martes, 30 de diciembre de 2014

La DGT confunde.

tramo control velocidad

La DGT está aprovechando la campaña especial de Navidad para probar una nueva fórmula que evite los excesos de velocidad en las autovías y autopistas de todo el país. Posiblemente hayas visto durante esta última semana varios pórticos luminosos con un aviso de "Tramo con controles de velocidad" en carreteras que no tienen ningún radar, ya sea fijo o de tramo. 
 
El mensaje es ligeramente distinto al texto que suelen mostrar estas pantallas cuando nos aproximamos a un tramo que sí está vigilado por un radar fijo,que avisa con el mensaje de "Velocidad controlada por radar" o bien con el texto "Tramo controlado por radar" si se trama de un radar de tramo.
 
¿A qué se deben entonces estos mensajes tan confusos? Según la consultoría jurídica Gestrafic"este repetitivo mensaje que exhiben decenas de paneles y que forma parte de la campaña navideña de prevención de accidentes de tráfico de la DGT ha llevado a muchos conductores a pensar que se ha multiplicado el número de radares de tramo instalados, cuando realmente esto no es así".
 
Gestrafic deja claro que "no tiene por qué haber un radar bajo cada una de estas nuevas señalizaciones, aunque los mensajes induzcan a pensar lo contrario. La clave está en la correcta interpretación de esos mensajes y en el juego de palabras que se utiliza para transmitirlos". 
 
La DGT quiere aprovechar el miedo psicológico que nos entra cuando vemos una señal de este tipo para evitar los excesos de velocidad en nuestra red de carreteras, una técnica que Gestrafic define muy bien "En este caso, no se les puede acusar de poner en marcha esta campaña con afán recaudatorio, ya que de lo que estamos hablando es de que se señalizan radares donde tal vez no los haya, y si no hay radares, no hay sanción ni recaudación. A nuestro entender, estamos ante una nueva forma de prevenir las velocidades excesivas utilizando un recurso inteligente: la duda".
 
Desde que Mariano Rajoy llegó a la Moncloa en noviembre de 2011, la DGT ha recuadado un total de 508 millones de euros en todo el país gracias a las multas de velocidad. Andalucía es la comunidad autónoma donde se produce el mayor número de denuncias, con cerca de 100 millones de euros, seguida de Castilla y León (73,26), Galicia (60,93), Castilla-La Mancha (54,77) y Comunidad Valenciana (47,27 millones).

Fuente aquí.

Todo el que tenga unos mínimos conocimientos o experiencia del comportamiento humano se habrá descojonado delante de su laptop al leer tamaña lista de sandeces. 
Desde luego, a mí no me cabe ni la más mínima duda del interés de la DGT, que no es otro que recaudar. Ya el mero uso de tal verbo implica un ánimo lucrativo. Tiene que existir otro vocablo más adecuado para usar, para cuando se hable del dinero obtenido con el pago a través de la coerción derivado de multas en su mayoría inútiles, estúpidas, con poco o ningún sentido... a menos que el sentido sea precisamente ese: recaudar. 

Desde luego, la idea de meter el miedo, de sembrar la duda, de poco a servido cuando uno comprueba los datos de estos días de fiesta, en el que han vuelto a recrudecerse las muertes en accidentes de tráfico. A sensu contrario, habría que meter en la cárcel al que tuvo la idea, al que la ejecutó, y al que la vendió, a los tres. Al trullo, porque si han tenido lugar más muertes precisamente cuando se han puesto esos avisos, se establece una relación causa-efecto indiscutible.

La cosa tiene sus fallos. Entre otros que se producen más accidentes con resultado muerte, un 80% del total, en carreteras secundarias en las que, curiosamente, no existen esos luminosos. Pero el fallo más garrafal es el efecto buscado... y el que finalmente se consigue: una vez acostumbrado a ver ese aviso luminoso, el conductor acaba por ignorarlo, sabedor por propia experiencia o por leer en los medios que todo es falso, conduce como antes o incluso más rápido. Es un efecto boomerang, y ahí es donde entra la DGT, en ese momento es cuando entrará a saco con sus verdaderos controles y nos aseteará como a conejos, como a pichones, como rey a elefante.

Mucho ojo, que no defiendo el correr, eh. Hay que cumplir las normas. No puedes quejarte de que te ponen una multa por exceso de velocidad si vas conduciendo por encima de los límites permitidos. Hay que ser consecuente. Sería como robar o matar, y que te cojan y te quejes de que te meten en la cárcel. Cuando uno incumple la norma, sabe que hay una consecuencia. No hay más.

Pero, y aquí viene lo peculiar de este asunto, había una asignatura que estudié con ahínco, me gustaba, de las pocas que disfruté en la Universidad. Filosofía del derecho, en ella se estudian los principios informadores, la fuente de la ley, los porqués, y las corrientes legisladoras, etc. No me meteré en mucha harina, pero les diré que cuando una norma, una ley, una orden del poder legislativo o ejecutivo se incumple sistemáticamente, pierde su fuerza, su valor, su razón de existencia. Una norma tiene que estar refrendada en nuestro país de chichinabo tercermundista en cultura e ideología, inhumano en el trato de los hombres a sus semejantes, zafio hasta la extenuación, bárbaro hasta el aburrimiento, tiene que estar refrendada por el Parlamento, por el Rey (manda huevos eso tan gracioso de la "monarquía parlamentaria", ¿qué cojones es eso?), pero sobre todo, y de lo que pocos hablan, tiene que estar refrendada, aceptada, asumida y cumplida por los ciudadanos. 

El Estado, esa invención cruel y vil, villana e intocable, todopoderosa y cruel, tiene la sartén por el mango cuando el pueblo, la grey, el vulgo populacho calla, otorga, baja la cabeza, apechuga... y sobretodo paga.

domingo, 28 de diciembre de 2014

El Tinto

Y no me refiero al vino, sino al río.
La última ruta en compañía del año fue una quedada multitudinaria del CTA, primera vez que asisto a una, no sé si repetiré.
En su mayor parte, o al menos lo yo hice, siguió el track que rodamos el sábado pasado, y que brevemente reseñé aquí como "pequeña aventura".
Fue interesante ver tantas motos juntas por pistas y caminos. Motos variopintas, de épocas muy distintas, y también conceptos diferentes.
No me quiero extender, y sólo les dejo unas pintorescas muestras electrónicas a color del suceso:










Sitios especiales, algunos espectaculares por su singularidad. Disfruto mucho.

¿puede un solo individuo hacer avanzar la evolución?


-¡Oh! -El profesor torció los labios-. ¿Eso les dio la pista? Pueden ignorarla. Él es físico y no sabe nada de historia ni de sociología. Sólo son sueños de estudiante.
-Entonces, usted no cree que enviar su traducción al pasado inaugurará una nueva Edad de Oro, ¿verdad?
-Claro que no. ¿Cree usted que puede injertar los desarrollos de dos mil años de dura labor en una sociedad infantil e inmadura? ¿Cree que un gran invento o un gran principio científico nace ya completo en la mente de un genio, divorciado del entorno cultural? Newton tardó veinte años en enunciar la ley de la gravitación porque la cifra entonces vigente para el diámetro de la Tierra tenía un error del diez por ciento. Arquímedes estuvo a punto de descubrir el cálculo, pero falló porque los núméros arábigos, inventados por algún hínduista anónimo, le eran desconocidos. Más aún, la mera existencia de una sociedad esclavista en la Grecia y la Roma antiguas significaba que las máquinas no se consideraban muy atractivas, pues los esclavos eran más baratos y adaptables, y los hombres de genuino intelecto no perdían sus energías en aparatos destinados al trabajo manual. Incluso Arquímedes, el más grande ingeniero de la antigüedad, se negaba a dar a conocer sus inventos prácticos; sólo mostraba abstracciones matemáticas. Y cuando un joven le preguntó a Platón de qué servía la geometría le expulsaron de la Academia, como hombre de alma mezquina y poco filosófica. Es decir, la ciencia no avanza en una embestida, sino que da cortos pasos en las direcciones permitidas por las grandes
fuerzas que moldean la sociedad y que, a su vez, son moldeadas por ésta. Y ningún hombre avanza si no es sobre los hombros de la sociedad que le rodea...

