
Sitios procedentes de cauces fluviales, en los que los cambios de marea crean una flora y fauna un poco especial, con cieno que oculta esas afiladas trampas, son los que trataré de evitar a toda costa a partir de ahora, y los dejaré, como dice un colega, para cuando el mono sea muy grande. No merece la pena llevarse un disgusto por una hora o dos de cometeo en agua plana, la verdad.

lunes, 4 de febrero de 2013

domingo, 3 de febrero de 2013

70 nudos=>120 km/h

Esto se llama Red Bull Storm Chase:

Imagen

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cita:

cita:

The most terrifying fact about the universe is not that it is hostile, but that it is indifferent.

Stanley Kubrick

cita:

cuida tu cabello

rideyourbike:

taeblog:

The lack of shifter cables bothers me intensely.

my first thought too.

The terribly photoshopped hair is what I noticed first.

sábado, 2 de febrero de 2013

Summit

Versión más avanzada de la Klunky, con algunos cambios. El más apreciable es la eliminación de las punteras deslizantes, a favor de unas más básicas y simples punteras horizontales, en pro de facilitar la producción final. Esta solución me obliga a usar una rueda trasera con cierre por tuercas si quiero montar singlespeed, pero no es tan malo después de todo: ya estuve así hace mucho con la Specialized P2, y hace mucho más con las BMX de la preadolescencia...

El objeto en cuestión:


More info at: bikecad.ca

Nuevo spot

Una de las cosas más desesperantes y a la vez atractivas de los deportes náuticos es que no puedes practicarlos siempre que quieres. Es desesperante porque a veces pasas demasiado tiempo esperando a que las condiciones se den. Es atractivo porque cuando las condiciones se dan, lo coges con muchas ganas y quieres aprovechar a tope porque no sabes cuándo será la próxima.
Por desgracia, a pesar de vivir junto a la costa, la zona de Huelva no es precisamente la Meca del viento: a partir de la primavera soplan vientos térmicos, suaves, de componente Suroeste o Poniente, ideales para el aprendizaje y la navegación más o menos tranquila; en cuanto pasa el calor, a partir de Octubre más o menos, estamos condenados a esperar alguna borrasca que deje un par de buenos días de viento más o menos fuerte, y con suerte algunos días de viento Norte un poco impracticable, muy racheado y, sobre todo, frío...
De modo que hay que buscarse la vida y aprender los sitios para navegar según las condiciones de viento y marea.
Hoy he estado con el maestro en un spot al que nunca había acudido y la verdad es que le tenía ganas: Isla Canela.
En el extremo más occidentas de la costa andaluza, lindando con Portugal y aprovechando la desembocadura del Guadiana, encontramos esta playa en la que se forman zonas extensas de poca profundidad, más o menos por la rodilla, en las que se puede navegar con Norte cuando la marea está baja. Hoy ha ocurrido tal cosa, y he disfrutado muchísimo. La oportunidad ha sido irrechazable, a pesar de estar cansado por tres días seguidos en la nieve, como ustedes ya saben (o deberían saber).
Nunca he navegado con viento tan racheado y tan fuerte al mismo tiempo, y tal ha sido el ímpetu de Eolo, y sus caprichosas idas y venidas, que he pasado por los siguientes dos trances: una vez, dando la vuelta, en pleno giro ha subido la racha y he salido, literalmente, volando, dejando la tabla pegada al agua, sí, he despegado en sentido vertical un par de metros; en otra ocasión, de repente, ha bajado tanto la fuerza del viento que la cometa se ha caído, carente de la más mínima sustentación. En fin, son cosas que te ocurren en el agua, cosas que te enseñan a estar preparado para todo, y que te curten.
El balance ha sido muy positivo y hemos estado en el agua una hora y media. Yo no me daba cuenta de que estaba agotado, sólo algún cansancio puntual por una postura forzada durante unos segundos, pero al salir y recogerlo todo me he dado cuenta de que abandoné el agua en el momento justo.

Una toma del sitio, cortesía de mi compañero y maestro:


Con la navegada de hoy, ya van cinco este año. El porcentaje de días navegables es ridículo...

freesurfers (II)

