jueves, 31 de mayo de 2012

iShot

By Julen

Singletrack fury: senderos a tutiplén

Ruta corta, pero intensa. Al final me ha sorprendido la media, ya que el itinerario ha sido bastante revirado, con muchas frenadas y aceleraciones, algún que otro saltito, varios derrapes y tal y cual. Incluso con una emocionante variante entre eucaliptos y pinos a cierta velocidad, que me ha entusiasmado.
La elegida hoy ha sido la incombustible y genial Santa Cruz Chameleon, estrenando la Revelation XX, una magnífica horquilla de última generación de sólo 1.680 gramos de peso, incluido el eje de 20 mm y el mando remoto para bloquearla.

Ha sido esto:



Un calco de la que hice ayer con Marín, el de la tienda Cannondale, probando la Scalpel, quien me descubrió dos nuevos tramos de sendero secreto y oculto entre la maleza, fantásticos. El mapa mental de singletracks de la zona de Aljaraque-El Portil va aumentando poco a poco. Es bonito eso, ir descubriendo nuevos caminos que hacen extraer lo máximo de nuestro nivel técnico, y ponen al límite a nuestros artefactos con ruedas.
Porque hay que pasarlo bien, hay que divertirse, hay que tener una motivación. De lo contrario, la bici puede convertirse en tu enemigo más atroz. No hay nada peor que tener que montar en bicicleta por obligación, por inercia, por cojones. Eso no.

Grande una vez más

Sí, sólo EL podía decir algo así:

American toys

Freno Avid Elixir R + mando remoto Push Lock XX:



Dirección Chris King mango Sotto Voce + Rock Shox Revelation XX:

El bisturí

Ya avisé, hace unos días, que andaba tras la pista de una Scalpel.
Bien, es harto difícil que una tienda de provincias tenga una unidad de pruebas de semejante artefacto, y más si la provincia es Huelva. Efectivamente, ese modelo de Cannondale no es precisamente una superventas por estos lares, y no creo que sea por una cuestión meramente económica, no. Más bien debe ser un tema cultural. El rollito de las bicis de doble suspensión no se estila, y punto pelota.
El dueño de la tienda me iba a dejar la suya, pero se la robaron hace unos días, lo que viene siendo una putada mayúscula. Los ricos también lloran.
Tiró de fondo de armario y del cajón de sastre, y montó un cuadro suelto que tenía de la temporada pasada, unas ruedas normalitas, transmisión full XTR, y una horquilla Fox que sin duda está lejos de la categoría de la Lefty original de Cannondale, pero que cumple medio dignamente.
La pesé antes de salir, y dio 11'5 kg, lejos del peso de la Scalpel 3, que ronda los 10'3 con pedales -sí, sí, porque hay quien pesa la bici sin los pedales, es estúpido, pero ahí está el dato-.

Al grano.
Para empezar diré que es una bici muy distinta a la Top Fuel. Con la Trek se puede pasear dulcemente, es una bici cómoda y vale para todo. El diseño de la Top Fuel es, si se me permite, más convencional, a pesar de incluir un sistema de suspensión exclusivo... que ahora también usa BH, sin ir más lejos. Al fin y al cabo, y sea como fuere, la Trek funciona como un paralelogramo deformable al uso, y el hecho de que el pivote trasero se localize en el eje de la rueda afecta únicamente a tener un buen comportamiento en el momento de frenar, que no es lo que uno hace mayormente con una bici de rally. Punto a favor de Trek es, sin duda, es la tecnología de fabricación en fibra de carbono. Pionera en tales lides, sus cuadaros OCLV son de lo mejor, pero no sé porqué no son más ligeros: una doble de rally en esa gama de precio no puede pesar más de once kilos, cuando la competencia, por mil euros menos, se queda justo en los 10 kg.
Pero hoy iba a hablar de la Scalpel. Vale, esta burra es indudablemente más racing, claramente enfocada a correr, y de eso uno se da cuenta en la primera bajada rota que se atreva a enchufarse: cuanto más rápido vayas, mejor se comportará su sistema de suspensión. Es algo genial.
Uno llanea rápido porque la bici invita a ello, es ligera, y sus geometrías son las que son: está hecha para correr. Aún así, es curioso, porque Cannondale ha conseguido que tenga una cierta agilidad en caminos revirados, pero también una estabilidad impecable cuando la velocidad aumenta en línea recta bajando.
Su suspensión trasera tiene como principal particularidad la ausencia de pivotes, es decir, que trabaja por flexión calculada en ciertos puntos de las vainas y tirantes. A esto se le llama "softail", y no es nuevo, no, hay varios ejemplos de bicis clásicas que eran así, y hoy día hay fabricantes minoritarios que lo siguen usando en cuadros de titanio -que permite más elasticidad que el aluminio y el acero- con cortísimos recorridos de dos o cuatro centímetros. Ahora, con la llegada de la fibra de carbono, un mundo nuevo se abre frente a los diseñadores de cuadros, y los de Cannondale han hecho muy bien su trabajo, pues no sólo han extraído 8 cm de recorrido a una softail, sino que han construido el cuadro de doble suspensión más ligero del mercado, sólo 1.550 gramos con amortiguador. Por eso le resulta tan fácil hacer una bici ligera.
Pero es que, además la bici funciona de puta madre.
Al principio era raro, absorbía un poco, sí, pero no era el colchón que supone rodar sobre la Top Fuel. Esto no es malo per se, pues como contrapartida pedalea más eficientemente. No nos engañemos: salvo bloqueo total, TODOS los sistemas de suspensión contaminan el pedaleo y nos roban energía. Pero no todos los sistemas lo hacen en igual medida, tienen sus pros y contras. Y como cada uno tiene un culo, pues no a todos los ciclistas le mola lo mismo.
La Scalpel, el escalpelo, es un verdadero bisturí que se desliza justo por donde quieres que vaya, corta el sendero espectacularmente, avanza al ritmo que imponen tus piernas, y cuando la cosa se pone rápida y cuesta abajo es cuando sale su lado oscuro, una capacidad de absorción difícil de atisbar cuando uno comprueba lo dura que está la suspensión en parado. Increíblemente, cuando he parado, he podido comprobar que sólo he usado la mitad del recorrido... el potencial del bisturí es grande, y regulando el amortiguador preveo que se pueden hacer cosas espectaculares.