Fragmento de un relato de I. Asimov. Vale, es ciencia ficción, pero la realidad es que fue así. Pensar en ello asusta. 
Uno quiere pensar, y creer, que hoy en día las cosas son diferentes. Hoy hay menos cortapisas para que un solo individuo haga alguna genialidad que consiga dar a la humanidad un importante paso hacia adelante.
Quiero creer.
I want to believe.

viernes, 26 de diciembre de 2014

Pequeñas aventuras


¡Cómo iba yo a imaginar que iba a pasar tan buenos ratos con una moto así!
Siempre había mirado a las trail bikes como unas máquinas en medio de ninguna parte, que no servían para mucho, que no eran buenas en nada, y que meramente cumplían para unas pretensiones leves.

Nada más lejos de la realidad. Mi modestísima moto actual, la BMW más barata del mercado, la menos potente, insultantemente pesada y cutre en cuanto algunas terminaciones y materiales, me está reportando grandes momentos y satisfacciones.


Me lleva y me trae, sigue el ritmo de motos más rápidas y ligeras, a veces voy al trabajo con ella. En verano me reporta grandes curvas y estupendos desayunos en la sierra, en sitios bellos a los que llego por reviradas carreteras, como he contado aquí en muchas ocasiones.
Me planteo la posibilidad de hacer un viaje el verano que viene, un largo periplo en plan solitario y semiaventura por el Norte de la península. Cosas que nunca antes había hecho con ninguna máquina, y he tenido muchas.
La edad, la experiencia, la madurez, nos cambia, nos moldea, vemos las cosas de otro modo. He abierto la mente y estoy muy feliz. A menudo en este mundo "menos es más. Simplicidad, vuelta a lo básico. La sencillez es suficiente para llenarme en estos momentos.

Rellenando el depósito situado en peculiar lugar
El sábado pasado hicimos una ruta hasta Almonaster la Real, 115 km por el campo. Pistas fáciles, otras más intrincadas. Charcos, barro, piedras, arena, polvo... de todo un poco. Un almuerzo para celebrar nuestra unión como grupo motorista, previa cerveza al sol:


Grupito bien avenido, con máquinas dispares y un sólo objetivo común: disfrutar de la naturaleza, los motores, la buena compañía y, en este caso, en buen yantar.

Aquí en un receso y reagrupamiento junto a Sotiel Coronada, zona minera:



bifurcaciones del universo

Universo: El término universo (del latín universus) refiere a todo lo existente, ya sea en un nivel absoluto o dentro de un área de estudio.

Nuestro mundo, la Tierra, es minúsculo comparado con el Universo. Formamos parte del Sistema Solar, perdido en un brazo de una galaxia que tiene 100.000 millones de estrellas, pero sólo es una entre los centenares de miles de millones de galaxias que forman el Universo.

El Sistema Solar en la Vía Láctea

Les transcribo ahora un fragmento de una historia que leí hace unos días. En ella, un inspector de policía quiere hacer a su jefe, el comisario, un planteamiento sobre las posibilidades que hay de que alguien volviera atrás en el tiempo e hiciera algo para cambiar la historia: 


-Jefe, ¿usted recuerda cómo conoció a su esposa? ¿Fue por una nimiedad?
Seguro que pensó que yo deliraba. ¿Qué otra cosa pudo pensar? Pero me siguió la corriente.
Supongo que tenía sus razones.
-Estornudé y ella se dio la vuelta -respondió con una sonrisa-. Fue en una esquina.
-¿Por qué estaba en esa esquina en ese momento? ¿Por qué estaba ella? ¿Recuerda usted por qué estornudó? ¿Dónde cogió el resfriado? ¿O de dónde vino la mota de polvo? Imagínese cuántos factores tuvieron que converger en el sitio y el momento adecuados para que usted conociera a su esposa.
-Tal vez nos hubiéramos conocido en otra ocasión.
-Pero no puede saberlo. ¿Cómo saber a quién no conoció por no haberse girado cuando pudo hacerlo, por no haber llegado tarde cuando pudo hacerlo? La vida se enfrenta a una encrucijada a cada instante, y uno escoge determinado rumbo casi al azar, y lo mismo hacen los demás. Retroceda veinte años y encontrará que las bifurcaciones se desvían cada vez más. Usted estornudó y conoció a una chica y no a otra. En consecuencia, tomó ciertas decisiones, y lo mismo hizo la chica, y también la chica que usted no conoció y el hombre que la conoció a ella y la gente que todos conocieron después. Y la familia de usted, y la de ella, y la de ellos; y todos los hijos. Porque usted estornudó hace veinte años, cinco personas o cincuenta o quinientas podrían estar muertas cuando deberían estar vivas, o vivas cuando deberían estar muertas. Vaya doscientos años atrás; dos mil años atrás, y un estornudo, incluso el estornudo de alguien que no figura en ningún libro de historia podría significar que hoy no viviera nadie de los que viven.

El jefe se frotó la nuca.
-Ondas en expansión. Una vez leí un cuento...
-Yo también. La idea no es nueva; pero quiero que piense en ella

Hay veinte millones de variables para cada instante del tiempo y no se ha desarrollado ningún sistema matemático (ninguna psicohistoria matemática, por acuñar una expresión) para manipular esa enorme cantidad de funciones variables. En síntesis, cualquier variación de los acontecimientos de hace dos mil años cambiaría toda la historia subsiguiente, pero no de un modo previsible.

Quiero que quede claro el concepto. Cada acto, cada decisión que tomamos, cada movimiento, hace que la historia haga un giro, tome un camino. Tómese, pues, cada decisión como una bifurcación del universo que afecta a todo lo que ocurra en el futuro. Unas cosas afectarán más, otras menos, otras nada de nada... aparentemente. Multiplíquese ahora eso por la innumerable cantidad de decisiones y actuaciones de cada una de las personas del globo terráqueo, y téngase en cuenta que más o menos somos unos ocho mil millones de individuos. 
Pero no se paren ahí. Ratones, leones, ballenas, camarones, mosquitos... todos deciden en sus vidas múltiples veces. ¿Y si el mosquito no me pica a mí, sino a otro? ¿Y si le transmite una enfermedad? Y así sucesivamente.
Es materialmente imposible no ya calcular el número de decisiones que hacen que el universo siga el camino que sigue. No hablemos ya de predecir lo que pasará. 
La idea es acojonante. Asusta un poco.

¿Hasta qué punto, pues, ir al pasado y hacer algo nuevo o distinto puede influir en el presente? No está muy claro, en serio, para nada.

