lunes, 29 de noviembre de 2010

cita:

"yeah brother, it's the fuckin' indian but not the arrow!"

Palabra de Schley, te alabamos señor.

Pero es que hay que ver la de cienes y cienes de veces que he dicho yo eso... es castellano, claro, pero es lo mismo.

domingo, 28 de noviembre de 2010

American toys

Por extensión, con este título voy a ir poniendo pequeñas cosas, detalles, curiosidades del diseño. Hoy le toca a mi querido cuadro K2 Zed, igualito al que tenía Marga Fullana, varias veces campeona de España y cinco veces campeona del mundo:ici

Tiene ya cinco años, y yo le he dado bastante tralla. He hecho con él descenso con ruedas de 2'5 y horquilla de 130, cross country, enduro y hasta calle saltando escalones. Y lo compré de segunda mano...
En la foto se observa el refuerzo para las tensiones del freno, y las punteras forjadas. Mención aparte merece la pinza de freno Hope, que no precisa de adaptador y se ancla directamente al cuadro. Dicha pinza es mecanizada directamente de un bloque de aluminio, no fundida en dos mitades y atornilladas posteriormente como las comunes y vulgares pinzas de otras marcas conocidas y de escaso prestigio para mí.

Singletrack fury

Otro día magnífico, aunque menos. Me explicaré: hoy no tenía coche para llegar a mi punto de partida, por lo que he tenido que hacer nueve km de ida, y otros tantos de vuelta, por el infame carril bici que une Huelva con la playa de La Bota. Lo peor. Como siempre he tenido que lidiar con todo tipo de transeuntes ineducados, perros asquerosos a su libre albedrío descuidados por sus estúpidos dueños, pescadores chulos de puta, y un tapón formado por curiosos que cotilleaban el accidente de un ciclista... Imaginen todo eso elevado a la enésima potencia por ser hoy domingo y hacer un día espléndido después de dos días de lluvia incesante y frio glacial.

No obstante, una vez alejado de los caminos más transitados, encuentro el nirvana en esos singletracks recónditos, senderos elegidos para escogidos del enduro light, del disfrute del derrape, del deslizar con control. Paré aquí para tomar un buen polvorón o mantecado, elemento con el que sustituyo en esta época del año a las barritas energéticas:

Puentecito para que los senderistas de mierda no se mojen los pies con un charquito que vadea.

domingo, 21 de noviembre de 2010

Toooooooma ya!!!

Singletrack fury

Ayer fue un día regular. Lo único bueno fue que almorzé con toda mi familia, lo que significa charlas con mi padre y su nuevo destino, estuve un buen rato con mi madre, y casi constantemente rodeado de montones de niños... El viaje fue lluvioso a la ida, y nocturno a la vuelta, un aburrimiento total, y encima, además, con mi esposa diciéndome una y otra vez que no corriera tanto. A partir de hoy, me referiré a ella aquí como el "limitador".
La tarde prácticamente perdida, aunque me pude dedicar a hacer algo que nunca había hecho. A pesar de haber radiado ya un par de ruedas desde cero, y cambiado tres o cuatro aros, nunca me había puesto a redondear una rueda. Aunque parezca extraño, es fácil montar una rueda, y centrarla más o menos bien, dentro de unas tolerancias aceptables -que no perfectas-. Pero a veces surge la ovalización, que es un salto vertical en algún punto de la llanta, y me llevó más de cuarenta minutos poner a punto la rueda trasera de mi SS. Pero lo logré con mis escasas herramientas y utilizando mi astucia.
Hoy, primero he dado un magnífico paseo en coche con un par de acompañantes, por primera vez y sin que sirva de precedente -eso sí, cada uno con su auto-:


Bonito bonito bonito el Z4 de Gibri, todo un sleeper el 130i de Pedrito



Nada más llegar a casa, me cambié y me dirigí a mi zona de senderos habitual, donde he disfrutado como niño de teta. Un sol radiante, el suelo en perfectísimo estado después de la lluvia de ayer... bueno, un par de imágenes dirán más:




Como anédota del día, la rueda delantera levantó una rama escondida y mi tibia se encargó de rematarla. También he sufrido una caída, cuando iba totalmente enchufado en un serpenteante y estrecho senderillo, y perdí la rueda delantera por culpa de una película de barro bastante deslizante... pero me levante riéndome como un niño chico. ¡qué manera de disfrutar!