La fotoprueba del paseo:

Insinúo que hiede... pero es una broma. La foto buena es la siguiente.

Ahora sí: es una bici OK total, aún con la vulgar Fox puesta ahí delante.
La seriedad de mi semblante en la segunda retrataúra, no es más que el reflejo de una profunda inquietud. Ahora viene lo peor de todo: elegir. Tengo que elegir entre comprar o no una nueva bici, y en caso afirmativo debo decantarme. Cada una tiene sus ventajas, pero también sus incovenientes, el dilema está servido, y aunque de esta entrada se pudiera extraer que estoy entusiasmado con la Cannondale, la Trek también me gustó mucho, no puede no gustarte, pero son bicis diferentes en su concepto.

miércoles, 30 de mayo de 2012

Lume shot

SBDX001 Marinemaster:

martes, 29 de mayo de 2012

cita:

'La vida cobra sentido cuando se hace de ella una aspiración a no renunciar a nada.'

José Ortega y Gasset

lunes, 28 de mayo de 2012

Watch talk: el Marinemaster

También conocido como el "Grand Seiko Diver'', el 6159-7001 fue un modelo de 300 metros de Seiko y estaba equipado con un movimiento automático Seiko Hi Beat 6159A y un bisel indexado. Se fabridó entre 1968 y 1970.
El calibre 6159A a 36.000 bph (10 hertzios, o sea, da diez saltitos por segundo, lo que significa que visualmente parece que el segundero se desliza continuamente), se podia cargar manualmente,y tenia ajuste rapido de fecha.
Pero estas características las tenían muchos relojes que montaban dicha mecánica. Lo que hacía al 6159 de buceo realmente especial era que su movimiento estaba encerrado en una caja de acero inoxidable resistente al agua al que podia accederse desde la parte delantera, tras desmontar el bisel y el cristal.
A eso se le llama "caja monobloque", en su día sólo algunos pocos fabricantes hicieron algo así de especializado, y el ejemplo más claro ha sido, sin duda, el legendario Omega Ploprof 600. Pero de ese a lo mejor hablo otro día.

Trasera de la caja monobloque. Nótese la ausencia de tapa roscada, el grosor sobredimensionado de los pasadores, y la corona que se "mete" en el cuerpo de la caja para protegerse. También se aprecia el biselado o sesgado que lo hace muy cómodo en la muñeca.

El 6159 fue uno de los primeros relojes de buce de 300 metros, lo que los hacía "profesionales". En su día, este era el Seiko más caro, y se vendía al mismo precio que un Rolex Submariner de la época.
Aunque superior en muchos aspectos al Rolex (que sólo aseguraba su estanqueidad hasta 200 metros, por ejemplo), la puntilla para este reloj vino cuando la misma Rolex desarrolló su modelo 1665 poco después, con 610 metros de resistencia.
De todos modos, el Seiko no debe ser subestimado. Fabricado en sólido acero inoxidable, su caja de una pieza era muy grande y gruesa, más que el Sea Dweller, pero no tanto como el Ploprof.

Indices y agujas en oro, esfera resistente a la corrosión: detalles pro.
En el 2005 Seiko puso a la venta una reedición de esta joya, llamada Marinemaster 300. No es el reloj más profesional que tiene Seiko para bucear, para eso están los "Tuna", como varios modelos de diferentes mecánicas y resistentes hasta los 1.000 metros.
El Marine master es una verdadera herramienta, un instrumento perfectamente válido para condiciones duras de trabajo bajo el agua. Pero quiere añadir algo más. Aparte del autohomenaje al 6159 de 40 años atrás, algunos consideran a este Seiko toda una declaración de principios.
Equipado con una joya por calibre, el 8L35, que montan sus hermanos mayores de la gama Grand Seiko, es una mecánica que tiene una gran perfección. Por encima de ella sólo está la tecnología híbrida Spring Drive, de lo que tampoco hablaré hoy, y quizá nunca lo haga.
La búsqueda y captura de un Marinemaster es harto árdua en Hispanistán, ya que este relor no se vende aquí, ni en Europa hasta hace poco. Hoy día ya empieza tímidamente a entrar la gama alta de Seiko en el mercado occidental, y puede adquirirse en algunas boutiques de Francia, Reino Unido y algún otro sitio de centroeuropa.
El principal problema para comprar un Seiko de estos es que el pensamiento habitual suele ser "no me gasto esa cantidad de euros en un Seiko ni loco, para eso me voy a un Omega o un Rolex".
Sí, el Marinemaster no es un reloc barato, ni mucho menos (aunque todo depende de lo que consideremos caro o barato, claro está).

Unos pictogramas para ilustrar este tocho de entrada con mi Marinemaster:

Fiel al diseño de su antecesor, sin duda.

Caja de una pieza: imponente y acojonante. Perfecta.

Detalle de la extensión para traje de buceo, que remata un brazalete cojonudo. El del Rolex Submariner parece de juguete a su lado.
Post scriptum: Hace unos días, durante la romería de El Rocío, coincidí con unos Omegamaníacos, que exhibían sin pudor, uno su Speedmaster (precioso, y además su mujer, que está buenísima dicho sea de paso, tenía otro igual pero tamaño lady), y el otro un Planet Ocean (que, tengo que aclarar, es una pieza que nunca me ha llamado la atención). La comparación con el Planet no debió ocurrir jamás, supuestamente juegan en ligas diferentes... o no tanto. Hay quien paga cuatro mil euros por uno de esos, incluso más según diámetros, materiales y calibres coaxiales de por medio. Pues el nota me lo quería cambiar a pelo.
Joder, el Planet Ocean parecía un reloj barato y débil a su lado. Podría haber sido más delicado en esta apreciación que acabo de hacer, pero es la verdadera impresión que nos causó a los tres.
Por supuesto, le dije que ni de coña.

Surf + bikini

El verano ya está a la vuelta de la esquina!!!