Hei Hei

En su día, hace ya cuatro años, hablé de mi primera Hei Hei. Costó tiempo, duras negociaciones, y por supuesto un buen puñado de euros por un cuadro irrepetible, genuino, único prácticamente en su especie.
El legado de Kona en el bicimontañismo es innegable, y la Hei Hei se erige, por aclamación del respetable y entendido aficionado, como el summun del concepto que, allá por los noventa, llevó a la marca al Olimpo de los fabricantes de bicicletas.
Kona, como todos en aquella época, hacía sus cuadros de acero, y en varias calidades diferentes para una gama cada vez más variada y extensa. Pero la punta de lanza de su artillería era un cuadro realizado completamente en titanio. Encargó su realización al constructor especializado en estas lides Sandvik Special Metals, que comenzó la producción de estas bellas creaciones en Julio de 1990. Durante los siguientes diez años, se harían 4.000 cuadros de titanio. Como pasa en estas cosas, cada año tiene sus peculiaridades, y pueden encontrarse leves diferencias de geometría o técnicas de soldadura, pero en definitiva todos son magníficos e increíbles.
Esta es mi neo-retro singlespeed montada a placer sobre un cuadro de 1994: 

Con ruedas montadas a la carta, horquilla rígida de carbono, frenos Hope, pedalier de la extinta RaceFace, potencia y manillar asimismo de Ti, y sillín Flite de cuero naranja a juego con la decoración del objeto, esta máquina tiene un manejo fácil y perfectamente moderno. Su belleza es realmente superior, y da gusto admirar un verdadero cuadro de metal sin pintar, sin nada que esconder, con unas soldaduras perfectas, duradero, fiable, muy cómodo en marcha, y sobre todo ligero.
Me encanta, y siempre que hago una visita a mis padres, en cuyo sótano la guardo con celo, doy un paseo, aunque sea breve. Me da pena usarla tan poco, pero es que no tengo tiempo con tanto hobby, ni espacio para tenerla más cerca de mí.
Muchas veces bajo al susodicho sótano sólo para verla y admirarla.
Tengo suerte.
La suerte hay que buscarla.

Hei hei, en hawaiano significa "carrera".

jueves, 18 de diciembre de 2014

Lorne Malvo

En 1996, los hermanos Coen llevaron a la gran pantalla una de sus mejores obras, Fargo. Fue un éxito absoluto, lógico teniendo en cuenta el magnífico guión, la mezcla de humor negro y sangre, el curioso retrato de esos estados norteños de los EEUU, y tal y cual.



En abril de este casi finiquitado 2014 se estrenó una serie de televisión de doce capítulos, que aunque no está escrita ni dirigida por los Coen, sí llevan la producción ejecutiva, por lo que tenemos asegurado que el ambiente, el clima, serán fieles a la película original.

Protagonizada por el genial Billy Bob Thornton en el papel de un asesino a sueldo llamado Lorne Malvo, cuenta cómo cambia la vida de un anodino habitante de una pequeña localidad de Minnesotta llamada Benidji, cercana a Fargo.
Como la peli en la que se inspira, hay mucha nieve, personajes absurdamente atontados, una policía que aparenta no tener muchas luces (pero que por su tesón consigue avanzar en el caso), y muchas dosis de mala leche, humor sarcástico, y momentos casi dignos de El Padrino.

Bajo ese aspecto de inocente se esconde un auténtico lobo al más puro estilo Hobbes
En definitiva, serie muy recomendable. La necesitaba después del final de Sons of Anarchy, y tras el visionado hace un par de meses de True Detective (una de las cinco mejores series de la historia, prácticamente 10). El listón está muy alto, y las productoras nos están acostumbrando a grandes trabajos, verdaderas obras de arte en las que consagrados actores de renombre mundial no tienen incoveniente en trabajar junto a auténticos desconocidos gracias a unos guiones sobresalientes y producciones que llegan a superar a la mayoría de la bazofia que nos quieren hacer tragar hoy día en las salas de cine y su paupérrima programación.
Esperemos que Fargo, la serie, mantenga el nivel.

lunes, 15 de diciembre de 2014

motores (II)

Ya di un repaso de los monos y la mayoría de los bicilíndricos en la anterior entrada dedicada a motores de moto.
La he repasado, y he visto que omití algunos ejemplos importantes. No comprendo cómo pude olvidar los famosos motores bicilíndricos de Yamaha calados a 270º, usados en las TDM, TRX (el fiasco antiducati), y la actual Superteneré 1200.


Al calar el cigüeñal a 270º, las explosiones se suceden como en un motor en uve a 90º. Ventajas: una sola culata y un solo bloque de cilindros, una sola distribución, lo que implica menos complejidad mecánica, menos piezas en movimiento. Un motor más barato de fabricar y más fácil también de posicionar en el chasis de una moto sin que interfiera la colocación de la caja del filtro de aire, por ejemplo. En su contra tenemos un motor que carece del equilibrado natural de un uve a 90º, y normalmente es un poquito más ancho (poco, y si es de media cilindrada ni se nota). Yamaha hizo un buen trabajo con ese motor, que era una evolución del que equipó originalmente a la Superteneré 750 desde 1989 hasta 1994, y producía 69 cv. No eran muchos, estaba en la línea de lo que rendían esos motores en la época, pero era un motor fiable, dulce y progresivo, con par de sobra. El de ésta moto "africana" estaba calado a 360º, que es el estándard como hemos visto (lo que hace Trimph), igual que en el año 1991 lo hacia el de la TDM 850, que aumentaba su cilindrada (rendía 74 cv). En 1996 introdujo el calado a 270º, que hizo que esta moto fuera muy especial no sólo por su apariencia de trail asfáltica, la primera verdadera trail de carretera, una moto con postura "campera", manillar ancho y pequeño semicarenado, sino por el carácter y tacto de su motor. En 2002 tuvo su última revisión, aumentando aún más el cubicaje hasta los 897 cc, y la potencia llegaba a 86 cv. Fue la que más se alejaba del concepto original, recortando recorrido de suspensiones y haciendo una máquina con un enfoque más turístico y menos devoracurvas que las primeras TDM. 
Me he permitido hablar un poco más de la cuenta de la TDM porque fue una moto que en su día revolucionó un poco el concepto del trail, y hoy podemos comprobar que Yamaha no iba nada desencaminada porque la mayoría de las motos supuestamente trail que se hacen hoy son una imitación de esa ida que va ya para treinta años casi.

Vamos ahora con los famosos motores en uve a noventa grados. Son la sublimación de un motor ideal por su entrega de par, el tacto exquisito de acelerador, la transmisión de su pulsante potencia al suelo, y claro está: su sonido. 
Casi todos los grandes fabricantes han hecho uno alguna vez, y los ejemplos más recientes aún circulan por nuestras calles y carreteras: Honda VTR1000, Suzuki SV y TL, Yamaha XV, Ducati (todas)...
En este motor, se produce la explosión de un cilindro, y antes de que termine un giro completo del cigüeñal, cuando lleva 270º, tiene lugar la del otro cilindro. Es lo que trata de imitar el motor Yamaha antes visto, pero mientras que el TDM lo hace forzando el calado de la muñequillas del cigüeñal, en los motores en uve a 90º surge de forma natural. El motor V90 tiene una ventaja mecánica importante, consistente en el equilibrado espontáneo de un orden de vibraciones. Sobre el equilibrado de los motores, mejor no me extiendo porque es un tema complicado y puede tornarse una locura, pero si de verdad tienes interés, puedes verlo explicado aquí.

