miércoles, 29 de septiembre de 2010

El sindiós, joder.

El perroflauta... ¿ein?

Los perroflautas (también conocidos como piesnegros) son una tribu urbana que principalmente se nutre de punkarras, hippiosos, anarkas, okupas y gente poco higiénica en general.


Características

Se caracterizan por peinados basados en las rastas de aspecto elaborado y muy rococó (véase llevarlas trenzadas, medio rapadas, teñidas con los colores de la bandera de la república,...). Eso sí, para ser un buen perroflauta han de estar largas hasta el culo y bien mugrientas. La versión pelopincho también sirve, pero siempre teñido. Si eres femina puedes pintarte la cara rollo 'hada de los bosques', con espirales y flores y tal (recuerda que nunca te lavarás la cara, así que yo recomendaría que no lo hicieras).

Tanto chicos como chicas llevarán camisetas de extremoduro más viejas que cagar y bien recorticheadas por todas partes. Si te la compras nueva recuerda: córtale las mangas hasta la sisa, el cuello como si fuera a meter ahí la cabeza Islero, y dale unos cuantos cortes aleatorios para dar ya el asco definitivo. Remátalo con unas cuantas chinas de porro y tu camiseta de dos días estará justo como a tí te gusta: para el arrastre. Haciendo juego nos procuraremos unos buenos pantalones pitillo de cuadros escoceses (el último grito perroflautil) que tiraremos al barro. Después, los restregamos bien por una piedra pómez para conseguir el efecto 'son de cuarto de la ESO' y los dejaremos macerar un par de noches en un pantano. Voilá, como si fueran heredados pero en un pis pás!

Los complementos son vitales. Agénciate unas buenas Martens y embárralas bien (puedes hacerlo con barro del patio de tu casa, tú luego dirás que es del etnosur), cadenas y brazaletes con tantos pinchos como puedas, que te darán ese look de hannibal lecter encarcelado tan deseado, y un bolso con las asas muy largas. En el tema bolso hay un poco más de libertad, puede ser de rayas moradas y negras, rojas y negras, o solamente negro. Eso sí, bien cargado de parches de metallica, ska-p y alguna otra banda perroflauta de moda. El toque final lo aportarán tantas hojas de marihuana como puedas, en colgantes, pulseras o muñequeras.

Normas

1.Te encanta la naturaleza y todo lo que en ella vive, desde los cervatillos hasta los piojos de las ratas, así que hay que protegerlos a todos y procurar que vivan en armonía. De aquí que las chicas se pinten rollo 'ninfas', porque todos estos seres mágicos nos encantan también, así que nos haremos con una cachimba en forma de hadita golfona, bien pechugona.

2.La mierda y la suciedad dan caché en este submundo, así que la cuidaremos y conservaremos como si fuera oro.

3.La cultura y la política son los dos temas que más nos preocupan en este mundo, aunque sin duda no tenemos ni idea de ninguna de los dos. No importa. Como nuestros amigos también son perroflautas nadie tendrá ni idea de nada. Perfecto.

4.Los festivales y conciertos deberían ser gratis, así que, ¿por qué pagar? No existe ninguna valla suficientemente alta o espinosa para alejarnos de este tipo de eventos, así que la saltaremos como sea y mostraremos orgullosos las heridas de guerra que no nos curaremos jamás.

5.Las cariocas, las mazas, tragar fuego, hacer teatro en la calle y los diavolos se consideran un trabajo remunerado.

6.Sabemos tocar cualquier instrumento, desde la flauta (con la que solo sé tocar 'titanic', pero bueno) hasta los timbales, que aporrearemos en cualquier parte dando claras muestras de encontrarnos rozando el nirvana.

7.La droga (la que sea) y la cerveza son nuestro único sustento. Si no, ¿os habéis fijado en que no hay perroflautas gordos? Para los muy iniciados recomiendo el cervino, una mezcla de cerveza del lidl y tintorro fighter hacendado.

