miércoles, 6 de marzo de 2019

Serpiente del sueño

Vonda N. Mclntyre obtuvo los premios Nebula (1978), Hugo y Locus(1979) con esta novela de pretendida ciencia ficción, que no deja de ser una historia de aventuras del género de la fantasía. 

La novela parece dirigida a un público, si no infantil, sí al menos adolescente. No más. Aunque detrás de esta somera percepción inicial, y analizando un poco más profundamente los hechos narrados y las circunstancias en que tienen lugar los acontecimientos, los sucesos que llevan a la protagonista a viajar de un lado para otro, sus relaciones con los demás personajes, etc, nos damos cuenta de que subyace una cierta ideología de género.
No en vano, la autora es una reconocida activista por los derechos de la mujer, y se nota por su valentía y audacia al poner a una en el papel principal de la obra, en el tratamiento que se da a la actividad sexual (tomada como algo libre, sin necesidad de compromiso y con una cierta promiscuidad libertina), pero sobre todo en dar al hombre un papel de personajes secundarios evidentes y, en todo caso, los malos son siempre del sexo masculino. Curioso, cuanto menos.

Serpiente, que así se llama nuestra heroína, es una "curadora" en un mundo postapocalíptico, que pertenece a una casta dedicada a la práctica de la medicina, para lo que tiene que usar tres serpientes distintas de cuyos venenos se aprovecha para sus fines. En un planeta asolado por un desastre nuclear hace mucho tiempo, no hay sociedad, sino pequeñas tribus, y alguna ciudad que otra (que se rigen por el sistema de ciudad-estado). Hay también, signos de tecnología de origen extraterrestre, pero nunca aparece ningún alienígena ni es posible el contacto con esos seres.
En una intervención para sanar a un niño, los miembros de su tribu matan una de las serpientes de la curadora, del tipo "serpiente del sueño", de origen alienígena, cuya especie tiene unas características muy especiales sin las que no puede seguir ejerciendo su profesión. Comienza así un viaje en busca de una serpiente del sueño sustituta, empresa árdua ya que son escasas.

Supongo que la historia gustó en su día por el contenido feminista, pero poco más. El argumento es pueril, el desenlace es absolutamente previsible, las conclusiones o enseñanzas... nulas.

Bajo mi punto de vista, se puede leer como curiosidad, pero en general lo considero prescindible. Una pena. 

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