El motor V90 por antonomasia en las motos, para mí, es el que hace Ducati. Lleva cuatro décadas dando caña, y ha sufrido una evolución constante desde los primeros de pequeña cilindrada, dos válvulas por cilindro, refrigeración por aire y distribución por eje rey, hasta los actuales casi 1200 cc y máxima tecnología electrónica y mecánica, con distribución variable, dobles inyectores, doble encendido y un largo etcétera que les ha permitido lograr prácticamente 200 cv de potencia manteniendo intactas las cualidades de tacto, sonido y maravillosa sensación de conducción de un bi en uve.

Aquí una personalización NCR con base de Ducati Pantah 650:


Es una moto con un sonido clásico, prácticamente de serie. Veamos una preparación para competición de la máxima evolución de ese mismo motor:


Algo más moderno, más actual, ya refrigerado por agua, inyección y todos los peregiles del siglo XXI:



Tampoco es cosa de convertir esta entrada en un monográfico Ducati... aunque sean las motos que más bellamente suenan, sin ninguna duda. 

Porque las comparaciones son odiosas, sobre todo para el que sale perdiendo, no pongo más ejemplos de motores V2 a 90º en sentido longitudinal, pero sí lo haré de una rara avis que hoy día sólo fabrica Moto Guzzi: el motor en uve transversal a noventa grados. Mención especial merece la Honda CX500, que llevaba uno con la misma configuración. En cuanto al Moto Guzzi, es un motor que, igual que Ducati, lleva montando durante quinquenios, con una lenta evolución, y lo mismo a motos tipo custom (a la europea, claro), que turísticas, que deportivas, e incluso una supertrail en los últimos años. Comparte con BMW algunas características comunes, derivadas de su transversalidad, como es la situación del embrague y toda la transmisión primaria, y que la secundaria sea por cardán. Aquí un bonito ejemplo:


Este en particular, de una V11, es especialmente bonito, y todo parecido con cualquier BMW es pura coincidencia. Obsérvese la finura, el bello desequilibrio al ralentí, el modo de subir de revoluciones, la estética en suma: 



¡Realmente bello!



Próximo capítulo: tri

domingo, 14 de diciembre de 2014

SAMCRO

No es la primera vez que hablo de esta serie televisiva.
Emitida irregularmente por algún canal que nunca fui capaz de encontrar, en cambio si fue sencillo hallar la manera de verla en versión original subtitulada con una calidad aceptable desde la pantalla de mi laptop. Lo reconozco, pero es que, sencillamente, no me ha quedado más opción.

Supongo que el perfil del telespectador interesado en una serie basada en las tropelías cometidas por una banda motoristas dedicados al trapicheo de armas, y sus relaciones con otras terribles bandas igualmente sangrientas de mejicanos, negros y chinos, así como las interpolaciones interesadas por la CIA, FBI, el IRA, la fiscalía del Estado de California, y la policía local, amén de las aventuras y desventuras amorosas de los protagonistas, algunas bastante escabrosas, ese perfil, como iba diciendo, no es el que busca como feudo de negocio el programador que debe tener en cuenta los gustos de la generalidad de la población de esta nuestra querida Hispanistán.

Sea como fuere, la vi. Desde el primer episodio de la temporada Uno, hasta el episodio trece de la temporada Siete. Siete temporadas, siete, unas mejores que otras. Esta serie, para algunos catalogada como la mejor (yo no pienso así, ni mucho menos creo que esté entre las cinco mejores, aunque sí es posible que en figure en los últimos puestos del top ten), tiene muchos altibajos para poder catalogarla así.
Tiene un argumento demasiado increíble, en exceso fantasioso, que me traslada inmediatamente a los primeros años de la conquista del Oeste americano, cuando hoy día, las cosas que pasan en la serie de marras acabarían con todos los miembros del motoclub entre rejas en cero coma. Así de claro.

Pero como de lo que se trata es de entretener, de pasar un buen rato, uno la ve con complacencia, incluso disfrutando a ratos.



Y se acabó. El final no podía ser otro. Un episodio que lleva el número trece, por cierto, lleno de simbolismo y llamadas alegóricas, que cierra todos los círculos abiertos y da solución, se supone, a la tremenda senda llena de problemas y cadáveres, de injusticias y barrabasadas de las que hemos podido ser testigos durante años.

Tras un brutal episodio doce, uno de los mejores de toda la serie, el trece se antoja un poco light y predecible en grado sumo. Pero es que no podía ser de otro modo. Para mí acabó en el doce, y me tomo el trece como una bola extra, como el bis de un concierto.
Recomiendo la serie, la verdad, y le puedo dar hasta un 7 sobre diez. Algunos episodios tienen un 9, otros un 5 raspado. Esa irregularidad es lo que no permite meterla en los altos puestos del ranking.

Ahora me enfrento a la dura tarea de encontrar otra serie que me llene y me haga emocionarme. Espero encontrarla. Después de disfrutar de cosas como Lost, o Breaking Bad, y de la ahora tratada SOA, la tarea no va a ser fácil, no crean. Se admiten sugerencias, por supuesto.

el fracaso


Esto que voy a intentar explicar ahora es interesante. Al menos, a mí me lo parece, en serio. Les ruego que hagan un leve esfuerzo por comprender el concepto, una idea que revolotea desde hace tiempo, una de esas mariposillas que vienen y van, que entran y salen, que a veces solo intuyes, y que en otras ocasiones las ves con claridad meridiana. Al lío: 

«El primer gran fracaso del hombre». 
"El fracaso del hombre, con su perfección técnica, para resolver los grandes problemas sociológicos de hoy es sólo la segunda gran tragedia que aflige a nuestra raza. La primera, y quizá la mayor, es que, en cierta ocasión, estos grandes problemas sociológicos se resolvieron y, sin embargo, las soluciones no fueron duraderas porque la perfección técnica de que hoy disponemos no existía."

Vuelvan a leerlo, por favor. Cuando acaben, reléanlo de nuevo. Asegúrense de haberlo comprendido. Bueno, a ver si estos ejemplos le aclaran el trasfondo terrible que atenaza nuestra paz:

"Era como tener pan sin mantequilla, o mantequilla sin pan. Nunca ambas cosas juntas.  Pensemos en el mundo helénico, del cual derivan nuestra filosofía, nuestra ética, nuestro arte, nuestra literatura..., toda nuestra cultura. En tiempos de Pericles, Grecia, como nuestro propio mundo en un microcosmos, era un popurrí asombrosamente moderno de ideologías y modos de vida conflictivos. Pero luego vino Roma y adoptó la cultura, pero otorgando e imponiendo la paz. Desde luego, la Pax Romana duró sólo doscientos años, pero desde entonces no ha existido un período similar.
La guerra fue abolida. El nacionalismo no existía. El ciudadano romano pertenecía al Imperio. Pablo de Tarso y Flavio José eran ciudadanos romanos. Españoles, norteafricanos e ilirios se sometían al Imperio. Existía la esclavitud, pero era una esclavitud indiscriminada, impuesta como castigo, resultante del fracaso económico o causada por los reveses de la guerra. Ningún hombre era esclavo natural por el color de su piel o por su lugar de nacimiento. La tolerancia religiosa era total. Si al principio se hizo una excepción en el caso de los cristianos, fue porque rehusaban aceptar el principio de la tolerancia, porque insistían en que sólo ellos conocían la verdad, una actitud detestable para el romano civilizado."