El Río es, en la estación de Sierra Nevada, un hito en todo aprendiz de la nieve. Uno empieza, habitualmente, por las pistas más llanas de Borreguiles, y poco a poco va subiendo escalones. Y cuando acaba la jornada, si uno se siente valiente y con técnica suficiente, se lanza por esta pista que une la zona de los bares y cafeterías de arriba con la urbanización de abajo. Y no es que El Río tenga especial dificultad.
En verdad tiene tres puntos más inclinados donde se suelen formar tapones porque los novatos paran a pensárselo un poco, pero es cuestión de bajarlos frenando un poco más y ya está.
Cuando uno lleva tiempo bajando, acaba buscando esas bajadas más radicales, los puntos con más nieve suelta para hacer los giros y que la tabla apoye bien, y las bañeras para dar saltos.
Cuando uno lleva todavía más tiempo bajando, nunca baja por El Río, sólo al final de la jornada, y es preferible irse a otras pistas menos transitadas y con mayor dificultad técnica, pues es esa misma dificultad la que sirve de acicate y espuela para divertirnos y evolucionar.
Todo lo dicho sirve para el esquí y para el snowboard. Aunque yo prefiero el snowboard, por mis orígenes skaters, no desprecio (como otros muchos) al esquí, al que considero un deporte técnico y difícil de hacer bien. A ver si me explico: bajar con unos esquís en los piés no es difícil, cualquiera es capaz de aprender en un fin de semana, igual que con el snowboard. Pero bajar bien, ver a alguien esquiando con estilo, es raro y difícil, exige años de técnica depurada, buen material, condiciones idóneas. Bajar bien con tabla de snow tampoco es fácil porque exige mayor fuerza física y también más resistencia, según mi experiencia con ambas modalidades.
Yo no soy un talibán del snow, como sí lo son otros muchos, pero los más talibanes son, sin duda, los esquiadores. Algo similar ocurre con el windsurf y el kitesurf, pero ese es otro tema tan estéril como éste, y no pienso dedicarle ni una palabra más.
Sea como fuere, a mí me encanta la nieve si es para praticar snowboard, pero confieso que más de dos o tres días ya me harta, y lo malo de estar en una estación de invierno es que no puedes hacer otra cosa...
Me maravilla lo que se ha montado alrededor de todo esto: cómo se ha construido toda una urbanización para explotar los deportes de nieve. Instalar todos esos remontes y máquinas de nieve artificial, y todos los servicios anejos que ello conlleva es algo increíble desde mi punto de vista. Y me parece glorioso que un deporte tan técnico y tan de temporada haya logrado algo así.

Y todo esto para decir "yo estuve allí". No tan sencillo, oh, amigos. Haciendo uso de la aplicación Endomondo para el gayfon, tuve curiosidad por descubrir cuál fuera la velocidad a la que uno puede bajar por El Río, de modo que aquí están los resultados sin trampa ni cartón:



Fue la última bajada después de tres días de nieve. Los resultados son fácilmente mejorables, sobre todo si se me hubiera ocurrido hacerlo el segundo día, que siempre es el mejor para mí. En fin, ahí está. Me servirá para comparar con otra ocasión en la que vuelva a Sierra Nevada.

rancio abolengo

Suzuki Katana un pelín puesta al día

GSX

cita:

Una civilización que deja un número tan grande de sus participantes insatisfechos y los conduce a la revuelta no tiene ni merece la perspectiva de una existencia duradera.

Sigmund Freud

viernes, 1 de febrero de 2013

freesurfers

Perdónenme, oh mis pocos fieles seguidores, por la ausencia reiterada de estos últimos días. Estuve en la nieve, después de dos años, comprobando si aún recordaba cómo surfear la montaña.
Ah, pero eso no se olvida, es como montar en bici, o nadar. ¿Cosas de la memoria muscular? Seguro que algún neurólogo tendrá su apostilla sobre esto, pero la verdad es que no me interesa especialmente.
Lo que me interesa, lo que me gusta, es haber podido disfrutar de las sensaciones, y del rendimiento de mi cuerpo. Terrible el primer día, entonado el segundo, lanzado cuesta abajo cortando la nieve con el romo canto de la tabla de alquiler.
Una gran suerte el haber disfrutado de los tres mejores días de la temporada 2013, sin duda, junto a unos amigos, junto a mi inseparable limitador -cuando se trata de acercarse a la estación de esquí más meridional de Europa-, y con mis dos cuervos, a quienes he aleccionado convenientemente en el arte del surfeo.

No hay muchos pictogramas relativos a esta visita al término municipal de Monachil, pero me ha gustado éste que ahora les presento, y no me pregunten porqué:



Ahí, sentado, justo al lado del remonte, esperando a que mis acompañantes saquen una generosa ventaja para poder disfrutar de mi bajada...

Cambiando de tercio, y en una ofrenda a los dioses del surfeo, si es que tal cosa existe -que me da a mí que va a ser que no...-, especialmente dedicado, una vez más, al nen, el Sergi, aún convaleciente de su fractura de tiba y peroné por culpa de mezclar bicis de descenso con vía pública y calles empinadas con curvas ciegas. Se trata de un corto/documental llamado "Red Code", sobre unos tipos que, convenientemente patrocinados por cierta marca de trajes de neopreno y tal y cual, buscan una determinada ola, una ola brutal, algo sólo para locos. La filmación es magistral, algunas tomas son impresionantes, tanto las del principio mostrando la belleza del fondo del mar -glups-, como las del meollo del asunto deslizándose empujados por esa pared inmensa, ese dragón cabreadísimo, esa masa casi deforme de potencia hecha líquido elemento.