Otra herida de guerra para contar a los nietos


sábado, 20 de noviembre de 2010

Y ahora qué, ¿ein?

Daily picdump

American toys

Sí, yo también puedo ser un fetichista. Aunque ahora me refiero no a los jueguecitos en la cama -que también gustan, oigan-, sino a esa búsqueda de la pieza especial, la que marca la diferencia estética, o de concepto simplemente.
Llámeme rebelde. O freaky. No me ofenderé a estas alturas, desde luego.

Viviendo como vivo en Europa, hay multitud de piezas, objetos varios, algunos artísticos y otros meramente instrumentales pero no menos bellos, cosas de diversa índole que rodean nuestras vidas aunque casi ni nos demos cuenta por su cotidianeidad. Yo intento rodearme de objetos curiosamente diseñados, me gustan, pero el problema es que mi consorte no comparte el valor que los tenderos adjudican a ciertas piezas.
De modo que ahora me circunscribiré a un pequeño ámbito de mi vida, el de las bicis, que me llena de profunda satisfacción. Me gustan las máquinas, practicamente todas, y me encanta desarmarlas y volverlas a armar, comprender su funcionamiento, admirar el diseño, el buen hacer de los ingenieros, la capacidad de inventiva de los genios, y el magistral buen hacer de algunos maestros artesanos. Por supuesto, considero un privilegio poder acceder a determinadas cosas, pero... ¡qué coño! carpe diem y a otra cosa, mariposa.

Dirección Cristo Rey, Pretty and Strong, realmente bonita

Bielas forjadas Race Face y rodamientos de pedalier excéntricos para montar singlespeed

Maneta de freno vaciada Hope, mando pop-lock regulable de Rock Shox


jueves, 18 de noviembre de 2010

Mistake



Hace ya algunos años, mi buen amigo Jul, el hermano que nunca tuve, me hizo notar a modo de reflexión filosófica del día a día, el asunto de las coincidencias. La coincidencia no hay que confundirla con la casualidad. La coincidencia es la mera concurrencia en el espacio y en el tiempo de ciertos hechos.


Desde aquel día vengo observando con más atención este fenómeno, y veo que se repite en mi vida, como se repite, sin duda, en todas vuestras vidas, sólo que algunos estamos más atentos a ello, lo que me ha permitido sacar diversas conclusiones vitales y, sobre todo, tomar algunas decisiones que a la postre han resultado beneficiosas en uno u otro modo para mí.

Pero hoy estoy un poco asustado.

Hoy es uno de esos días en que me he levantado dando vueltas a las cosas, mareando las ideas en mi lenta mente, pero a menudo con ciertas chispas de lucidez. Hechos pasados, de muy lejos, y otros más cercanos, de ayer por la noche, me hacen pensar cosas que puede que sólo existan en mi cabeza… o no. Y como todos los días en la oficina, hasta las nueve o nueve y media, escucho música en mi iPod, hoy tocaba Moby, y su trabajo “Wait for me”. Es un álbum muy personal, de corte sentimental, tranquilo, con temas instrumentales incluso. Y escuchar la canción “Mistake” me ha recordado, inevitablemente, volver a pensar en ello, en ella, en mí, en nosotros.