Con toda nuestra cultura occidental bajo una sola polis, con la ausencia del cáncer del
particularismo y del exclusivismo religioso y nacional, con la avanzada civilización existente, ¿por qué no pudo el ser humano conservar los beneficios conseguidos?
Porque, tecnológicamente, el antiguo helenismo permaneció atrasado. Porque sin máquinas el precio del ocio, y, por ende, de la civilización y la cultura para una minoría, significaba esclavitud para la mayoría. Porque la civilización no podía hallar el modo de llevar confort y comodidad a toda la población.
Por lo tanto, las clases oprimidas se volcaron hacia el más allá y hacia religiones que
desdeñaban los beneficios materiales de este mundo, de modo que la ciencia en sentido cabal resultó imposible durante más de un milenio. Además, a medida que menguaba el ímpetu inicial del helenismo, el Imperio carecía de la potencia tecnológica para derrotar a los bárbaros. De hecho, sólo después del 1500 de nuestra era la guerra pasó a depender plenamente de los recursos industriales de una nación, lo cual permitía a los pueblos asentados desbaratar sin esfuerzo las invasiones de tribus y de nómadas.
Imaginemos, pues, que los antiguos griegos hubieran aprendido una pizca de química y física moderna. Imaginemos que el crecimiento del Imperio hubiera ido acompañado por el
crecimiento de la ciencia, la tecnología y la industria. Imaginemos un imperio donde la
maquinaria reemplazara a los esclavos, donde todos los hombres compartieran equitativamente los bienes del mundo, donde la legión se transformara en una columna blindada a la que ningún bárbaro pudiera hacer frente. Imaginemos un imperio que, así, se extendiera por el mundo entero, sin prejuicios religiosos ni nacionales.
Un imperio de todos los hombres; todos hermanos; al fin libres.

Si se pudiera cambiar la historia, si ese primer gran fracaso se pudiera haber evitado...



Esta entrada ha sido inspirada en un cuento corto de Isaac Asimov. Me gusta mucho la ciencia ficción, y Asimov es, sin duda, uno de los grandes, tanto por su prolífica obra, como por la calidad de sus argumentos, análisis sociológicos y sicológicos, la filosofía que impera en todas sus creaciones, y por supuesto su inacabable imaginación.

Series, pelis, downloads

Durante los últimos días, o quizá semanas, una pequeña tormenta, o quizá grande, ha sacudido algunas de las páginas web más populares para la descarga de series. No quiero conectar esto con el lanzamiento, al msimo tiempo, de Movistar Series, pero me niego a aceptar que se trata de acontecimientos completamente aislados. No creo en esas casualidades.
Ojo: no voy a hacer un canto épico sobre lo ideales que son los servicios de video on demand españoles, como el que hoy nace. Les queda mucho por mejorar. Pero tampoco esperéis de mí un apoyo incondicional a los que bajo el cómodo paraguas de la "cultura libre" se han llevado las manos a la cabeza cuando su proveedor de series "alegal" (dejémoslo ahí, para no discutir) habitual se ha quedado fuera de combate. 
Hay que reconocer que el modelo de televisión de pago, ya sea en su formato más tradicional o en los nuevos, de venta de contenidos unitarios y concretos, en España deja mucho que desear. Entre los que se quisieron posicionar como un servicio de lujo (sin serlo y sin saber que así se negaban a sí mismos la porción más grande del mercado) y los que creyeron que el espectador seguía siendo un mero tragador de pienso audiovisual, el sector televisivo español se convirtió en un embrollo delirante del que, como tenemos memoria de pez, hemos olvidado muchos "hitos" del pasado reciente: desde la chapuza de Vía Digital hasta el fiasco de la TDT, pasando por las derivas sin sentido de la televisión pública. Y mientras todo aquello se liaba más y más, internet crecía y se desarrollaba exponencialmente, una masa enorme (y sobre todo, enormemente joven) de espectadores abandonaba la televisión de toda la vida y se generaba una brecha gigantesca entre lo que pedían los consumidores  (cuidado: no todos los consumidores) y lo que ofrecían los productores, entre lo que ES y lo que DEBERÍA SER. Y en esas seguimos.
Pero lo que no tiene ningún sentido, y si lo tiene es siniestro, es casar argumentos del tipo "el cliente siempre tiene la razón" con una concepción de la propiedad intelectual y de las obras audiovisuales como "patrimonio de todos" o, peor aún, como derechos, convirtiendo series y películas (y libros, y música, y videojuegos) prácticamente en bienes expropiables a título individual. Series para todos, series de todos, pero pagadas por... ¿por quién? Casi peores son los que ahora ponen como defensa a su favor una ley, la del canon digital, que para otras cosas consideran monstruosa.
Se plantean muchas interrogantes, la verdad es que es así. Tanto para los defensores de las páginas de descargas como para los que intentan generar modelos empresariales que cubran esa demanda tan evidente. No es un tema sencillo, y tiene derivaciones muy diferentes e interrogantes complejos, como la diferenciación entre productos culturales "descargables" (no es lo mismo una serie, una película y un libro... ¿o sí?) o las posturas ambiguas y muy peculiares de algunos agentes imprescindibles en todo esto, como las operadoras telefónicas o la sacrosanta televisión por cable norteamericana. Así que no me empecéis los argumentos con "la cosa es muy sencilla" porque no lo es. Qué más quisiéramos.
Y ahora, las preguntas:
-¿Exactamente cuántas series se descargan en España? ¿Cuántas son novedades y cuántas pertenecen al "fondo de armario" de series?
-¿Y cuántos son los espectadores que la televisión "tradicional" considera "perdidos"? ¿Cuántos de ellos son irrecuperables?
-¿Es posible que las series que sí se emiten en canales españoles y en exquisita sincronía con EE.UU sean de las más descargadas en plataformas "alternativas"? Hablo de 'Homeland', 'The Walking Dead', 'Juego de Tronos', 'Mad Men'...
-¿En qué posición se encuentran las series digamos  "del otro lado", las que poca gente descarga, porque poca gente ve y, precisamente por eso, jamás se emitirán en canales "oficiales" españoles?
-¿Cómo afecta el follón de contratos, derechos, ventanas de emisión y permisos que hace que, por ejemplo, el material en DVD siga caminos muy distintos que la emisión "tradicional" o en pantallas virtuales online? ¿Habéis intentado comprar las últimas temporadas de 'The Good Wife' o 'House of Cards? Y de 'Rubicon' o Lights Out' ni hablamos...
-¿Sólo a mí me parece que los proveedores de internet han estado jugando un doble juego peligroso -y un poco hipócrita-, ofreciendo anchos de banda enormes, a precios relativamente altos, sin ofrecer un servicio de contenidos propio y, por tanto, controlado?
-¿Con qué argumento puede defenderse la descarga de una película en formato "screener" (esa aberración) o un libro en pdf? ¿Y no se lo han montado muy mal las industrias culturales defendiendo sólo los derechos de los autores y no su propio trabajo como creadores de unos formatos de calidad?
-¿Qué pintan en este debate algunos creadores de series españolas, cuando su producto es de los menos afectados por esta problemática? ¿Cuántos directores de cine españoles que jamás han llenado una sala con sus películas culpan a las descargas de su nula conexión con el espectador, enturbiando el debate desde su egoísmo (y ego)?
-¿Cómo puede obviarse un tema como el del doblaje, cuando la inmensa mayoría del producto descargado está en versión original?
-¿Y el subtitulado? ¿No se ha llegado demasiado tarde a la reivindicación de algo tan sano y tan barato? ¿Es posible que alguien aún no sepa por qué en España el doblaje es la opción "por defecto" en series y películas?
Y así sucesivamente.

