Gira en torno a Dave Lizewski (Aaron Johnson), un estudiante de instituto que pasa inadvertido entre sus compañeros, sobre todo las chicas. Incluso corre el rumor de que es gay.
Apasionado de los cómics, un día concibe la idea de convertirse en un superhéroe, aunque no tenga superpoderes, no haya seguido un duro entrenamiento y ni siquiera tenga una razón de peso para ello. Pero la vida de Dave cambiará para siempre cuando conozca a un par de locos vigilantes: la terremoto de 11 años Hit Girl (Chloë Moretz) y su padre, Big Daddy (Nicolas Cage). Asimismo, forja cierta amistad con un joven que supuestamente también lucha contra el crimen, Red Mist (Christopher Mintz-Plasse). Y cuando todos se tengan que enfrentar al jefe de la mafia local, Frank D'Amico (Mark Strong), sus alianzas y sus verdaderas habilidades serán puestas a prueba.
Absolutamente ridículo |
El film es una sucesión de gags escabrosos y/u obscenos, típicos de peli para adolescentes -como mi edad mental es reducida, pues resulta que me hacen gracias, juas-. Se deja ver con cierta fluidez, aunque el verdadero prota, a mi entender, no es Kick-ass, sino Hit Girl, enseñada por un padre obsesionado con los métodos violentos y las armas. En ese punto me ha recordado -salvando las distancias, claro está-, a "Leon, el profesional". La niña es una sicaria letal, una jodida asesina sin escrúpulos, hábil, eficaz, rápida, letal e infalible. En cambio, el tal Kick-ass es un puto desastre, y presenta todos los síntomas de Spiderman: es un absoluto torpe en la vida "civil", incapaz de ligar a la chica de sus sueños, y cuando se pone las mallas verdes la cosa parece que cambia, aunque no mucho...
La verdadera protagonista |
Le voy a dar un siete, sobre todo por la original historia de héroes y antihéroes. Recomendable, aunque no para niños.
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