8.El perro: nuestro mejor amigo. Siempre estará sucio y medio muerto de hambre, y vivirá constantemente con sólo 1/4 de litro de sangre porque lo demás se lo quitan las garrapatas, pero es nuestro mejor aliado de correrías nocturnas. Nunca comerá, ni visitará al veterinario, y nos aseguraremos de que si pudiera hablar lo primero que diría sería 'mátame', así tendremos la perfecta y feliz mascota perroflauta. La especie es lo de menos, pero a ser posible nos decantaremos por un perro grande, para poder putearlo más metiéndolo a vivir en nuestra tienda de campaña de dos personas. ¡¡Pero le queremos taaanto....!!

9.No pensar, ya que siempre hay alguien dispuesto/a a pensar por ti.



Ejemplos prácticos positivados de los sujetos en cuestión:
 
Peinado de moda perroflautil



Su mejor amigo y compañero, el pobre, no sabe lo que le espera.


Pandillita perrofláutica merendando. A los canes, ni agua.



Un perroflauta detenido por ir sin su perro y su flauta reglamentarios según la normativa ISO 9002.



sábado, 25 de septiembre de 2010

Nuevo Porsche 911 GTS

Ello es el aparato:


Ante lo cual, y parafraseando a Jeremy Clarkson, el Conde Pyruslav dijo:
"Primero tienes el 911 normal, pero no lo comprarás por ser el modelo básico.


Luego tienes el Carrera S, que es gastar más en tener un poco más, amén de la carrocería algo ensanchada.

De cada uno de ellos tienes las versiones de tracción total, por si no te atreves con la tracción trasera.

Después viene el 4S, que es como un Turbo pero sin Turbo. "¿Es un Turbo?" "No, no lo es, y este es mi Rolex falso".

A día de hoy está el GTS, que es como algo más pero que tampoco es un Turbo.

Y ahora viene el Turbo, que es para los que quieren llegar al destino antes de haber salido.

Y el GT3, que es la alternativa racing al Turbo en prestaciones. Menos GT, más 911, más "de verdad".

Pero también está el GT3 RS, pensado para aquellos para los que el GT3 es demasiado light.

Y el GT2, por si lo que te interesa es llegar antes incluso de pensar en ir.

Sumémosle las versiones Cabrio, a las que ahora se añade el Speedster que, sinceramente, tiene demasiada chepa. Pero claro, un cabrio es un cabrio y añade ese plus de disfrute.

Y todos ellos con sus cajas manuales o automáticas. Manuales para los "machotes" o puristas, automáticas para los sofisticados.

Y el Targa, claro, que lo hay tanto S como 4S, tanto manual como automático.

¿De qué color? Blanco es bonito, pero también lo es el negro. No, demasiado típicos, mejor ese marrón metalizado... pero es que en rojo es espectacular, aunque en gris basalto también. ¿Y amarillo? O verde... no, mejor azul. ¿Azul claro u oscuro? Nada, mejor negro... pero también está el gris plata. ¿Y el morado? Porque del color exterior depende el color a elegir para el interior. ¿Y qué asientos le pongo? ¿Normales? ¿Deportivos? ¿Y qué reglajes le pongo a los asientos? ¿O me dejo de pijadas y pongo los de competición? Claro que, si pongo de competición, le meto los cinturones de seguridad en color...¿en qué color? ¿Le pongo cuero por todo el interior o alcántara? Pero es que la fibra de carbono también mola, aunque en aluminio... ¿y si pongo el interior pintado en el color exterior? ¿Le pongo logos o pegatinas con el modelo? ¿O le quito todos los logos? ¿Y si le meto las llantas del Turbo? ¿O mejor las Sport-Cup? ¿Frenos cerámicos o de acero?

Y entonces te decides por comprarte uno y, buscando la versión más pura y ajustada al concepto (equivocado) del 911, te decides por el Carrera normal con caja manual, gris plata con cuero negro para no cansarte. Eventualmente, llegado el momento piensas en el Carrera S, por aquello de tener más motor. O quizá deberías de ir a por el GTS, pero lo cierto es que el 4S no será tan potente, pero es bonito. ¿Y si lo compras cabrio? Claro que el Turbo... aunque puestos con el Turbo, mejor el GT3 que es más puro... ¿No hacen un GT3 cabrio con caja secuencial pero con pedal de embrague y con tracción total conectable? ¿Y con turbo? ¿Cuánto cuesta un Aston Martin V8 Vantage? Ah, no, que es biplaza..."

Ante lo cual, yo, humilde recopilador de ocurrencias, me quito el sombrero.

