jueves, 21 de febrero de 2019

Cronopaisaje

Gregory Benford puso a nuestra disposición en 1980 esta obra que ganó el premio Nebula del mismo año, entre otros.

La novela, escrita por un señor que es físico, profesor de universidad, tiene tintes "hard", nos quiere introducir en la profunda física de partículas subatómicas, y nos explica lo que puede para que más o menos lo podamos comprender. Muchas cosas nos suenan a chino, y la verdad es que uno no sabe si parte de lo que se dice es real o mera ficción...

El caso es que la acción se desarrolla en parte en 1998, que es el futuro (téngase en cuenta la fecha de publicación), y en parte en 1962-63. En el futuro, en que el planeta está inmerso en una tremenda degradación del medioambiente, un científico investigador en Cambridge intenta enviar un mensaje al pasado para avisar de ello, para que se tomen medidas que puedan salvar la ecología a tiempo, y para ello se emplean "taquiones", una partícula capaz de viajar más rápido que la luz. Sí, así es. Se configura el tiempo más como una constante que como un contínuo, es algo raro a priori, y poco intuitivo de comprender, pero los tiros de la física van por ahí. En el pasado, 1962, hay otro grupo de investigadores en California que, en el seno de unos experimentos, reciben entrecortadamente los mensajes, y tienen que convencer a sus colegas de que vienen del futuro y nos están avisando de algo.


Bien, la novela se hace un poco difícil de leer sobre todo por su carácter de ciencia ficción hard, como se ha dicho. Además de los numerosos personajes y las relaciones entre ellos y sus respectivas parejas e incluso otros familiares, las numerosas explicaciones físicas hacen que la lectura sea farragosa y lenta, y a ratos casi se pierde la atención y la motivación. No es una novela de acción, sino más bien entregada a contar las intrigas y las luchas en el seno de los departamentos de investigación de las facultades universitarias, constantemente acosadas por la espada de damocles de la financiación, la carrera de ratas en que se convierte la adquisición de poder y renombre, etcétera.

Debo decir que su lectura me dejó un poco frío, y que no la volvería a leer, y aún así he dejado pasar unos días desde que llegué al final para ver la reacción que su poso ha dejado en mí. Ahora la recuerdo con otros ojos, y creo que el tema tratado es interesante, pero no se ha expuesto de forma amena y entretenida. Creo que una novela de ciencia ficción debe, sobre todo, entretener, y ésta no lo consigue, aunque tenga otros méritos.

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