domingo, 16 de enero de 2022

Singletracks y on the road

Terminé el año y comencé otro con cierta actividad ciclista. Amo los velocípedos, todos, campo y carretera me atraen por igual, y paso buenos e inolvidables momentos sobre cada una de mis variadas monturas. Me siento afortunado por poder tener varias bicicletas distintas, y poder usarlas fácilmente saliendo prácticamente pedaleando desde mi propia casa.
Dejo ahora unas cuantas imágenes de mis últimas salidas, y comentarios sobre algunas tareas mecánicas realizadas recientemente y los porqués:
Esta fue la última ruta con la monstercross, que cada vez he ido civilizando más, adaptándola a rutas más light, más pisteras. Esta es una modalidad a la que me he ido apuntando a mi manera, con el reciclaje de mi Kona Explosif, y que me está dando ciertas satisfacciones, primero con las cubiertas de mtb de 2 pulgadas que ya tenía, y después con unas gomas mixtas de 1'75 y dibujo más liso por el centro, pero algo pesadas porque en realidad son para trekking o uso urbano, lo que las penaliza mucho en una actividad algo más lúdico-deportiva, que es lo que yo busco:


Con la Emonda hice un par de rutas "inclementes", en una me llovió y tuve viento de cara a la vuelta, pero salí bien contento porque la verdad es que esa bici me gusta mucho mucho. En la otra, un asalto al pueblecito El Madroño desde el embalse del Corumbel, junto a La Palma del Condado, bajé un puerto helado, y cogí un frío en el cuerpo que me tuvo dos días con dolor de garganta.


En cuanto a senderos y pinos, me veo obligado a coger el coche para llegar al sitio, ya que han cortado para más de un año el puente que comunica la ciudad de Huelva con la cercana Aljaraque. Aún así, me gusta al menos una vez a la semana acercarme a visitar la zona y comprobar el estado maravilloso que tienen los caminitos en esta época del año, y lo bien que se mantienen gracias al poco uso (precisamente por lo del puente cortado). Me pregunto a qué se dedicarán todos esos ciclistas que ahora no vienen a estos sitios.




Lo último que hice, ayer mismo, fue acercame a Cartaya y rodar por el enduro que lleva el mismo nombre. Hace quince años venía aquí todas las semanas, y me congratula comprobar que se mantienen las zonas en casi perfecto estado a pesar del boom de ciclismo y de motos de campo. Incluso he podido ver nuevos senderos que me gustaría investigar, pues la zona merece mucho la pena por tener un tipo de suelo cojonudo, no tan arenoso como los pinares de Aljaraque y El Portil, con gran agarre, y se necesita de cierta técnica para superar los numerosos obstáculos en forma de piedras y lajas que encontraremos.



En esta última salida me quedé sin freno delantero, y el trasero casi casi también. Ya me ocurrió la última vez que usé mi sufrida Da Bomb, que tengo desde 2007 creo, y tuve que sangrarlos y hacerles una puesta a punto desatascando y limpiando pistones... pero se ve que sus Hayes Nine ya han dado todo lo que tenían que dar. Eran los frenos que traía la Kona Stinky que me trajeron los Reyes Magos de 2005, y creo que tantos años de descenso, freeride y enduro han terminado por finiquitar sus posibilidades. Con no poca tristeza y perplejidad los he desmontado y tirado a la basura, por fin. Tenía en una caja guardados unos tremendos Hope M4 y M2, que tras unos años guardados como oro en paño, he decidido montar en esta bicicleta que me resisto a cambiar, y que he ido montando, desmontando y vuelto a montar a base de lo que había en el cajón de sastre, y de ahí su variopinto montaje, pero la verdad es que no dedicándole ya tanto tiempo al enduro, casi no me merce la pena invertir en ella.
Antes:

 

Después: 
Bomba con maneta regulable tanto en alcance como en distancia de las pastillas al disco, todo en CNC.




Pinza delantera de cuatro pistones, como si de una moto deportiva se tratara, tambien en CNC. La trasera es igual pero de sólo dos pistones, no hace falta más.



Por último, busqué unos neumáticos más ligeros para la Explosif, y encontré estos Schwalbe CXpro, en principio son las versión para 26¨ del mismo modelo para bicis de ciclocross, en anchura de 35 mm, que no llegan a los 400 gramos cada una, lo que unido a las cámaras específicas para esa medida han pegado un buen pellizco al peso global, que ha quedado en unos sorprendentes 10550 gramos, sobre todo teniendo en cuenta que no tiene ningún componente exótico. Estoy deseando probarla en su medio, y comprobar con el tiempo la duración y "comodidad" de estas ruedas:





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