sábado, 16 de enero de 2021

Se viene nuevo proyecto

 En 2011 cogí una vieja Kona de 1993, le cambié el manillar por uno de carretera, y acoplé el cambio trasero como buenamente pude, todo ello narrado aquí. Le puse de nombre "frankenbike". 

En 2015 surgió una "nueva modalidad" de bicicletas, algo así como una evolución de las ciclocross, pero no tan de competición, más para rutas de larga distancia: geometrías relajadas, mayor comodidad, capacidad de carga por tener roscas y lugares para acoplar equipajes...

Poco después comencé a ver las primeras "monster cross" en las redes. 

¿Soy un visionario? ¿Un experimentador? ¿Un aburrido que no sabe ya qué inventar para encontrar motivación para rodar más y más?

Dado que tengo dos bicis singlespeed cuyo uso voy turnando por temporadas, se me ha ocurrido reconvertir una de ellas a monster cross, todo en plan low cost total. Más adelante, si el concepto me engancha, lo aprovecho de verdad, y me mola, quizá la vaya mejorando como corresponde, pero en principio usaré exclusivamente componentes que tenga por el trastero.

La elegida es mi Kona Explosif de 1996, cuadro de acero, por supuesto. Le montaré el mismo manillar que en 2011 usé en la frankenbike. Un monoplato es lo más adecuado, ya tengo un plato chino de 36t, y le meteré el cambio trasero y mando que le he cambiado recientemente a la Scalpel. Pero como el mando de mtb no entra en el manillar de carretera (22'2 mm vs 24 mm de diámetro), me llevará unos buenos ratos de lima comerle material para que entre. A ver si no desgracio nada y termino pudiendo adaptarlo.

He tenido que desencintar el manillar para subir los frenos y poder meter el mando del cambio, así que una de las pocas cosas que tendré que comprar es una cinta nueva, una pequeña inversión. Una pena tener que deshacerme de la bonita cinta Brooks en color caramelo.

Ruedas tengo unas LX para V-brake por ahí. 

En fin, tengo cierta ilusión en esta historia, y algún que otro proyecto en mente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comente, quédese a gusto, pero si firma como anónimo nadie lo verá.