domingo, 18 de diciembre de 2016

Ocasión navideña.


Cualquier ocasión es buena para reunir a un grupo de aficionados a lo que sea. Por ejemplo, a dar vueltas en moto por el campo, de forma más o menos civilizada, eso sí.


Lo que se ve al fondo, esas pequeñas montañitas, es Portugal, un paraíso para muchas cosas, deprimente en otras. Cosa que, por otro lado, ocurre en todas partes y a este lado del Guadiana no es diferente.


Tres BMW, dos Yamahas, una Zuzuki y cuatro KTM. No es mal conjunto, motos tan dispares que han pasado por los mismos sitios demostrando sus capacidades, y las de sus pilotos.


Parte de la expedición en el meeting point previo a la salida. Sin prisas, ya que la misión era llegar a Sanlúcar de Guadiana para almorzar, y después volver tranquilamente por carretera.

Sentados en el punto de destino, dos de los tres pedros de la reunión. Detrás de nosotros nos contempla Alcoutin. Se nos ve tristes y aburridos, lo normal.


Tantas motos, tantos kilómetros de charcos, barro, piedras... acaban haciendo mella en la mecánica, y esta vez le tocó a la 800 de Diego. Nada importante, cositas de la electrónica que se subsanaron fácilmente con las sabias manos del ingeniero del grupo. La ironía más grande, un tipo con equipación completa austríaca echando un cable a una bayerische. Las leyendas negras se siembran no se sabe dónde ni cuando, pero los frutos se recogen constantemente en los foros de opinión, aunque yo siempre digo que el movimiento se demuestra andando, y que unos tienen la fama y otros cardan la lana...



Sea como fuere, eso le pudo pasar a cualquier moto, y que fue un asunto de mala suerte, pero el dueño de la BMW estaba realmente contrariado, y enfadado por la actitud del grupo merced a sus últimas declaraciones. Lo achacaremos a cosas de la tensión del momento y un susto más que tuvo a la vuelta.
No todo va a salir perfecto siempre, y los fallos y averías ocurren desgraciadamente. Ponemos a estas máquinas al límite en muchas ocasiones, y es cierto que el 99% de las ocasiones responden a la perfección. No se puede echar por tierra el nombre de un fabricante, o la actitud de un compañero, por un suceso aislado.
Pelillos a la mar.

No comimos mal, entre risas y birras, como siempre. Un poco de fresco sí que hizo, pero el día fue fantástico en general:



Me llevé la gopró, pero no me di cuenta de que estaba en modo de foto continua cada dos segundos, en vez de el modo grabación de video... He tenido que ver más de 2700 fotos casi iguales, para al final hacer una mísera selección que les dejo seguidamente:

Bully y yo anduvimos perdidos del grupo unos kilómetros

Al final nos estaban esperando más adelante. Habían cogido un atajo desviándose del track. El miedo es libre.

Contraluz entre pinos para adivinar a Maqui con su maxi 990 abriendo las aguas. El Moisés del trail.

Un lujo contar con tu compañía, fenómeno!!!

Efecto túnel

Echando una mano a Lillo para subir por una rampita complicada

Se mascaba la tragedia con la 800. La combinación barro+rámpa húmeda en sombra...

Hay que hacer piña

Me uno al pelotón remolcador

Agua en los caminos por doquier, la tónica general





¿Habrá sido la última del año? Quedan pocas oportunidades, es cierto, pero nunca se sabe.

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