Superstición vs razón. Lo irracional, el miedo.

Ni vuestro éxito ni vuestro fracaso; ni en las estrellas, ni en otra parte. Los resultados dependen de vosotros y de vuestra voluntad, nada más entra en juego, ni mucho menos la influencia de los astros o la conjunción de los planetas el día que estéis pez sobre vuestro examen más imortante.
Vuestra historia no está inscrita en ninguna parte -¿dónde lo estaría?, ¿en el cielo?, ¿en un lugar accesible solo a los médiums vía las líneas de la mano o la tirada de cartas?-, sino que depende de vuestra elaboración, de vuestra construcción, de vuestra decisión.
El porvenir se escribe, no está redactado todavía: haceos a esta idea, vuestro destino depende de vuestros proyectos y de la energía que ponéis en realizarlos. Quizá hoy más que nunca, donde, en Occidente al menos, la razón puede funcionar libremente sin temer la prisión o la hoguera, cuando la religión ha perdido gran parte de su poder de coacción y nocividad, los hombres y las mujeres se han entregado a la creencia en lo irracional en todas sus variantes: videncia y numerología, tarot y horóscopo, carta astral, posos del café y mesas giratorias, espíritus que se comunican y vida tras la muerte, fantasmas y espectros, extraterrestres y platillos volantes, a lo que se añaden las apariciones de la Virgen, los milagros, la resurrección de la carne, las predicciones de Nostradamus y, más aún, la creencia en la inmortalidad del alma, en la reencarnación y otras locuras irracionales. Por todas partes, se difunden y amplifican esas ficciones: los medios de comunicación de gran audiencia, prensa especializada o divulgativa, libros y colecciones editoriales.
Por lo demás, la mayor parte de vosotros cree seguramente en una u otra de esas opciones, incluso en todas... ¿No?
La permanencia de lo irracional se comprueba fácilmente. Desde el comienzo del pensamiento, antes de la filosofía propiamente dicha -siglo VI antes de Jesucristo, al menos en Europa occidental-, se cree en los mitos, que expresan un pensamiento mágico e irracional y están plagados de dioses que adquieren la forma de animales, de bestias que copulan con humanos engendrando posibles criaturas -el centauro, por ejemplo, mezcla de caballo y hombre, o el Minotauro, cabeza de toro sobre cuerpo de hombre-, de nacimientos que tienen lugar por la pierna -preguntad a Júpiter-, de herreros que trabajan en el epicentro de los volcanes -ved a Vulcano-, una mujer escondida en una becerra de madera para ser fecundada por un toro -así, Pasífae que da nacimiento al Minotauro-, esperma transformado en espuma sobre las olas, etc.
La mitología forma el pensamiento primitivo y las religiones se apoyan en este pensamiento irracional: ¿cómo, si no, comprender el cristianismo cuando presenta a una mujer engendrando a un niño sin la ayuda de un padre, un hombre que trasforma el agua en vino, multiplica los peces, camina sobre el agua, resucita a los muertos y se aplica la receta a él mismo, tres días después de haber sido torturado y crucificado?
En la mitología y la religión, la prueba no sirve de nada, la deducción tampoco, no más el uso de la razón, la reflexión, el análisis o el espíritu crítico. Ninguna necesidad de pensar, de hacer funcionar la inteligencia: creer basta; después, obedecer. La adhesión se solicita, cuando no se fuerza a ella, pues la comprensión no es de ninguna utilidad. De lo irracional se valen con frecuencia los individuos retorcidos y decididos a guiar a los hombres y a mantenerlos en un estado de sujeción.

Tengo miedo, luego existo...
¿De qué lógica procede lo irracional? Del miedo al vacío intelectual, de la angustia ante la evidencia difícilmente aceptable, de la incapacidad de los hombres para asumir su ignorancia y la limitación de sus facultades, entre ellas la razón. Donde pueden decir «no sé» o «ignoro por qué», «no comprendo », inventan historias y creen en ellas. Para no tener que transigir con un cierto número de evidencias, con las cuales, sin embargo, hay que contar (la vida es corta; pronto vamos a morir incluso si es hasta los cien años, es corta frente a la eternidad de la nada de la que venimos y hacia la que vamos...; tenemos poco o ningún poder sobre el desarrollo de esta breve existencia; después de la muerte no hay nada más que descomposición, y no una vida bajo distinta forma, etc.-) los hombres inventan ficciones y les piden auxilio.
Lo irracional colma las brechas que la razón abre al destruir ilusiones. Incapaces de vivir únicamente según lo real racional, los humanos construyen un mundo completamente irracional más fácil de habitar al estar provisto de creencias que procuran una aparente paz con uno mismo.
¿El rayo cae sobre un árbol? Un hombre de la Antigüedad grecorromana no sabe por qué, e inventa un dios malvado, vengador, al tanto de las corrupción humana, que utiliza el rayo para corregir a sus semejantes. Zeus y sus relámpagos, he aquí la razón de la tormenta griega o romana. Más tarde, el mismo rayo percibido por un hombre del siglo XX, un poco al corriente de la física moderna, se convierte en la resultante de un intercambio de polaridad entre nubes cargadas de electricidad y el sol. La huella del movimiento de la energía en un arco eléctrico, he aquí la razón del rayo.
Razón antigua y mitología contra razón moderna y científica: lo irracional de ayer se convierte en lo racional de mañana y cesa de inquietar, de dar miedo. Lo irracional es lo que todavía no es racional, ya sea para un individuo, ya sea para una época o una cultura, y no lo que no lo será nunca. Lo que hoy escapa a la comprensión conduce a los hombres a lanzar hipótesis extraídas de las fuentes de lo irracional, donde no existen límites: se puede recurrir a la imaginación más desbocada, a las ideas más peregrinas, con tal de que se tenga la eficaz ilusión de hacer retroceder la ignorancia.
Desde el momento en que el problema ya no se plantea, tras el descubrimiento de la solución gracias a la razón, la creencia se abandona y va a parar al museo de falsas ideas que hasta hace poco se creían verdaderas.
En cambio, sobre ciertas cuestiones imposibles de resolver con el progreso de la ciencia, de la investigación, de la técnica, lo irracional reina como dueño durante largo tiempo. Así, ante cuestiones metafísicas -etimológicamente, aquellas que se plantean después de la física-: ¿de dónde venimos?, ¿quiénes somos?, ¿a dónde vamos?, para decirlo con expresiones cotidianas, dicho de otro modo: ¿por qué tenemos que morir?, ¿qué hay después de la muerte?, ¿por qué disponemos de tan poco poder sobre nuestra existencia?, ¿a qué puede parecerse el porvenir?, ¿qué sentido dar a la existencia?, en efecto: ser mortal, no sobrevivir, sufrir determinaciones, no escapar a la necesidad, estar confinado a este planeta, son algunos de los motivos que hacen funcionar el motor irracional a toda máquina.
Todas las prácticas irracionales pretenden dar respuesta a esos problemas angustiosos: la existencia de espíritus inmortales que se mueven en un mundo donde se los podría interrogar con la ayuda de una mesa giratoria nos calma: la muerte no atañe más que al cuerpo, no al alma, que conoce la inmortalidad; la posibilidad de leer y predecir el porvenir con cifras, líneas de la mano, posos del café, una bola de cristal, cartas, fotos, nos apacigua: el porvenir ya está escrito en alguna parte, algunos -los médiums- pueden acceder a ese lugar y revelarme su contenido, no he de temer el buen o mal uso de mi libertad, de mi razón, de mi voluntad, lo que debe llegar llegará; la existencia de objetos volantes no identificados, por lo tanto, de planetas habitables, de una vida fuera del sistema planetario, de fuerzas misteriosas venidas de lo más recóndito de las galaxias, nos regocija: podemos creer que nuestra supervivencia en otra parte está asegurada por potencias que gobierna el cosmos y, por lo tanto, nuestra pequeña existencia, etc.
Lo irracional es un auxilio, sin duda, pero un auxilio puntual, porque no cumple sus promesas. En cambio, la razón puede ser igualmente socorrida, pero con más seguridad: principalmente, cuando se concentra sobre la destrucción de las ilusiones y creencias, las ficciones creadas por los hombres para consolarse con los ultramundos, los más allá inventados, que siempre dispensan de un buen vivir aquí y ahora.
La filosofía y el uso crítico de la razón permiten obtener otras soluciones, en este caso, certidumbres viables, y consuelos mucho más seguros: ante las mismas evidencias -la muerte, la limitación de los poderes humanos, la pequeñez del hombre ante la inmensidad del mundo, la angustia frente al destino-, la filosofía proporciona medios para dominar nuestro destino, para convertirnos en los actores de nuestra existencia, para liberarnos de miedos inútiles y paralizantes y no abandonarnos, atados de pies y manos, como niños, a los mitos de ayer u hoy. Dejad de mirar las estrellas, vuestro porvenir no está inscrito en ninguna parte: está por escribir y solo vosotros podéis ser los autores.