Pero qué

Me pasa a menudo, miro a mi alrededor y pienso:

miércoles, 23 de mayo de 2012

lunes, 21 de mayo de 2012

harder, better, faster, stronger

Web apps make you – harder, better, faster, stronger…













Después de diez días, hoy me he sentido fuerte, mejor, más rápido, más duro. Una vez más.
Tal leit motiv, "harder, better, faster, stronger", resulta ser el título de una canción de los franceses de "Daft Punk", lo que ha venido al pelo para adornar esta entrada.
Me he dicho, tras este horrendo fin de semana de caótico pronóstico metereológico, que ha traído loca a mi biónica extremidad inferior izquierda, que podríamos probar.
Ya a las seis de la mañana he probado a salir de la cama con miedo, he bajado las escaleras con precaución, he tomado la preceptiva ducha con un tono ya más relajado. La jornada laboral ha transcurrido sin sobresaltos, apaciblemente. Tan es así que después de almorzar he vuelto a la oficina a estar poco más de dos horas.
Una visita al señor J.A. Marín para concertar una prueba de la Scalpel para el miércoles, y he llegado tan contento a casa que no he dudado en encajarme el maillot y hacer un test de comprobación del estado de la cosa, ya saben a qué me refiero...
Lo que iban a ser tres o cuatro km se han convertido en, calculando a ojo de buen cubero -ya he hecho esa "ruta" otras veces-, unos ocho km a buen ritmito. Resultado muy favorable. Soy áltamente felic.
El miércoles cataré la Scalpel, sin duda.

domingo, 20 de mayo de 2012

grande

Sólo EL podría decir algo así:

contrarreloj

Top Fuel

Trek Top Fuel 9.8:


Cedida galante y gratuitamente por unos días por la Trek Concept Store de Sevilla, para la cata y apreciación de cualidades y/o defectos del objeto en cuestión. Una pena que no haya dispuesto de más tiempo para plantear una prueba más en profundidad, y que esté lesionado y no pueda exprimirla como se merece.
No obstante, ya me he hecho una idea del concepto de bicicleta, y observo que, con sus peculiaridades estéticas y el extraño montaje que lleva, es un velocípedo altamente contradictorio. Y paso a explicar un poco más en detalle estas afirmaciones que pueden, por supuesto, no corresponderse con la realidad de otras personas, realidad que a mí, por supuesto, me la trae al pairo.
- No entiendo porqué monta una potencia invertida sobre un montón de arandelas.
- No entiendo la curva del tubo del sillín.
- No entiendo porqué llevando bielas, mandos de cambio, derailleur trasero, todo ello Shimano XT, y unos mandos remotos para bloquear ambas suspensiones muy molones, al mismo tiempo nos baja el nivel con unos vulgares frenos SLX. Que no digo que no frenen, al revés, frenan un huevo y parte del otro, y tienen un tacto magnífico, pero están fuera de lugar en este montaje.
- No entiendo la regulación de la horquilla para un tipo de 100 kg de peso, como mínimo. Vale, eso no es un defecto intrínseco del diseño de la bici, pero es que quien la monta habitualmente es más o menos como yo, incluso más ligero. Lo que ganaría en comodidad, incluso en seguridad, con su reglaje adecuado...
- Suponiendo que es una bici de cross-country, encontré los ángulos bastante relajados, sobre todo el tubo del sillín muy tumbado que deja un postura rara para pedalear. Quizá es un error llevar una tija retrasada en este cuadro, aunque es algo que depende también de las medidas corporales de cada uno.
- El ángulo de la dirección es abierto para lo que se estila en la categoría. Esto no es malo. Tampoco es bueno. A mí me mola, la verdad, y en un par de bajaditas que hice me dio seguridad y un manejo bastante previsible y fácil.
- La suspensión trasera no va mal del todo. Se mueve algo al pedalear, lo que es inevitable, todas las bicis con suspensión lo hacen. No alcanzo a vislumbrar las ventajas del sistema de amortiguador "flotante" de Trek, en conjunción con el ABP. El ABP aporta la única ventaja de independizar las reacciones del freno trasero frente al funcionamiento de la suspensión... cosa que en una bici de este tipo pocas veces vamos a experimentar. Se mueve poco porque tiene poco recorrido y porque tiene un amortiguador Fox fabricado especialmente para ella.  Recuerdo que probé en su día una Trek Remedy, bici que me entusiasmó, eficaz en el pedaleo teniendo en cuenta su generoso recorrido, muy rígida y ligera. En cambio, la Top Fuel no es especialmente ligera a pesar de su tecnología de construcción -pesa en torno a un kilo más que su competencia más directa, lo que en este rango de bicis es un mundo, en serio-, y su eficacia pedaleando está claramente condicionada por el amortiguador -tampoco es un defecto importante, ya que hoy día el 95% de las bicis son así-.

En resumen, una bici de rally o más bien de maratón, pero menos, o sea, que la veo apta para casi todo, para el bicimontañismo de toda la vida. No es un modelo radical, y quizá si lo pensamos con los pies en la tierra sea más adecuado para los mortales aficionados que otras bicis enfocadas más claramente a lo racing.

miércoles, 16 de mayo de 2012

martes, 15 de mayo de 2012

El debate

Me debato.
Sí, quiero dar el paso de disfrutar de una cross-country doble.
Nunca tuve ninguna, y ya he tenido o tengo casi de todo. Pero ahora es el momento, mejor que ningún otro para mí, de poseer y disfrutar de una de estas máquinas, velocípedos afilados y ligeros, construidos y diseñados con la velocidad y la eficacia en mente.
Más allá de las concesiones estéticas y el diseño exterior, su finalidad es la que es, y en sus cuadros, indudablemente, el fin hace a la forma. Casi todo en la competición sigue esa máxima ingenieril. No obstante, muchos son los fabricantes que ofrecen artefactos ganadores, pero sólo dos podrían colmar mis apetencias a priori:

Cannondale Scalpel
Trek Top Fuel
Amas bicis son americanas, construidas en fibra de carbono, y ahí acaban sus similitudes. Estoy a la espera de probarlas, que tengo tal posibilidad y hay que hacer uso de ella pues no se tratá de inversión venial, sino grave.
Sin duda, me hago mayor, y con la edad quiero pensar que no es que cambien los gustos, sino que estos se hacen más diversos.
Joder, ¿qué voy a hacer? ¡si es que me gustan todas!