PD: el hilo en cuestión aquí.

martes, 21 de septiembre de 2010

adiós









Se cierra un ciclo. Me lo pasé bien haciendo descenso y freeride. Para el recuerdo quedan las subidas a las montañas del Algarve, a la sierra de Huelva, a La Pinilla, a Andorra, a Austria...
La Santa Cruz era una bici genial, a la que llegué a entender perfectamente, y que colmó todas mis expectativas de sobra. Me hago mayor, las caídas duelen cada vez más, tengo poco tiempo para perder fines de semana enteros en busca de bajadas imposibles... quizá sólo excusas para autoconvencerme de que hice lo correcto, ¿quién sabe?

viernes, 17 de septiembre de 2010

Ratzinger

Uno, dos y tres.
Cuatro, cinco y seis.
Yo me calmaré,
todos lo veréis.

Me he tenido que repetir esa estrofa como un mantra para no desbarrar en esta entrada, siguiendo el consejo del siempre prudente amigo Víctor -un beso desde aquí, guapetón-.
El antiguo cardenal Ratzinger, antaño mano derecha de Carl Wojtila, se ha pasado de la raya una vez más, aunando en un mismo concepto semántico las palabras "ateo" y "nazi". Según él, yo, como ateo confeso, soy un nazi de tomo y lomo, un racista, un xenófobo, antisemita, asesino, proario.

MUAHAHAHAHAHAHAHAHA

"Siempre habla un cojo", o "le dijo la sartén al cazo", son cosas que se le podrían contestar, siendo cortés, galante y educado, a este anciano señor, por el respeto que me merecen todas las personas viejitas y entrañables, esos grandes olvidados de la Sociedad. Ese, ese que está a la cabeza de la mayor secta de la historia, que proclama sin rubor alguno la persecución al homosexual, la indiferencia ante la enfermedad causada por transmisión sexual, y otras menudencias que me callo. Ese me va a decir a mí que yo soy un nazi. Ese, que se deleita escuchando en confesión los singulares pecados del creyente con profundo y arraigado sentimiento de culpa desde su nacimiento -¿qué y para qué es el bautismo? recapacite el que no lo haya hecho ya, por favor-. Ese que perdona, o no, en nombre de Diostodopoderoso.

En fin, me callo ya, porque me conozco. Y como una entrada sin foto no es lo mismo, les pongo aquí esta, que no tiene nada que ver con el Papa, pero que le jodería si la viera:

sábado, 11 de septiembre de 2010

Parking solidario

En la cienciadel Derecho, se habla de que algo o alguien es solidario, sólo entendiendo a éste dentro de «un conjunto jurídicamente homogéneo de personas o bienes que integran un todo unitario, en el que resultan iguales las partes desde el punto de vista de la consideración civil o penal». O sea, todos son individualmente responsables por la totalidad de las obligaciones. Por tanto, para el Derecho, la solidaridad implica una relación de responsabilidad compartida, de obligación conjunta.

Creemos que una de las consecuencias favorables que nos ha proporcionado la globalización es, precisamente, una visión más conjunta del mundo entero; un sentido de solidaridad mayor entre los hombres. De pronto, los niños en Ruanda no se sienten tan lejanos; los cañones de guerra en el Medio Oriente también aturden nuestros oídos; el terremoto en Japón sacude nuestra respiración.

Desgraciadamente, esta conciencia de solidaridad universal suele reducirse a una buena intención, una aberración lejana y sentimental hacia las injusticias sociales, hacia la pobreza o el hambre. Y este sentimiento que arroja nuestras esperanzas hacia un país lejano, tal vez arranque de nosotros la capacidad de observar las necesidades de los seres humanos que lloran a nuestro lado todos los días.

La solidaridad, por tanto, se desprende de la naturaleza misma de la persona humana. El hombre, social por naturaleza, debe de llegar a ser, razonada su sociabilidad, solidario por esa misma naturaleza. "La palabra solidaridad reúne y expresa nuestras esperanzas plenas de inquietud, sirve de estímulo a la fortaleza y el pensamiento, es símbolo de unión para hombres que hasta ayer estaban alejados entre sí". Es la solidaridad el modo natural en que se refleja la sociabilidad: ¿para qué somos sociales si no es para compartir las cargas, para ayudarnos, para crecer juntos? Como vemos, la solidaridad es algo justo y natural; no es tarea de santos, de virtuosos, de ascetas, de monjes, de políticos; es tarea de hombres.

