lunes, 23 de marzo de 2020

Confinado, 6

Días 22 y 23 de marzo.

El sábado comencé a ver en YouTube la temporada del Campeonato del Mundo de Superbikes. Vi las dos primeras rondas, Philip Island en Australia, y Donnington Park, en Reino Unido. Hoy  he visto Assen en Holanda, y Monza, Italia. El interés en verlo es, sobre todo, porque fue el último mundial que ganó Ducati, y que me lo perdí porque entonces yo pensaba en casi cualquier cosa... menos en las motos.
La vida da muchas vueltas, y un escorpión es un escorpión.

Y el domingo 23, cuando se cumple una semana de confinamiento oficial, aunque en mi casa lo empezamos ya un día antes, Pedro Sánchez, en una más de sus convocatorias que parecen un calco del lamentable Aló Presidente de Hugo Chávez, con un discurso enlatado y posterior ronda de preguntas y respuestas preparadas por su gabinete particular, nos anuncia la prórroga de 15 días más del estado de alarma. Era crónica de un hecho anunciado, lo inevitable, y seguramente se vuelva a prorrogar más adelante. Veo estupefacto y ojiplático cómo no son pocos los casos de incumplimiento no ya de las más elementales recomendaciones, sino de la consciente y deliberada desobediencia de las órdenes de la autoridad. España es como es, y eso no lo cambia ni una Guerra Civil, ni una crisis económica, ni lo va a hacer ahora el Covid-19. 

Pero aún así, la gran mayoría es consciente de la gravedad del asunto y es colaboradora.

Aparte de embarcarme en la lectura de un nuevo libro, el segundo volumen de "El siglo del socialismo criminal", estoy visionando en Netflix la serie "Dark", una producción alemana que juega con el concepto del viaje en el tiempo y sus paradojas en el seno de un pueblecito de la Alemania profunda, cuya acción se desarrolla durante los años 1953, 1986 y 2019, y en la segunda temporada se amplía a 1920 por abajo y 2052 por arriba (obsérvense los saltos de 33 años entre fechas), en torno a las relaciones entre las diferentes generaciones de sus habitantes. Un ambiente oscuro, con la presencia opresiva del bosque que rodea a la pequeña localidad, casi siempre lloviendo, una central nuclear, y unas galerías de túneles de una antigua mina de carbón, son los ingredientes que aderezan, junto con una banda sonora muy cuidada, buenos actores de todas las edades, y un guión que puede parecer un poco lioso pero que poco a poco te atrapa en su enrevesada trama.

Lunes, comienza otra semana. Me desplazo en moto, la KTM, para ir a la oficina. La calle parece más vacía, más silenciosa... con la rara y lamentable excepción de la obra de tres edificios que tengo justo frente a mi casa, algo inexplicable para mí. Me disgusta esa diferencia de trato, y siempre he defendido que la peor discriminación que se puede hacer es la positiva. En fin, esto le explotará a alguien en la cara en algún momento, espero.
En el trabajo, hemos logrado una máquina bien engrasada en la que nos compenetramos y quiero pensar que lo llevamos bastante bien, dando servicio (que es de lo que se trata), aunque también veo aquí una diferencia de trato con el resto de servicios públicos, pues Ayuntamiento, Diputación Provincial, Delegaciones de la Junta, permanecen totalmente inoperativos, por poner un ejemplo (gran encogimiento de hombros por mi parte cuando digo esto).

Cuesta trabajo escribir, aportar algo, cuando todos los días son tan parecidos, y es difícil transmitir novedad o interés. Mi única recomendación es que aprovechen para leer y hacer ejercicio de cualquier manera que se les ocurra.

Abrazos.

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