Sofía y sus amigos

Observo una situación, cuando menos, curiosa, curiosísima.
Yo no soy empresario, nunca lo he sido, aunque bien es cierto que no lo descarto en el futuro a pesar de las cortapisas, las trabas, los valladares, y los agravios comparativos.
Y es que la comparación es inevitable, claro.
Hace un par de años, con el espinoso asunto del rescate de la banca, ya salió el tema un poco a la palestra. Más tarde surgieron otras cuestiones horribles desde el punto de vista del que, como yo, odie estas entidades financieras con base política y supuesta acción social -lo peor-, como el sonado caso CAM.
Ahora, con la huída de Rodrigo de Bankia -claro, le han bajado el sueldo de tres millones a seiscientos mil euros, y eso no hay quien lo aguante...-, y la "amenaza" de la intervención estatal con la consiguiente inyección de millones de euros, el asunto se vuelve recalcitrante.
Vale, partamos de la base de que un banco está para hacer negocio y que, obviamente, como todo negociante, hace sus tratos con quiere -o puede-, y en las condiciones que considere oportunas teniendo en cuenta quién es la otra parte y la coyuntura del momento. O sea, no se puede obligar a un banco a prestar dinero, como no se puede obligar al panadero a vender pan a la fuerza a tal o cual persona, o aun fontanero que te arregle tus cañerías si no le interesa el precio que le ofreces, o si tiene dudas fundadas de que no va a recibir su contraprestación en dinero.
Surgen entonces las cajas de ahorro, con función social, para que los que no pueden acceder a los bancos tengan una forma de financiarse... y eso lo dirige con más o menos acierto una serie de señores puestos a dedo por los poderes políticos. Con eso está ya todo dicho.
Pasó lo que tenía que pasar, y es que no se pagan los préstamos o créditos, y encima se suma el despilfarro en financiación de dudosa calidad derivada de la actividad política de sus mandamases, plasmada en aeropuertos sin aviones, líneas férreas inútiles, estadios deportivos... la lista es interminable.
El caso es que ahora hay inyectar pasta en Bankia para que no sucumba, para evitar su quiebra. Lo que me trae a la cabeza dos cuestiones fundamentales:
1º.- Unos ocho mil quinientos millones de euros -sí, 8.500.000.000 €- equivalen, teniendo en cuenta la población española, a unos ciento setenta y siete millones de euros -177.000.000 €- por español. Es como si cada español, niño o anciano, parado o trabajando, mujer u hombre, inmigrante legal o ilegal, de derechas o de izquierdas, pusiera de su bolsillo 177 millones de euros para prestárselo a Bankia, y ahora siéntese a esperar a que se lo devuelva, porque si no se lo devuelve en tiempo y forma no pasa nada. Y si ningún español ha aportado ni aportará jamás en toda su vida esa increíble suma, ¿de dónde salen los 8.500 millones de euros? Se lo prestan al Estado otros bancos, otros estados extranjeros, fondos de la UE, o los chinos, vaya usted a saber, con lo que no pagaremos esos 8.500 millones de euros, pero de los gigantescos intereses estén bien seguros que no nos vamos a escapar.
Suma y sigue.
2º.- ¿Por qué no quiebra y punto y sanseacabó? ¿Ein? Yo, si fuera empresario, estaría absolutamente indignado con el gobierno. Resulta que los indignaditos del 15M no están ni la quincuagésima parte de lo indignado que están la mayoría de los empresarios del país.
Les diré porqué no quiebran los bancos: porque el Estado, ese Leviatán todopoderoso, ese Dios inaccesible e implacable -que ni es justo ni misericordioso-, no lo permitiría jamás.
Un banquero nunca suspende pagos ni quiebra, aunque esto nunca ha sido así. Hubo una época en que algunos bancos quebraron, dejando tras de sí las normales consecuencias de un proceso así.
Pero claro hay que entender porqué no lo hace hoy. Hay que comprender que la banca hace su negocio con el dinero de los demás, con el producto del ahorro de terceros, nunca con el suyo. Por eso, para un banquero, la quiebra es mala ya que desaparece un medio de sustento, un negocio, pero no pierde mucho, la verdad, salvo la autoestima -si la tuviera o valorara-, y el honor -ídem de ídem-.
Según las normas y reglas del libre mercado, ¿qué pasaría con el dinero que los ahorradores tenían depositado en la entidad bancaria si ésta quiebra? Lo perderían por haber confiado en un inexperto, un incompetente, un caradura, o una mezcla de los tres.
Llega ahora un aspecto social del sistema bancario, impuesto por el Leviatán que interviene así en el mercado alterando sus características, y dice que hay que proteger al depositante que nada sabe de apuntes contables y negocios financieros, un Juan Español cualquiera que sólo sabe las cuatro reglas y su única lectura de vez en cuando es el Marca -si hay liga o Tour de France, si no, no-. Para ello se creó el Fondo de Garantía de Depósitos que lo cubren los banqueros en función de unas cuotas proporcionales y garantiza los depósitos hasta un límite de 100.000 euros por persona -o depósito, o cuenta en banco, da igual-.
Digo yo, "si hay un fondo que garantiza el ahorro del 95% de los depositantes, poco le importará a un banco que se encuentre mal el quebrar, ya que no le sostiene la fuerza moral de no querer arruinar y arrastrar al abismo a los que en él confiaron". Ja. Ja, ja.
Ja, ja, ja.
No es al banco a quien le importa, sino al Estado, o al sistema. A Europa, a Occidente, al Euro, al Dólar.
Porque si un banco quiebra en la situación actual, la falta de confianza se traslada automáticamente y por asociación, a todos los demás bancos y al Estado en el que opera. La prima de riesgo se catapultaría no a la Luna, sino a Plutón, nadie nos dejaría dinero, nadie confiaría en España, sería el acabóse.
Por tanto, tenemos aquí un caso especial. El banquero no es un empresario al uso, es un tipo hibrido, un ser que ha surgido de la más absoluta libertad de mercado, y la pregona y defiende cuando le interesa, pues es en la competencia y en el servicio, la oferta que hace a sus clientes, su imagen, su seguridad transmitida, todo eso es lo que vende a sus clientes... pero cuando le interesa, acepta la ayuda del Estado a quien por principios debe rechazar. Repugnante. Y mientras el Estado -que somos todos, pues se está hablando de usar el dinero de nuestros impuestos y de endeudarnos con vete a saber quien ni por cuánto tiempo- ayuda a unos hijos de puta que no han sabido o querido llevar bien su negocio, otros, los que sí hacen sus deberes, tienen que ver que su esfuerzo se recompensa así, con la ayuda a sus "enemigos", a sus rivales.
EL HORROR.