Más tarde, mientras desayunaba, totalmente ajeno a esta melancolía, leyendo una revista, distraído, relajado, me ha llamado por teléfono, y en el curso de la brevísima e interesada conversación ha vuelto a sonar “Mistake” en mis auriculares. Ha sido increíble, la verdad. No sé el significado de esto, si es que realmente lo tiene. Pero estaré atento no obstante.

miércoles, 17 de noviembre de 2010

Prueba: Lotus Evora y Evora S

Ello, en todo su esplendor metalizado.

Una llamada a deshora, una rápida huida, velocidades indecentes para llegar a tiempo, recibimiento amable en inglés -única lengua válida para relacionarse con Lotus, por supuesto-, un breve briefing, como corresponde, y a rodar acompañado de jóvenes instructores que trataban de hacer más fácil la experiencia.
Como quiera que todo ocurriera en el circuito de Monteblanco, para mí todo fue más gratificante que para los otros probadores, llegados de Alemania, Francia y Gran Bretaña.
El auto en cuestión rompe con lo conocido hasta ahora por parte del fabricante inglés, que siempre se ha caracterizado, de acuerdo con la filosofía de su fundador C. Chapman, por preferir un bajo peso a una potencia demasiado elevada. Por ello sus deportivos siempre han sido más bien pequeños, muy ligeros, manejables, rápidos en las distancias cortas. Hace varios meses ya, quizá un año, probé brevemente un Lotus Exige, precisamente éste mismo:


Tan hortera como eficaz: por tanto, me mola.


Grácilmente cedido por un amiguete, cuyo nombre no citaré para no incumplir la normativa sobre protección de datos. Aquel cochecillo me pareción simplemente genial: era muy ligero, muchísimo, bajo y ancho, aunque quizá demasiado corto para mi gusto. Como iba calzado con semislicks, y tenía difusor trasero, fondo plano, splitter delantero, alerón, arnés, baquets... las sensaciones son de coche de carreras casi. Una dirección ultradirecta, agarre descomunal, potencia suficiente -entre 200 y 220 cv, calculo yo- para mover sus 800 kilillos, frenos fantásticos: todo lo que un aficionado a los tramos perdidos y los trackdays quiere tener en su garaje.

Ahora, Lotus nos presenta un nuevo carro, llamado Evora, con un V6 de 3.5 litros y origen Toyota -Lotus no fabrica motores-, que parece producir unos 276 cv y 350 c/m de par, asociado a un cambio manual de seis velocidades, mientras que el Evora S monta un compresor volumétrico que hace aumentar la potencia hasta unos 345 cv. Se ha querido dar un salto en la calidad del interior, forrando de cuero las puertas, estribos, consola central y salpicadero. Piezas de aluminio aparecen por doquier, el plástico no es una opción dentro de este acogedor cacharro. Los relojes ofrecen mucha información, y los modelos probados llevaban equipos de música y de infotaiment de la marca Alpine, con su navegador y todo. El volante es muy bueno, forrado de cuero, claro, y la palanca de cambio, de aluminio, tiene buena pinta, aunque los recorridos son largos y queda un poco lejos para meter la tercera, quinta y sexta. Los pedales, en cambio, están perfectamente colocados, y el freno y el acelerador muy juntitos para hacer fácilmente el punta-tacón, quien sepa, claro está. A este coche hay que aprender a hacérselo, pues la vida útil de la caja de cambios va en ello: de las cuatro o cinco unidades que probé, sólo en dos de ellas funcionaba bien, y estaban especialmente mal las versiones sobrepotenciadas con el compresor, cuyas marchas a veces se negaban a entrar, o se tardaba mucho en hacer el cambio.
Como dato anecdótico, decir que conduje indisíntamente coches con el volante en su posición normal, y otros con el volante a la derecha, pues estaban matriculados en las islas británicas. Ningún problema con ello, me acostumbré en un par de vueltas al circuito.
Exteriormente no hay mucho que decir, las fotos ya hablan por sí solas: la pintura parece de buena calidad, y las partes susceptibles de sufrir más han sido cubiertas hábilmente con unos vinilos transparentes, cosa que dice mucho de Lotus. Su aspecto en vivo es muy bueno, muy sporty, pero me gustaban más los colores más oscuros y discretos, tipo el azul de la primera foto, y los grises, frente al amarillo -demasiado llamativo- o el rojo -inevitablemente, todos los niños, canis e ignorantes lo confundirán con Ferrari en el semáforo-.