Esto es un extracto de un antiguo manual de filosofía de instituto que anda por casa. Pasados muchos años lo he vuelto a leer. El tiempo lo ha reforzado en mi mente, veo que es gran verdad, nada nuevo, y al mismo tiempo son cosas que nos intentaron inculcar pero que, viendo lo que veo a mi alrededor, a menudo me pregunto si mis vecinos, compañeros, conciudadanos, han visto las mismas cosas, han estudiado las mismas lecciones, han ido a los mismo colegios que yo...

miércoles, 10 de diciembre de 2014

La constitución

Afirmar que la constitución española es democrática es desconocer en profundidad el proceso por el que se llevó a cabo dicha constitución y además desconocer profundamente cuáles son los rasgos distintivos de una democracia representativa de corte liberal.
En cuanto al primer punto, la Constitución de 1978 fue elaborada en secreto por representantes de partidos en unas cortes que no estaban legitimadas para ello. No hubo un proceso constituyente como tal, y al final resultó ser el acuerdo entre la élites financieras y económicas del régimen y los partidos que querían acceder al control de las instituciones. 
Para ello, y bajo la tutela de los EEUU y la socialdemocracia alemana, se elaboró una constitución que en esencia dejaba intacto el poder económico, repartía el poder político a las élites de esos partidos, colonizados por esas élites económicas, e introducían imposiciones del rey Juan Carlos I y del ejército.
A resulta de esto se llega al referéndum de la Constitución donde la gente tuvo que votar entre ese texto en el cuál se le venía impuesto sin posibilidad de rechazar la monarquía, la indivisibilidad de España, y tantos otros desmanes...y el miedo a otra guerra civil o dictadura, miedo previamente azuzado por los medios del régimen y la extrema derecha.
En cuanto al segundo punto, la constitución no es democrática si por ello tomamos como modelo la democracia representativa liberal.
No existen separación de poderes ni en ejercicio ni en origen.
Los ciudadanos no elijen a sus representantes, sino que refrendan una lista cerrada confeccionada por la ejecutiva del partido la cuál está colonizada por los intereses de la élite económica. 
Esos ciudadanos no elijen a su presidente, sino que es elegido por el legislativo, del que además forman parte habitualmente los miembros del propio gobierno. Por tanto el ejecutivo no es elegido en origen por los ciudadanos.
En la práctica el legislativo obedece al ejecutivo al existir en los diputados una disciplina del voto hacia la decisión del partido. Incluso el ejecutivo puede legislar sin necesidad de pasar el trámite del legislador mediante Real Decreto.
Si no hay separación de poderes entre el legislativo ni el ejecutivo, tampoco lo hay con el judicial cuyos órganos de control y altos tribunales están controlados por los partidos que son los que elijen a sus miembros, así como las fiscalías son elegidas por el ejecutivo.
Un proceso constituyente es símplemente un proceso donde se constituye un nuevo modelo de relación política a través de la elaboración de una nueva constitución.
Es muy complicado poner de acuerdo a los poderes fácticos sobre la creación de algo así, una constitución que guste y contente a todos, a unos y otros, ni si quiera a la mayoría de la población. Uy, pero ¿qué digo? La población precisamente es quien menos va a ser tenida en cuenta, ¿no? 

El aviso del caso Podemos está ahí. Ellos parece que quieren hacer un proceso constituyente digno. Los demás partidos deben tomar buena nota y actuar en consonancia.

Creo que una constitución que va para 40 años y que está viciada ab initio, que actualmente es mayoría la población que no tuvo la oportunidad de votarla  (todos los nacidos después de 1960), que intenta regular las relaciones de una sociedad que ha cambiado tantísimo en cantidad y calidad, con tantos sucesos que han ocurrido nacional e internacionalmente, en lo político y en lo económico, la caída de regímenes idealistas, el apogeo del capitalismo y su estrepitoso chocazo con la realidad de la mentalidad humana, que no está preparada aún para la libertad financiera porque no conoce sus propios límites y verdaderas espectativas, necesita no ya una modificación o parches aquí y allá para salir del paso, sino una redacción desde cero, bajo un prisma de la realidad nacional, de los fines, y de los medios de que disponemos. 
Una nueva constitución.
Luego vendrá la segunda parte, que se cumpla. Pero quiero creer que si se hace bien, no tiene más remedio que cumplirse. Es de cajón, y es lo primero que tiene que tener en mente el legislador, en este caso el constituyente.

las pequeñas percepciones


"Hay signos a millares que hacen pensar que en todo momento existen
en nosotros infinidad de percepciones, pero sin apercepción y sin reflexión,
es decir, cambios en el alma misma de los cuales no nos damos cuenta,
porque las impresiones son o demasiado juntas, de manera que no tienen
nada que permita distinguirlas por separado, pero aunque estén unidas a las
otras no por ello dejan de producir efecto y de hacerse notar en el conjunto,
aunque sea confusamente.

Así es como la costumbre da lugar a que no pongamos atención al movimiento de un molino o a un salto de agua cuando desde hace algún tiempo hemos vivido al lado. No se trata de que dicho movimiento no impresione siempre a nuestros órganos, y que a continuación no ocurra en el alma nada que responda a dichas impresiones, en virtud de la armonía entre el alma y el cuerpo, sino que esas impresiones que se dan en el alma y en el cuerpo, privadas de los atractivos de la novedad, no son lo bastante fuertes como para atraerse nuestra atención y nuestra memoria, ocupadas en objetos más llamativos.

