martes, 28 de noviembre de 2017

Solo un enemigo: el tiempo

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Como claramente resaltado consta en la carátula de la versión en lengua castellana, ganó el prestigioso premio dedicado a la ciencia ficción. No obstante, el contenido de esta novela es una ciencia ficción atípica, no nos equivoquemos. Quizá inaugura un nuevo género de ciencia ficción histórico-divulgativa, pues su principal contenido y objeto de la mayor parte de su redacción se centra en la vida de un contemporáneo sujeto, de nombre Joshua Kampa, en el Pleistoceno de hace dos millones de años, integrándose en un clan de nuestros predecesores, los homo hábilis.
Pero no es éste un viaje típico en el tiempo, sino una mezcla entre viaje astral, traslado más bien onírico, y deambular por la prehistoria lejana esquivando peligros, adaptándose, tratando de ser aceptado (aunque sea como una rareza natural). Se nos presenta un entorno salvaje del Africa oriental de forma bastante realista, aunque tampoco es que se profundice, o quizá es que no ha cambiado tanto quitando aparte la extinción de algunas especies animales y el surgimiento de otras, entre ellas el homo sapiens.
Mientras se cuentan sus aventuras al otro lado del tiempo, se hacen flashbacks ( o no sabría si llamarlos flash forwards en este caso, curioso ) contando el origen traumático de nuestro protagonista, que radica en Sevilla, oh maravilla. Por avatares de la vida de su madre, acaba siendo adoptado por la familia de un militar estadounidense entonces destinado en la base de Morón. Su vida es un poco triste, con poco apego por lo material, muchas dudas existenciales, y ninguna fe prácticamente en nada.

Poco a poco vamos siendo testigos de su cambio vital, de la aceptación de su rol, de una manera de ver las cosas, la vida, de un cambio en su escala de valores... todo va cobrando sentido a medida que transcurre su estancia pleistocénica.

Finalmente, vuelve al presente, ¿o era el futuro?, y lo hace muy cambiado, con nuevos objetivos y deseos, quizá más primitivo (inevitablemente) pero también mucho más sabio.


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Para muchos, esta obra es de una maestría casi intolerante. Yo no creo que sea para tanto. Puede resultar entretenida hasta cierto punto, pero a mí realmente no me ha enganchado con locura, ni me ha producido sensaciones empáticas, ni me ha emocionado. Podía no haberla leído y seguir igual, de verdad. pero en fin, cada uno tiene sus expectativas, supongo.
No me malinterpreten, no es mala, y los números cantan (aunque siempre se puede decir aquello de "mil millones de moscas no pueden equivocarse..."), solo que pienso que, objetivamente, hay muchas novelas que la superan en su mismo campo.

Con esta lectura finalizo por ahora mi serie dedicada a viajes en el tiempo. Sigo indagando en interesantes escritos de ficción científica.

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