jueves, 23 de febrero de 2017

Es lo que hay

Mis capacidades de mejora, mantenimiento, arreglos... tienen un límite técnico. 
Siendo un ser humano estudiado en letras puras, y licenciado en Derecho, mi bagaje sobre mecánica, tuning, etc se lo debo fundamentalmente a la lectura de miles de revistas y artículos, amén de varios libros sobre el tema que han pasado por mis manos, e incluso atesoro algunos en mi biblioteca particular.
Pero hay cosas que por tiempo, dedicación especial, o espacio, no puedo ni quiero hacer. Y ahí es cuando tengo que recurrir a ayuda o colaboración externa, mejor si es profesional, pagando, claro está.
Y con mi recientemente adquirido colín monoposto me dirijo a al taller de chapa y pintura de un conocido con todo lo que se puede ver en esta imagen a continuación (todo menos el deleznable escúter, tan deleznable como cualquier engendro asqueroso de ruedas chicas y chasis monocasco de esos, qué grima, por dios):


El "kit" se compone de: cubierta monoplaza en dos piezas original (la mitad delantera en fibra de carbono), juego de adhesivos originales que deben ir colocados en los dorsales, y pieza de mi máquina para que tomen referencia y ejemplo para sacar el color (en este caso un intermitente derecho). 
Lo dejo todo en manos del taller.

Al día siguiente recibo mensajes del encargado de hacer el trabajo: demasiado complicado, mucha tarea, muy delicado de hacer bien... mejor me recomienda otro amigo suyo que se dedica a la aerografía. 
Bueno, no hay que hacer sangre. La culpa es mía por llevarlo a un taller de extrarradio dedicado a chapa y pintura que trata con el jugoso negocio de los seguros: trabajo fácil en la mayoría de los casos, y que se paga sin problemas (tarde, pero se paga, supongo), sin el engorroso asunto del trato con clientes particulares. Visto así, lo mío es un marronazo. Entonces, ¿por qué lo coges, por qué me mareas?

El tener una moto amarilla en vez del típico rojo, tiene estas cositas. 

No hay prisa, relativamente. Mejor un trabajo bien hecho, para una moto que poco a poco quiero ir convirtiendo en algo especial. Ya lo es, de hecho, pero puede serlo mucho más con pequeños detalles, y un subchasis también original en aluminio, con su colín adecuado, sube muchos enteros a nivel estético. ¿Y no se trata también de eso, hablando de motos? La estética lo es casi todo en una moto, y más en una deportiva, y más en una Ducati, y más en una Terblanche.

En fin, cuando uno se pone en manos de un tercero, sabe cuándo empieza, pero nunca cuándo acaba. 

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