Debe quedar claro, y si no, yo lo pongo explicado brevemente, que la solidaridad, en primer lugar, no se debe confundir con la caridad o la ayuda desinteresada del que no espera nada a cambio, del que tiene frente al que no tiene, o del que puede frente al que no puede. NO. Durante muchos años, sobre todo últimamente, se ha confundido todo esto hasta llegar a desaparecer, para el vulgo, para el público estulto, necio, no ilustrado, el borrego, el verdadero sentido y significado del concepto "solidaridad". La solidaridad implica un toma y daca, un tácito contrato social en el que hay que compartir cargas: yo te doy, pero para que tú me des. Eso es la solidaridad. Yo te doy lo que yo tengo y que tú no tienes, para que tú me dés aquello que tú sí tienes pero que yo no tengo, de modo que si todos hacemos lo mismo, todos tendremos de todo.

Pero, y ahora viene lo bueno, MUAHAHAHAH, me parto y me troncho: se montan en la playa algo que han dado en llamar "parking solidario", o sea, una serie de perroflautas te quieren cobrar por el hecho de tú aparcar tu vehículo donde lo has estado haciendo toda la vida, con la excusa de que ese dinero recaudado es con fines solidarios. Pero so hijo de la gran puta: ¿qué recibo yo a cambio? ¿Acaso el derecho de todo ciudadano de aparcar en la vía pública, refrendado por el pago puntual de mis impuestos? Y ese dinero, ¿lo administras tú, hijo de perra, chupóptero, cabrón?
Y si acaso educadamente se le ocurre a uno insinuar que no comulga con esa perversa prostitución de la acepción "solidario", tienen los huevos, la cara dura y la desfachatez no sólo de mirarte mal desde un par de ojos bizqueantes y enrojecidos por el  uso y abuso de cannabis -sufragado solidariamente, por supuesto-, sino hasta te pueden reprochar de viva voz, tratando de humillarte, como si de seres moralmente superiores se tratara, tu poca capacidad de empatía, tu "insolidaridad", en una palabra.

Repito, MUAHAHAHAHAHAHA.

Me cago en los muertos y sus respectivas putas madres. De todos ellos.

jueves, 9 de septiembre de 2010

Muertos, mentiras y cintas de video.

He aquí el ejemplo de lo sucedido en las operaciones especiales de Semana Santa:

El pasado domingo un responsable de la DGT (su subdirector de Circulación, Federico Fernández), declaraba a Edulcoraciones El País (perdón, diario El País), descubriendo América, que el mayor número de desplazamientos puede influir en la siniestralidad.

Sucede que en los últimos diez años, como ahora veremos, la tendencia a la baja en el número de desplazamientos ha supuesto que uno de cada tres coches que circulaban en 2001 no lo haga en 2009, según los propios datos de la DGT. Y como, según Fernández, a más desplazamientos más accidentes, inversamente, a menos desplazamientos, menos accidentes. La tentación de dar cifras absolutas de siniestralidad en una tendencia descendente de desplazamientos, es decir, sin hablar de ellos, ha sido demasiado grande como para no caer en ella. Y, ahora que parece que han subido, pues ya tenemos culpable del repunte de la siniestralidad: es lo de siempre; si bajan los muertos es por el carné por puntos y por los radares, y si suben es por los desplazamientos y otras zarandajas por completo ajenas a la gestión del tráfico.

Pero, ¿cómo se calculan los desplazamientos reales? Obviamente se pensará que nadie se va a poner en la carretera a contar cuántos coches pasan. ¿O sí? Pues no anda tan desencaminado. Antaño esa era la fórmula que se utilizaba. Una pareja de la Guardia Civil permanecía por un lapso de tiempo representativo y pasaba durante varias veces en su Servicio, en número de vehículos que circulaban por minuto. Después se realizaba un cálculo y listo. Hoy día los tiempos han cambiado y la tecnología se pone a nuestro servicio para facilitar las cosas.