Hago un llamamiento a la cordura, nos tenemos que dar cuenta de las cosas, joder. Nosotros, los Juan Español de a pie no somos fuertes, pero somos millones. Sin todos y cada uno de nosotros no son nada, ni los bancos ni el Estado. Es una vergüenza ver cómo se gestionan estas cosas que son tan importantes sin darnos ningún tipo de explicación. Ninguna justificación.
Dejen que quiebre Bankia, a tomar por donde amarga el pepino. Los depositantes de las cajas de ahorros que lo forman recuperarán su dinero antes o después, pero no se puede sostener lo insostenible.
Es posible que haga falta un golpe fuerte, un puñetazo en la mesa de alguien que diga "hasta aquí" y se acabó. Con la quiebra y desaparación de un grande, los demás se atarán bien los machos y verán que el horno no está para bollos. Quizá es la espuela que hace falta para hacer correr a este caballo llamado España, como la bofetada que hace entrar en razón a un niño malcriado que berreaba sin razón.
Joder, hostia, ya.

Post scriptum: leo el artículo de Luis Solana hoy en El Periódico, y no he podido evitar hacer esta entrada por alusiones. El silencio de economistas de reputado prestigio, académicos, diputados, políticos de uno y otro signo -más empeñados en repartirse los despojos de aquello en lo que se va convirtiendo este país que en otra cosa, sin tener amplitud de miras, sin ver más allá de sus narices-, periodistas, think tanks, y filósofos, el silencio de todos ellos es tan abrumador como sospechoso. Yo, que me tengo por un filósofo en constante evolución autodidacta, tenía que responder. Lo he hecho.

domingo, 13 de mayo de 2012

Singletrack fury + reborn: tenía que pasar

Antes o después, ya me lo advirtieron, me pasaría algo así.
Joder, joder, joder. Pero uno es duro y cabezota. Y como todo va bien, pues hala, cada vez un poco más.
Ya los romanos decían aquello de "citius, altius, fortius",  y hoy día, dos milenios y pico más tarde, seguimos en lo mismo, y es que, si algunos no pensáramos así, ¿qué sería del progreso, qué de la evolución, qué de la mejora, del avance?
Jueves por la tarde. Día de calor, el día más caluros del año por ahora, unos 28º cuando salía de mi casa más o menos a las 17:45. Con el Camelback repleto de agua con una pastillita de sales disuelta, y mi Hei Hei por única compañera, me dispongo a realizar una ruta de entre 55 y 60 km. Hay horas de luz por delante, me siento bien, no me planteo batir ningún récord, pero la verdad es que la cosa iba bastante fluida.
En un momento dado, paro a hacerme esta autofoto:
Vaya pinta extraña que tengo... debe ser por el ángulo del gaifón, colocado en el suelo sujeto con una ramita!
Lleva unos veinte km, y me encontraba de puta madre, todo perfecto. Calor, pero bien, las piernas empujaban como nunca, uno de esos momentos que sientes que verdaderamente avanzas, que podrías hacer cien kilómetros sin despeinarte -en el caso de que tuviera cabello para ello, claro-.
Como nota y aviso a navegantes, hace tres o cuatro semanas cambién las cubiertas a la Kona, le puse unas Schwalbe -vaya usted a saber cómo coño se pronuncia ello- Racing Ralph. No sé quién fuera el tal Ralph, pero lo que sí estoy seguro es de que no curveaba mucho, o no en un terreno como el que yo frecuento...
Un par de sustos en la última salida ya me puso en estado de alerta, y el mismo jueves ya casi besé el suelo unos minutos antes, percance que con mi habilidad y pericia natural pude subsanar on the fly.
También iba estrenando pedales que, siguiendo la tónica habitual, había apretado los muellecitos porque de serie suelen venir demasiado blandos para mi gusto, y como yo me enchufo cuesta abajo, si no los aprieto bien, se salen de las calas.
Pues pasó lo que tenía que pasar. Mi padre me lo dice a veces: "niño, no te encumbres, no te confíes".
Bajada enchufada con curva ciega y, ¿qué creen que había tras la curva ciega en bajada? Un reguero nuevo nunca visto antes ahí por causa de las últimas lluvias. Rueda delanera deslizando + pedal durísimo de desenganchar = hostiazo asegurado, con tan mala suerte que choco directamente, con todo el peso del cuerpo más el de la kona enganchada aún a mi pie izquierdo, justo en la cicatriz de 10 cm que cubre el foco de la fractura del fémur. Fue violento, tanto, tanto, que reboté y me lanzó hacia el otro lado y quedé tirado en medio de un terraplén, fuera del camino, con la bici reliada entre las piernas por encima del nivel de mi cabeza.
EL HORROR. EL PÁNICO. Fueron unos momentos horribles, y debo reconocerlo aquí y ahora. Pasé unos primero segundos que para mi se han quedado. La pierna no respondía, no podía moverla, el dolor era conocido, me recordó automática y directamente a la habitación 320 del Virgen del Rocío. No quería ni mirar el culotte, llegué a pensar que se me había salido algún tornillo, el clavo, o que me había vuelto a romper el fémuro o la cadera.
IMPRESIONANTE.
Imaginen el pastel: las pulsaciones a unos 180, sudando a lo bestia, y creo que hasta chillaba. Eso sí, en ningún momento me entraron ganas de llorar. Últimamente me he vuelto un poco estoico, siempre lo he sido.
En fin, poco a poco fui recobrando la compostura, pude moverme lentamente, tanteando, la movilidad volvió a la pierna, el dolor se intensificó. Tenía polvo, arena, sudor, un poco de sangre en antebrazos y pantorrillas... Nada fuera de lo normal en una caida de ciclomontañista.
Pensé "vamos a calmarnos, descansas un poco, aflojas los pedales, revisas la bici y bebes un poco del camel". Y al rato reinicié la marcha, pero enseguida me percaté de que todo se había truncado. La pierna izquierda no podía ejercer la más mínima fuerza sin que un fuerte dolor se apoderara de la unión de la pierna con el resto de mi cuerpo.
De modo que fui poquito a poco, despacio, hasta la carretera más cercana -menos mal que estaba cerca-, llamé al limitador para que me recogiera, y a sufrir en silencio.
Aquí tienen un mapita con la la ruta que hice:

En el kilómetro 22 fue el incidente. Justo antes del 24 es la gasolinera de El Rompido. Alrededor del 25 está el faro, y casi en el 27 paré definitivamente a esperar la asistencia.
Ya se pueden imaginar la bronca que me tocó soporta, a todas luces injusta y humillante hacia mi persona.

