lunes, 18 de enero de 2016

Extraño día de surfkite.

A pesar de un cielo despejado (o quizá por ello mismo), a duras penas el termómetro marca 10ºC cuando aparcamos en Punta del Moral. Es la tercera que vengo aquí a navegar. Y tengo buen recuerdo.

Es uno de los dos o tres sitios en la provincia en que se puede hacer algo con Levante, y aunque bien es cierto que esta vez no era un Levante puro y duro, el componente Noreste invitaba a probar suerte. Era aquí, o en la Ría de Punta Umbría. O ya ir a Faro, sumando un porrón de kilómetros...


Empezó la cosa dubitativa, con viento para cometa grande, muy racheado (propio del Norte), que lo mismo íbamos pasados que se nos caía la cometa. Y el frío. 
Ese frío que hizo que Manu se saliera sólo tras media hora de ir y venir a duras penas y sin disfrutar mucho, la verdad. Aguantó un poco en la orilla para ver si entraba en calor. Pero el viento subió bastante, prácticamente se duplicó, y no sentía las manos, y tenía los dedos de los pies montados unos encima de los otros. De modo que se fue al coche a cambiarse por ropa seca y abrigada. Yo aproveché que subió la intensidad y me metí con la 9 metros, y a partir de ahí fue un no parar de disfrutar. La marea baja proporcionaba un mar "calmado", y quiero decir con esto que no había mucho movimiento salvo unas series de olas más o menos ordenadas, y tanto más limpias cuanto más cerca del espigón.


Poco a poco la playa se fue llenando de gente venida de toda la provincia, pero sobre todo de Isla Cristina, Isla Canela... Buen rollo y espacio de sobra para todos.
En definitiva, tuve una sesión muy gratificante, pues ese viento me permite surfear de izquierdas, que es mi lado natural bueno, y una rareza en Huelva, la verdad.


Bueno, como Manu se aburría, me sacó este videograma con un teléfono a modo de tomavistas viejuno, que no se ve muy bien por estar lejos en la orilla, y la lente rayada, pero menos es nada:


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