lunes, 11 de febrero de 2013

Cinema review

El último desafío:
Un Chuache más lamentable que nunca. Un argumento carente de interés y exento de cualquier rastro de originalidad. Unos secundarios más secundarios que nunca, y ello incluye a un patético Forest Withaker entre otros. Y para colmo, la peli no se salva ni por las chicas, que parece que están buenas pero no sólo se intuye, ni por el malo, que es bastante poco malo, no infunde miedo ni respeto, y una vez más hace que crea que Noriega tiene uno de los mejores mánagers del mundo, visto lo visto.
La peli no merece tomarse la molestia de levantarse del sofá para ver a qué hora la ponen, no merece la pena ni descargarla violando todas las intenciones partidistas de la Sinde, no merece nada de nada. Simplemente incalificable.

El lado bueno de las cosas:
Contrapunto gracioso, tema simpático, personajes extravagantes, historia de amor de por medio y multitud de situaciones descojonantes y a veces sorpresivas. Todo ello es el cocktail que se nos ofrece en este filme agradable de ver, imposible no pasar un buen rato con su visionado. De Niro está aceptable a pesar de hacer siempre el mismo papel, y todos en general están en su sitio, proporcionando una historia creíble a la par que un poco bipolar, y lo digo con primeras y con segundas... Véanla, les gustará. Un siete como mínimo.

El vuelo:
Una vez más, Denzel nos obsequia con una retrato suyo. El papel le va que ni pintado, y la elección de su persona para la interpretación del señor piloto borrachucio que salva, gracias a su incomparable pericia y sangre fría -a pesar de ir puesto hasta arriba de alcohol, porros y coca-, la vida de 96 personas, es perfecta.
De nuevo Washington da la sensación de que no actúa, de que él es así. No sé si porque en verdad es realemente así, o que clava el personaje. Sea como fuere, el solo hecho de crearme tal incertidumbre es suficiente para considerarlo un actor excepcional, un primus inter pares, que devora el celuloide prácticamente anulando a todos los demás a su alrededor. La película es larga, siguiendo la tónica general y la tendencia del siglo XXI en este aspecto, pero se deja ver bien. Y es larga para meternos en la piel del personaje, en su lucha interna y externa contra los acontecimientos que se le vienen encima, en el dilema moral, en la decadencia física, en el amor que perdió y el que encontró... todo eso y más es lo que encontrará en poco más de dos horas el que tenga la suerte de poder ver esta buena obra filmatográfica.
Un 7'5.

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