En casa me tomé inmediatamente un ibuprofeno de 600 miligramos, y otro más antes de dormir, a pesar de lo cual no pude dormir por culpa del dolor. Tuve que retomar una muleta porque no podía ni caminar. En serio, retrocedí ocho o nueve meses.
El limitador me recomendó que no fuera a trabajar... no puedo dejar de ir, Espe, eso sería rendirme, doblegarme, es una cuestión personal, mental, filosófica. Pero ella no entiende, o no quiere entender, o no me quiere entender. Me da igual. Yo soy yo, ella no es yo, no está dentro de mí y no sabe lo que siento, ni lo que he sentido, ni lo que soy o seré capaz de sentir. Ella me complementa, y quiero creer que yo a ella también, y por ese simple hecho lo nuestro funciona. Quiero creerlo.
Tuve que ir en coche al curro, que está a setecientos metros de mi casa, porque no podía caminar.
A las tres de la tarde, cuando llegué a casa, ya había tomado una decisión. Almorcé y fuí a la clínica a que me hicieran unas Rx. Más que nada para calmarme, porque yo imaginaba que nada estaba roto... pero siempre es mejor asegurarse y que me vea un facultativo.

Emulsión en negativo de la pierna, en posición lateral y frontal, que como buenamente he podido colocar en un ventanal de mi casa para que se pueda ver, les ofrezco aquí y ahora como prueba fehaciente de que, como me dijo el doctor, "eso no hay quien lo rompa, en serio, te tendía que llevar por delante un mercancias o algo así":



En resumen: fortísima contusión, machacamiento de tejidos adyacentes, inflamación y dolor. Se me pasará en unos días.
Bien.
Bien.
Bien.

Post scriptum: ya he adquirido un neumático nuevo para ponerlo en la Kona. Estoy deseando probarlo.

miércoles, 9 de mayo de 2012

martes, 8 de mayo de 2012

Rodando: la recompensa.

Un ligero rrrrrrrrrrrrrrrrrrrrr mezclado con un más leve aún ffffffffffffffffff. Algunos clack, choc, cracracrac.
De repente, giro en esa curva y me encuentro de frente ese muro de viento de Poniente que me está haciendo imposible esta salida en la flaca.
Sí, el suave girar de las roldanas del desviador trasero arrastradas por la cadena, el deslizar giratorio de los tubulares sobre el asfalto, piedrecillas en el arcén de la carretera que crujen bajo mis ruedas.

Orbitando el planeta pedalier, gira que gira, manteniendo la cadencia justa, el ritmo adecuado, sincronizando automáticamente la respiración... Un ciclista atípico, sin computadora que monitorice la velocidad, la cadencia o las pulsaciones. Debo ser un loco, entreno por sensaciones.
Los años te enseñan a saber cuando relajarte o cuando puedes apretar un poco más. Aprendes a dosificar las fuerzas, a valorar tus posibilidades.
Y en medio de todo esto, la soledad.
Hoy, mientras me agachaba para oponer menos resistencia al viento, pensaba en no pensar, lo que me ha llevado indirectamente a una especie de meditación cuasiyóguica, lo cual mola.


Mi Otero de acero de la vieja escuela, con mandos de cambio en el tubo diagonal y cassette de seis piñones no me lo ha puesto fácil. Pocos desarrollos para elegir y un peso alejado de los estándares actuales son una putada, aunque tengan el encanto de lo bisoño, la verdad.
Pero es lo que hay, no vale de nada quejarse cuando yo ya sabía lo que me iba a enfrentar.
Ha sido muy diferente a la salida de ayer domingo, por la zona del río Piedras, un tramo de enduro que me gusta mucho, después de haber llovido bastante el sábado.
El terreno está ávido de humedad, y lo ha chupado todo rápidamente. Algunos charcos aislados que han servido para poner el punto de sal en ese plato de primera categoría cocinado para mi disfrute junto a mi querida Enduro SX Trail:


Joder, lo bien que va... y yo pensando en darle puerta por algo más moderno, más evolucionado. Es cierto que no es especialmente ligera -aunque sus 13'70 kg no están nada mal para el tipo de bici que es-, pero su eficacia de pedaleo es claramente discutible. Luego, claro, cuando llega la hora de ir a favor de la gravedad, la cosa cambia, y cuantas más piedras y raíces, mejor. Aún hoy hay pocas bicis que traguen tanto como ella, y eso que no lleva el amortiguador más adecuado para esos menesteres.

Típico sendero en Cartaya, durante kilómetros y kilómetros
Y de repente vi, a unos cien metros, entre el follaje, ese sotobosque repleto de arbustos oleaginosos y pinos invasores que nunca deberían haber estado allí, dos seres pertenecientes al sitio, habitantes sin dueño, libres hasta que alguien les quite lo único que prácticamente tienen, su propia vida. Creí que eran un par de cabras, pero descarté la posibilidad al apreciar la elgancia de sus movimientos y su tamaño: un par de ciervos, o de ciervas, que iban de paseo. No me vieron, o al menos no miraron en mi dirección. Se fueron tal como vinieron, un par de saltos, gracil y etérea marcha, como si no pesaran nada. Bello.
Acostumbro a ver conejos, perdices, alguna comadreja o bicho similar, pero nunca había visto unos ciervos por aquí.
Ha sido el remate de una ruta fantástica, también en soledad, pensando, disfrutando, parando a veces simplemente para escuchar algún trino, o para no escuchar nada. Fue la recompensa del esfuerzo, el premio divino.