Toda atención exige memoria, y a menudo, cuando no estamos suficientemente advertidos de que debemos poner atención a algunas de nuestras propias percepciones actuales, las dejamos pasar sin reflexionar e incluso sin darnos cuenta; mas si alguien nos advierte inmediatamente después, y nos hace notar, por ejemplo, algún ruido que se acaba de oír, nos acordamos de él, y nos damos cuenta de que ya hemos tenido antes alguna impresión del mismo. Se trataba, por tanto, de percepciones de las que no nos habíamos apercibido en el momento mismo, sino que la apercepción en ese caso solo se producía en virtud de una
advertencia, tras un cierto intervalo, por pequeño que fuese."

"Nuevos ensayos sobre el entendimiento humano (1703-1704)"
Gottfried Wilhelm Leibniz (alemán, 1646-1716)
Filósofo, matemático, jurista, inventor, físico, diplomático, teólogo, químico,
ingeniero, historiador, autor de una obra inmensa. Buscó construir un lenguaje universal a partir de las matemáticas.

Me doy cuenta de que no estaba loco. La reflexión de esos pequeños momentos de soledad y paz a menudo me lleva a conclusiones. Me alegro muchísimo de haber encontrado, por pura casualidad, en una navegación (literal) por el inmenso océano de información que es la red, el texto de arriba, que no ha hecho sino refrendar lo que yo ya sabía sin saberlo. Paradójico o no, así es la cosa.
Es un interesante ejercicio mental la meditación, el intento casi imposible de vaciar la mente, tratar de no pensar en nada. Digo tratar porque conseguirlo es harina de otro costal. Cuando estamos en ese estado de privilegio y sosiego, oh, amigos, a menudo nos podemos centrar en pequeñas cosas, detalles que suelen pasarnos por alto. Y encontramos placer en lo diminuto, en el párvulo gesto, en lo inapreciable. Es bella tal cosa.

Anécdota: Al final de una clase de yoga, Elena, la maestra (y quiero dar a esa palabra una acepción de respeto y sabiduría que merece) nos ordenó colocarnos en la posición del diamante, cerrar los ojos y concentrarnos. Yo hice lo propio, sobre mi esterilla de color azul, ignorando el dolor en los empeines por recaer todo mi peso sobre los talones, y de repente ella me tocó con el dedo índice en mi entrecejo (que yo tenía fruncido en un gesto constreñido, aún sin darme cuenta), y abrí los ojos. Allí estaba ella, delante de mí, en cuclillas, sonriendo y diciéndome: "concéntrate en no concentrarte". Relajación, pero sin flaccidez. Serenidad pero sin distracción. Concentración, pero sin tensión. De eso se trataba.

Test Volvo V60 D4

En Tarifa y no hay viento, una vez más. A falta de ello, a otros menesteres nos podemos dedicar, también gozosos, sin duda.
Entre ellos, he podido disfrutar, y lo digo con toda la intención literal, disfrutar, de la conducción de lo último en coches "juveniles" de la marca sueca.
En un esfuerzo por cambiar el perfil de su cliente destino, en Volvo han dado un paso importante al olvidar su manida estética de caja cuadrada. Ya no hay que fabricar coches con aspecto viejuno para transmitir sensación de seguridad. Bien.
Los Volvo son coches que siempre me gustaron, tienen algo especial, pero en los últimos años han ido dando palos de ciego, y ciertos fracasos en algunos de sus modelos más asequibles, tanto desde el punto de vista estético como dinámico, habían relegado a esta marca a un puesto muy abajo entre mis preferencias, sobre todo desde que probé el S40 D (136 cv) hace dos o tres años.
Pero el V60 no tiene nada que ver. Vale, han mantenido algunas señas de identidad como las formas de la consola central que baja hasta el falso tunel de transmisión, por ejemplo, y el volante.
Volvo ha cambiado la nomenclatura de sus vehículos, o los ha recolocado, de modo que ahora, por ejemplo, lo que antes se llamaba V40, la versión familiar del S40, es el V60, siendo el V40 algo así como un S30 familiar. Un poco rollo todo esto, he perdido la perspectiva de tamaños y denominaciones.



Me gustan los familiares, ranchera, station wagon, break, avant, o como quieran llamarlos. En el argot de los foros son conocidos como "fruteros".
El coche probado ha sido la versión D4 de 181 cv y cambio automático de 8 velocidades, en nivel de equipamiento Momentum, que es el más básico. La verdad es que no he echado en falta nada importante o imprescindible.
Exteriormente ha habido una clara mejora de calidad. Buenos acabados, franquicias estupendas, ajustes dignos, sonido bueno al cerrar las puertas, llantas bonitas... Se nota, por fin, que es un coche europeo, y para europeos. Transmite una imagen dinámica, casi deportiva, y decir eso de un Volvo es decir mucho, en serio.



El morro tiene hasta una apariencia de agresividad impropia, mola. El perfil se ve compacto y aerodinámico, supongo que la caída del techo bajando hacia el maletero propicia esa sensación, igual que que la ancha cintura a la altura del eje trasero, sobresaliendo sobre la línea de las ventanillas. Los pilotos traseros tienen una forma única, especial, reconocible. Un punto de distinción en un mundo en el que los diseños de la mayoría de los coches son tan parecidos que cuando vas conduciendo tienes la sensación de que ves el mismo coche una y otra y otra vez. Cuando ves un V60 no puedes evitar fijarte en él.
Lo han conseguido. Han dado en el clavo. El anterior V40 era anodino, aburrido, soso. Este V60 es bonito, brioso, denota personalidad en quien lo conduce. Repito, mola.

Pasemos al interior.



Un cuadro de mandos vanguardista, limpieza de líneas, materiales agradables al tacto y a la vista. Nada desentona, nada fuera de lugar. Nada espectacular, pero tampoco ridículo ni difícil de manejar. Las plazas delanteras muy bien. Las traseras, para dos adultos, perfecta. Para tres no tanto. Eso siempre y cuando no sean muy altos los que van atrás, por culpa de la pendiente descendente del techo.
Una vez más, buenos ajustes, y una insonorización sobresaliente aunque apuremos las revoluciones del motor que usa combustible de ese que se utiliza para las calderas. Exento de vibraciones y ruidos, me dejo guiar por la programación electrónica del eficaz cambio automático, que he probado en modos normal y sport.
El coche es una máquina de tragar kilómetros, cómodo, rápido, y no muy gastón según me cuenta el dueño. En curva se maneja bien, apoya sinceramente, sin sustos ni movimientos extraños. Predecible y firme, fácil sobre todo. No tiene tendencia a subvirar a pesar el caballaje que es capaz de transmitir.
Los adelantamientos con cuatro personas a bordo son un chiste con ese D4, que igualmente frena aceptablemente, con buen tacto y potencia.

Pero todo no puede ser perfecto. Tiene el mismo defecto mortal y tremendo que el BMW serie 3 ranchera, o el nuevo Seat León familiar: un maletero ridículo. No hay más que comentar al respecto. Uno se compra un coche de este tipo por tener un maletero digno, algo que merezca la pena, sin tener que meterte en la gama superior de los V70, Serie 5, Audi A6 Avant. Supongo que por esa causa tienen tanto éxito los monovolúmenes pequeños como el Touran, el Zafira, C-Max y compañía.

Me lo compraría si no tuviera hijos, seguramente la misma versión que he probado. Un buen coche.