martes, 4 de agosto de 2015

Colapso


Día: domingo sobre las 11:30
Lugar: playa de Nueva Umbría, a la que se accede desde El Terrón, término de Lepe, mediante un carril en muy mal estado, lleno de enormes agujeros, descarnado de asfalto, y estrechándose al final.

Los veraneantes domingueros se obcecan en llegar hasta la misma orilla montados en sus latas con aire acondicionado. Es una costumbre muy española esa de querer llegar montado en coche hasta la misma puerta de la iglesia, del gimnasio, del bar, del trabajo o de la tienda. Y claro, el caos ocasionado es lamentable, pero lo es precisamente por su propia evitabilidad (si es que tal palabro existe).

En la imagen podemos ver un auto incapaz de salir del atolladero en el que se ha metido, en forma de trampa de arena. Pero no podemos ver lo que queda detrás del fotógrafo: un atasco monumental en una vía con coches aparcados a ambos lados donde cabe un electrodoméstico a ruedas circulando de puro milagro. Claro, llega al final, se encuentra con el panorama, y ahora a ver ¿cómo vuelve por donde ha venido? Para empezar lo tiene que hacer marcha atrás. Después tiene que ir peleándose con todo el que se encuentra de frente (o de culo, en este caso), para también recule a su vez... La locura padre. 

En mi posición de espectador privilegiado, que sólo pasaba por allí para conocer esa playa, a lomos de mi magnífico artefacto, observaba esta escena entre sorprendido y divertido. 

En fin, supongo que se habrá repetido en innumerables lugares ese mismo día. Y se seguirá repitiendo domingo tras domingo, año tras año, vida tras vida.

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