Volviendo al paseo de hoy, he tratado de alejarme de lo habitual cuando cojo la flaca, que suele ser llegar hasta El Rompido y volver por el otro lado, la carretera de Malpica, bien en un sentido o en el otro. Hoy seguí la pista forestal hasta enlazar con la carretera del "canal de abastecimiento a la zona industrial", cuando llega a la carretera de Huelva a Ayamonte, la tomo hacia la derecha y luego la salida en dirección Aljaraque por Los Pinos, esa carreterita sinuosa que pasa por la venta Pakún y llega hasta Aljaraque, Bellavista, Corrales, y por fin llego al puente donde por fin tengo el viento a favor, pero voy tan cansado que casi no soy capaz de mover el plato grande.

Mapa del paseo:



Lo cierto es que llegué sano y salvo, que es lo que importa. No me gusta rodar por carretera y hoy he hecho media ruta por carretera nacional... pero la verdad es que, curiosamente, no he sentido miedo en ningún momento. Supongo que estaría dándole vueltas a unas y otras cosas, y cagándome en la puta madre de Eolo, por ejemplo.

Mi estado cuando llegué a casa:



No hace mucho, en un foro que frecuento sobre coches deportivos, se llegó a la conclusión de que si después de una salida en bici no te sentías así, significaba que no había merecido mucho la pena.

lunes, 7 de mayo de 2012

Objetivismo

He tardado algunos meses en terminar de leer la obra cumbre de Ayn Rand: "La rebelión de Atlas". Y ha sido así por varios motivos. En primer lugar es la novela más larga de la literatura universal, quitando a La Biblia...
Además, el único formato en que me fue posible adquirirla consistía en un libro de encuadernación rústica de más de 1.200 páginas en papel fino y letra minúscula.
Para que se hagan una idea, es más larga que la trilogía entera de El Señor de los Anillos más El Hobbit. Claro, si no leyeron en su día a Tolkien, esto les dirá más bien poco -yo lo hice con dieciséis años-.
Aparte de ser una novela magistral, rayana en la ciencia ficción, una distopía -lo contrario a una utopía, o sea, es como una representación de un mundo basado en un sistema que se derrumba, que no funciona, como ocurriera en otras obras clásicas de la ciencia ficción como Farenheit 451, o 1984, por ejemplo-, el contenido filosófico es tan grande, tan voluminoso, que algunos pasajes se hacen duros, pero maravillosos a la vez.
Ayn Rand aprovecha su obra máxima para mostrar y dejar para la posteridad todo un catálogo de sus ideas, que conforman en conjunto la corriente denominada objetivismo. Pero no sólo las defiente -a sus ideas-, sino que machaca a todas aquellas que se le enfrentan, demuestra la invalidez de sus rivales, y predijo con casi cincuenta años de adelanto el caos social y económico que vivimos hoy en Occidente.
No es tan fácil de leer como la también magnífica El Manantial, que me introdujo en la ideología randiana, pero la trama está tan bien realizada, la caracterización de los múltiples personajes tan lograda, el retrato de la situación social, todo es tan real que parece escrita ayer mismo.
Yendo al apartado filosófico, bueno, como casi todo en filosofía se puede estar de acuerdo o no, ciertamente. Yo lo estoy, aunque encuentro la postura de Ayn un poco extrema a veces. En general comulgo con ella, ya está bien de tanto colectivismo hipócrita, refugio de parásitos y vagos. Hay que dar un golpe en la mesa, denunciar esa aberración destinada a defender a la mayoría improductiva en detrimento de la minoría que realmente hace progresar a la sociedad.
Pero es complicado, los vagos, los caraduras, son más numerosos, siempre lo han sido. Y está ese Leviatán, ese Estado todopoderoso que, en nombre del bienestar de una mayoría se dedica a esquilmar recursos, a robar a la fuerza, a exprimir a quienes realmente les están sacando las castañas del fuego. Pues ya saben lo que puede pasar... si quieren saber el final lean el libro. Tardarán mucho, pero no será en absoluto una pérdida de tiempo porque aprenderán muchas cosas como yo las he aprendido, y si ya las sabían no duden en que sus pensamientos, sus sospechas, se verán reafirmadas y comprobarán cómo, curiosa y extrañamente, hay más gente que piensa como usted.
Un 9'5 sobre 10 para La rebelión de Atlas.

sábado, 5 de mayo de 2012

Specialized Evo

La marca norteamericana nos presenta en este video a sus dos modelos Evo: una Enduro y la Stumpjumper, pilotadas por dos fieras bajando por una preciosa montaña de las que no hay por aquí...


 
Puramente fantástico!!!
¿Debo dar el paso y retirar a mi Enduro SX Trail? Todo por ahorrar unos gramos y llevar un sistema de suspensión más moderno, más eficaz. Pero ¿será cierto o es mero marquetin que nos quiere vender lo que realmente no necesitamos?
Daremos alguna oportunidad más a mi bici del 2007. Y es que cinco años es una enormidad en el desarrollo del diseño bicicleteril...

Watch talk: Tektite

Meses de espera al fin han dado su fruto.
Esta pieza horológica, extraida de la mente de dos grandísimos aficionados a los relojes para submarinismo, Pablo y Ana, de Málaga, ha llegado a mi muñeca izquierda esta semana.
Pagada poco a poco, sin enterarme, poseo una pieza numerada de una serie de 200 unidades que se han repartido a lo largo y ancho del planeta, para aficionados a este tipo de brutales elementos guardatiempos.
Señoras y señoritas, con ustedes el Crepas Tektite:

Aquí con una correa Nato, una de las tres que vienen en la dotación.
El bicho es un elemento serio, no es reloj para viejos. Su diámetro de 45 mm, con una altura total de 18 mm, lo harán difícil de llevar en invierno con camisa, pullover y chaquetas varias. Bueno, es un bajo tributo que estoy dispuesto a pagar por disfrutar del tacto y solidez de el reloc en cuestión.
En esta toma pueden hacerse una idea del volumen general:


Como dato curioso, el bisel giratorio en ambos sentidos en un rango de 120 posiciones, tiene un sistema de seguridad para accionarlo para que no se mueva accidentalmente.
En su línea de homenajear modelos míticos, Crepas nos ofrece en este caso una versión modernizada del Certina DS500, reloj de dotación del equipo en el proyecto Tektite:  un proyecto conjunto de la Nasa, el Departamento de Interior de EE.UU. y la Marina en colaboración con General Electric para estudiar el comportamiento del cuerpo humano durante largos periodos de tiempo bajo el agua. Fue en 1970, y el DS500 era tenido por entonces como el reloj sumergible mejor construido.
Yo no me atreveré a afirmar lo mismo del Crepas, porque es algo difícil de asegurar hoy día con tantos fabricantes, grandes y pequeños, que dedican mucho esfuerzo e investigación para desarrollar tremendas piezas que nadie va a sumergir más allá de los 30 metros de profundidad.
Por eso, uno se extraña con esa extraña manía u obsesión por fabricar relores que, como éste de hoy, pueden aguantar más de ¡2000 metros! Sin duda, parece que ello influye en su masmolismo: a más profundidad que pueda aguantar, es más guay.
El Tektite está bien hecho, con materiales de primera como el acero tallado CNC de calidad 316L -que es lo común en este tipo de relores, sólo se desmarca Rolex y algún otro-, zafiro con tratamiento antirreflejos, otra vez zafiro para el bisel, y un corazón suizo ETAsa 2824-2 en acabado Top, que suele funcionar en parámetros COSC de puntualidad.
La trasera, como nos tiene acostumbrado Crepas, es muy bonita, con bajorrelieve del logo de la marca:


A pesar de lo enorme de la pieza, es verdaderamente llevadero -salvando el detalle de las camisas ajustadas en los puños-, por tener una distancia entre asas bastante corta proporcionalmente hablando. Quedará bien en cualquier muñeca que se atreva a vestirlo.

Finalmente, como no podía ser de otro modo, y tras esta larga perorata que a pocos habrá importado, les dejó con una emulsión positivada del objeto en cuestión tomada con falta de luminosidad, a los efectos de notar su espectacular Superluminova C3 en agujas, índices y bisel:

miércoles, 2 de mayo de 2012

El oso de Muchachada Nui

¿Por qué? ¿De qué depende? Acaso fuera sencillamente química orgánica, no lo sé, recibí una somera educación en letras.
Hormonas, proteinas, vitaminas, aminoácidos. Y pasamos a la compleja psique, esa olvidada, esa poderosa arma. Ahora arriba, luego abajo, sin motivo aparente.

Y ahora, escuchando música por mis auriculares mientras paseo por aquí y por allá en la cada vez más escueta red de anchura mundial, por no ser distraído con una tonta peli en la caja ídem, de repente he sido alcanzado, inadvertidamente, suddenly, por un tremendo ánimo, un casi irrefrenable poder, una atroz sensación de querer subir un puerto de montaña con la flaca.
Hace un mes que no la toco. A la flaca, digo.
No se puede enfadar, es un simple objeto inanimado, no soy de esos que otorga a las cosas y objetos de la más variada índole características propias de los seres humanos, eso es una estupidez.
A pesar de todo, y posiblemente ninguno de los que lea esto que ahora escribo me crea, soy un total desapegado. Lo material es para mí un medio, nunca un fin.

Una pena que sea noche cerrada, haya mucha humedad y algo de fresco, y tenga un resfriado latente del que no soy capaz de deshacerme, pertinaz como la crisis. Un paseo nocturno es algo bello, deseable, reconfortante, y normalmente incomprensible para los demás. Pues mejor.
Y es que debo ser un outsider, un crossover, como el oso de Muchachada Nui.

Arte ¿cool?

the-world-today:

by Peter Saville.







Aquilatando (II)

La dirección la tenía guardada desde hace año y medio. La horquilla llegó ayer. Aproveché el tirón y le hice un lifting a la Camaleón. Me encanta el contraste de color del cuadro con la Cristo Rey, y esa Rock Shox Revelation XX está como nueva, en serio, he flipado cuando la saqué de la caja. Buenos acabados, peso inmejorable, y aparentemente -hasta que le haga la pertinente prueba de campo- buen funcionamiento.

Before

After
Con el cambio de horquilla-tenedor (fork), le he robado más de 500 gramos de peso. No está mal, y lo afirmo con total objetividad.

martes, 1 de mayo de 2012

photo

Pozí

Gran verdad, sí:

5 combates que se libran en la mente masculina… [ver completa aquí]
Por Mel, en El Jueves, http://www.eljueves.es/

Series report: Juego de Tronos

Después de visionar durante el verano toda la primera temporada, la cual se me hizo corta y me tuvo enganchado desde prácticamente el primer minuto, he estado esperando como agua de Mayo -nunca mejor dicho-, el comienzo de la segunda.
El primer episodio, no obstante, ha sido un poco decepcionante, demasiado continuista, no ha aportado absolutamente nada nuevo a la historia, el aburrimiento ha sido en mí, y por no salir, no han salido ni dos buenas tetas salvo la penosa escena de la casa de lenocinio en la que ensayaban un par de putas de cara al show futuro...


Ya les hablé de ella hace pocos meses, pero adelantándome a los acontecimientos quería escribir de nuevo sobre ello. Témome que esta temporada y las siguientes -si los productores se atreven, claro-, pueden ser un bluff.
Esta serie está basada en unos libros que en el círculo de la "ciencia ficción medieval" con magia, dragones, guerras y castillos, ha tenido cierto éxito internacional. Yo, he de reconocerlo, jamás oí hablar de ella hasta que empecé a ver la serie, inculto que viene siendo uno...
Pero he de reconocer que tiene sus cosas buenas, como el tratamiento que se da a los personajes, que son muchos. Todos tienen su historia, sus motivaciones, y la serie profundiza bastante en ellos, en todos.
Cada situación se toma, por tanto, desde varios puntos de vista, como mínimo dos, lo que hace tener una visión global del asunto, y ayuda un poco a mantenerse objetivo, desde fuera, no queriendo tomar partido o posicionarse del lado de nadie.
Yo, lógicamente, soy humano y tengo mis favoritos. No me duelen prendas admitir que tuve un tremendo bajón el episodio en que murió el marido salvaje de la princesa Daneris, hija del Rey Loco -no sé realmente como se escribe, paso de buscarlo y quien quiera que tire de wiki-:

Todo un icono gay
En fins, una pena.
Le daré un poco de carrete al tema, para ver cómo evoluciona.