Gama de colores hispánica, sólo para atrevidos.

La calidad y los ajustes son bastante buenos, aunque no a la altura de Porsche -target declarado de Lotus-, por ejemplo: al cerrar la puerta sigue sonando a chapa barata, a lata de cocacola, joder, en un coche que mínimamente equipado en su versión menos potente va a rondar los 100K euracos. Eso no puede ser.
Como opción, se puede pedir con asientos traseros, pero se puede ahorrar la pasta, ya que son absolutamente inútiles.

Pero vayamos a lo que interesa. ¿Cómo va? Es inevitable, para mí, compararlo con mi SLK350, que equipa un motor análogo en potencia y par, aunque el mío tiene un cambio automático 7Gtronic y pesa unos cuarenta o cincuenta kilos más según cifras declaradas por ambos fabricantes. Creo que el dato del peso es simplemente despreciable, no así el asunto del cambio. Lotus ofrece un cambio automático con modo manual y levas en el volante -como el mío, pero de 6 velocidades en vez de 7-, aunque ninguno de los coches que había allí lo tenía. Mi teoría es que sus prestaciones se ven mermadas, pues disminuyen la aceleración y la velocidad punta, y aumenta el consumo. Se trata, pues, de un cambio por convertidor de par de origen Toyota, antiguo en su concepto.
También quiero aclarar que los coches se probaron exclusivamente en circuito, o sea, dándoles bastante caña, apurando hasta casi el corte de encendido, y en esas circunstancias, la verdad, no veo mucha diferencia entre el Evora y el Evora S. Haberla, hayla, pero poca, y desde luego no la que debería entre dos coches con una distancia de 70 cv. Hay más diferencia de efectividad entre llevar montado o no el paquete deportivo, que incluye difusor trasero. He podido comprobar la eficacia de tal invento, y yo, si comprara un Lotus, no podría prescindir de él. También se ofrece, para el Evora "normal", la opción de un cambio más cerrado que incrementa la aceleración.
El reparto de pesos desplaza el centro de gravedad muy hacia atrás, no tanto como en un 911, por ejemplo, pero sí más que los típicos deportivos con motor central que buscan siempre un 50/50. Ello provoca que la dirección sea ágil, y el coche se meta en la curva, en primera instancia, sin dudar y sin subviraje aparente. Como contrapartida, si se duda en mitad de la curva levantando el pie, se nos obsequiará con una cruzada que ayuda a redondear la horquilla... o a salirse de la carretera, jul jul jul jul.
Es un dato a tener en cuenta que los vehículos probados tenían una pieza de la suspensión delantera, el wishbone, cambiado por otra que alteraba la geometría de la dirección, seguramente después de las quejas de las primeras pruebas de que el coche era demasiado subvirador para ser un auténtico deportivo.
Comparado con mi SLK, en cuanto a prestaciones puras no encontré difrerencia, la verdad, pero sí entra en curva mucho mejor el Lotus. Una vez apoyado, se mantienen igual, pero el mercedito es más neutro en el abrir/cerrar gas en mitad del apoyo. Donde sí hay gran diferencia es en los frenos: el equipamiento de Lotus, con pinzas AP Racing, es de primera calidad, potente y dosificable, y con muy buen tacto. A su lado, el del SLK350 no falla en potencia, la verdad, pero sí en tacto y resistencia a la fatiga. Otra gran diferencia es la dirección, mucho más comunicativa en el Lotus, que es un coche más obediente, pero también más nervioso. Sus reacciones son más instantáneas a las solicitaciones del conductor, mientras que en el merche todo está más filtrado. Y por supuesto las suspensiones del Evora son de mayor calidad, y también más duras y mejor regladas, sin por ello hacer que sea un coche incómodo. Vira siempre muy plano, no balancea ni cabecea osensiblemente.