Los centros de control de tráfico se encuentran en las diversas capitales de provincia. Existen básicamente dos sistemas de vigilancia y control de tráfico: El SIEMENS SITRAFFIC CONCERT y El ETRA S.I.V.A. Sistema Integral de Control e Información de carreteras

Con estos sistemas disponibles, no debería ser difícil realizar un cálculo a posteriori de los desplazamientos que se han producido, pero tampoco se proporciona el dato. En la DGT, simplemente afirman: “Ese dato no lo damos”.

Según la DGT y los centros de gestión de tráfico, el cálculo se hace por estadística basada en desplazamientos de años anteriores. No obstante hasta el momento no he hallado quien me informe o me diga cuál es o dónde está la fórmula legal y precisa para ello. Otro dato misterioso. No importa, pasemos por alto igualmente esta circunstancia y sigamos dando toda la veracidad a las cifras oficiales.

Vamos a ver el caso de los desplazamientos en Semana Santa, según los datos de ofrecidos por la DGT en sus notas de prensa, para así poner en relación el número de coches en la carretera con las cifras de siniestralidad, que, creo, es lo que se hace en los países civilizados para ver si, en términos netos, hay más o menos accidentes.

Así, comprobamos que los desplazamientos se han reducido en una década en 7.600.000. Un 34,6% menos. La crisis económica y el aumento del precio de los carburantes, obligan a miles de españoles a quedarse en casa en periodos vacacionales.

En la Operación Especial de Semana Santa del año 2001 se produjeron 22.000.000 de desplazamientos y 118 accidentes mortales. En el 2006, con 15.600.000 desplazamientos se registraron 92 accidentes mortales. O en porcentajes. 29,1% menos de desplazamientos dan lugar a un 22,1% menos de accidentes. En cristiano; Tenemos una gran reducción en los desplazamientos en Semana Santa, pero los accidentes no se reducen en la misma proporción. Ni más ni menos, que estadísticamente de haberse producido un mismo número de desplazamientos, las cifras de siniestralidad hubieran aumentado un 7%.

Vamos a comprobar este mismo caso, pero con el número de muertos.

Año 2001: 140 muertos. Año 2006: 106 muertos. Realmente podríamos poner 110, ya que según qué estudio o balance de la DGT leamos, encontraremos unas cifras u otras, pero seré benévolo. Me quedo con los 106. (Como si fueran pocos) Pues bien. Mientras que los desplazamientos se reducen en un 29,1%, los accidentes mortales se reducen en un porcentaje menor, un 22,1%, lo que nos ofrece una cifra de muertos de un 24,3% menos. Lo que nos lleva a afirmar nuevamente que, de producirse los mismos desplazamientos, la cifra de muertos hubiera ascendido en un 4,8%. Afortunadamente no hemos estudiado el caso con la otra cifra que ofrece la DGT, de 110 muertos.

Y digo yo, ¿qué temen para no ofrecer cifras de desplazamientos? ¿Acaso piensan que ensombrecería su gestión? Yo creo que ese, y no otro, es el motivo. Todo para el pueblo, pero sin el pueblo.

Pere Navarro fue requerido en una ocasión por un Diputado de la Comisión de Seguridad Vial del Congreso (Federico Souvirón) sobre la manera en cómo se calculan los desplazamientos, y el director de la DGT se limitó a contestar: “no lo sé, me dan el dato”. Está en el Diario de Sesiones. Si esa es una respuesta ante el Poder Legislativo, ¿qué podemos esperar que nos cuente a la opinión pública?

Si no se nos sustrayese el dato de los desplazamientos comprobaríamos realmente la eficacia de las medidas de seguridad vial. Lo que pasa es que se hacen coincidir medidas coercitivas como el carné por puntos o el código penal con etapas de descenso en los desplazamientos, y así luego es más fácil atribuir a dichas medidas el descenso de la siniestralidad. Yo no digo que no hayan aportado algo y que no sean necesarias, aunque planteadas de otro modo, pero sin saber cuánta gente hay en la carretera no puedo deducir su impacto real en el descenso de las víctimas. No sé para qué tenemos una Comisión de Seguridad Vial en el Congreso de los Diputados: bueno sí lo sé: para que vaya Pere Navarro de vez en cuando a recibir el aplauso entusiasta de Sus Señorías. Realmente lamentable.