Foto de privilegiados invitados por Lotus

¿Merece la pena pagar lo que se pide por él? Bueno, todo depende de lo que se busque. Sin duda, la marca Lotus, el emblema de la flor de loto, hay que pagarlo. Tienes a cambio unas características constructivas peculiares, con un chasis en aluminio encolado y atornillado, una estética muy muy deportiva, unos buenos acabados en general... pero sus prestaciones no son para tirar cohetes. Un Exige o un Elise lo dejarán rápidamente en evidencia en circuito o tramos ratoneros, y parece ser que, según lo comentado con otros, también lo haría un Cayman. Por la mitad de precio tiene usted un SLK350, un Z4idrive. Por incluso menos puede conducir un Z370 o un Opel GT, coches de propulsión trasera con ciertas cualidades dinámicas que pueden jugar en la misma liga de efectividad. El tiempo dirá si Lotus se ha equivocado lanzando un producto que es muy bello, sí, pero con ciertas carencias de calidad -sonido de la puerta, ainssss-, y problemas mecánicos de importancia.





martes, 16 de noviembre de 2010

qué miedo, joder

Cuando seas mayor como yo, también te tirarás en paraca, ¿vale, cariño?

Paseo monomarcha

Hoy ha tocado montar en mi singlespeed. Una pena que a las 18'30 ya haya caído el sol... así no hay quien disfrute plenamente, hasta la extenuación, como es debido.
Esta temporada quiero hacer algún tipo de ruta, quedada multitudinaria o carrerita con mi querida K2, de modo que tengo que practicar más sobre ella. Para empezar, un par de horitas no es mucho, pero es lo que hay.
Ayer estuvo lloviendo un poquitín, y para mañana da más lluvia todavía, conque la cosa se va poniendo bien, como a mí me gusta.
Una vez más, hice mi camino en soledad. Sí, soy un freak, pero venido a menos, ya que me crucé con al menos tres riders que también iban en solitario.





sábado, 13 de noviembre de 2010

skydiving






Sólo puedo decir que los primeros treinta o cuarenta segundos son lo más flipante. LO MÁS he dicho, eh, que quede bien claro.

lunes, 8 de noviembre de 2010

Cita:

No hay nostalgia peor que añorar lo que nunca jamás sucedió.

domingo, 7 de noviembre de 2010

Brother

Escapada

Hace ahora más de un año, con mi muy querido colega Jul, me aventuré por el enduro de Lepe, por la zona que va rodeando el Embalse de los Machos. Fue una ruta para olvidar, y me sabe mal porque Jul se hace doscientos km, sí, 200, para echar un rato conmigo. Me venía muy bien en aquella época, un poco convulsa para mi ánimo, y creo que él lo sabe.
Fue para olvidar porque habían estado desbrozando y el estado de los senderos era prácticamente impracticable.
Hoy me he aventurado de nuevo por el mismo sitio, haciendo el camino al revés de como siempre lo había lo había hecho, y ha resultado fantástico. Jamás había rodado por allí en mejores condiciones. He echado mucho de menos a mi colega, pero, bueno, hay más días que ollas, y ya llegarán tiempos mejores.
Prueba fehaciente de mi estancia y del insuperable estado del inacabable singletrack:

Vándalos

Un año más, como estos últimos cuatro, he pasado unas semanas de vacaciones en El Portil. Pero este verano ha sido un poco diferente.



Considero totalmente justificada, y viene a colación, la actitud de Quentin T. al incluir en Pulp Fiction, mi adorada Pulp Fiction, la conversación que tiene Vincent con Lance, el traficante, en la que se queja con amargura de que días antes le hayan rayado el coche, un precioso Malibú de color rojo, con una llave, cinco días después de comprarlo. Es algo que realmente le sucedió a Quentin.

Pero para que vean ustedes que, aún así, me queda buen humor -así soy yo, algunos dicen que un poco gili-, le dejo esta que es, sin duda alguna, la mejor escena de la peli de Robert Rodríguez, Desperado, jodida por la actuación anodina y horrible de Anthony Flags, pero salvada por lo rica que está la Hayek, y este cameo de Quentin:

jueves, 4 de noviembre de 2010

El indomable Will Hunting

"¿Por qué no debería trabajar para ustedes?. Pregunta difícil, pero intentaré responderla...

Imaginemos que empiezo a trabajar y me ponen un código sobre la mesa, uno con el que nadie puede.

Yo intento descifrarlo y lo consigo, y me siento satisfecho porque he hecho bien mi trabajo, pero a lo mejor ese código era la situación de un ejército rebelde en el Norte de África y en cuanto han localizado su escondite bombardean el pueblo donde se esconden los rebeldes; mueren 500 personas a las que no conocía y con las que no tenia ningún problema. Luego los políticos dicen: "enviemos a los marines para asegurar el área", aunque les importa una mierda, no serán sus hijos los que vayan a morir, los suyos tienen recomendación y se pegan la vida padre en la Guardia Nacional. Será un colega mío al que le llenaran el culo de metralla, y cuando vuelva descubrirá que la planta en la que trabajaba ha sido trasladada al país del que acaba de volver, y el tipo que le llenó el culo de metralla le ha quitado el trabajo porque lo hará por 15 centavos al día y sin pausas para mear.

Luego el chico comprende que el único motivo por el que le enviaron allí fue para instaurar un gobierno que nos vendiera el petróleo a buen precio. Y las compañías petrolíferas han aprovechado el conflicto para disparar el precio de la gasolina, lo que supone un hermoso beneficio para ellas, de modo que a mi colega no le ha servido de nada, así que se toman su tiempo para traer el petróleo nuevo y se toman la libertad de contratar a un capitán mercante borracho al que les gusta darle al Martini y hacer eslalom entre icebergs. A medio camino choca, derrama el petróleo y se carga la fauna del Atlántico Norte. Mi colega está en el paro, no puede pagar la gasolina, va andando a buscar empleo y eso le putea, porque la metralla del culo le ha provocado hemorroides y está muerto de hambre, porque cuando va a comer el único plato del día que sirven es pescado del Atlántico Norte al aceite de motor. ¿Que qué me parece? Creo que me lo puedo montar mejor.

Pienso, ¡qué coño!, Ya puestos me cargo a mi colega, le quito su trabajo se lo doy a su enemigo, subo la gasolina, bombardeo un pueblo, mato a una foca a golpes, fumo maría y me apunto a la guardia nacional. Podría llegar a presidente..."

Will, rechazando el trabajo en la Agencia de Seguridad Nacional.

cita:

Susipop … en http://elestafador.com/estafador/
2010-11-03

lunes, 1 de noviembre de 2010

Escapada

Esta mañana, aproveché el buenísimo tiempo, ventajas del cambio de hora, y un suelo perfecto después de un par de días de lluvia, para recorrer el territorio de El Portil, normalmente surcado de zonas arenosas poco propicias para mis devenires ciclistas. El agua caída compacta la tierra, y proporciona un agarre espectacular en según que senderos.
Aquí ponco unas pictografías positivadas a todo color de algún paraje típico de la zona:



La mejor escena del Coronel Kilgore



En esta escena lo unico que haria falta para que se convirtiera en la mejor de la historia del cine seria que justo al final Kilgore dijera "Algun dia acabara esta guerra ......... y yo lo lamentare muchisimo"