martes, 19 de mayo de 2015

física aplicada

Algunos compañeros de pandorguismo acuático se obstinan en aguantar lo máximo posible cuando navegan con sus cometas de low wind.

Me refiero a aguantar por arriba, cuando el viento sube. Eso es un error.

CRASO ERROR, diría yo.

Jugar con fuerzas que no comprendemos y que no dependen de nuestra voluntad puede traer nefastas consecuencias, sobre todo en estadios iniciales de aprendizaje, cuando confundimos conceptos como potencia y sustentación, ignoramos absolutamente la existencia de algo llamado viento aparente, desconozcamos los diferentes rumbos y sus peculiaridades aplicadas a un artefacto traccionado por una cometa, y además tengamos poco dominio de la técnica más básica para reaccionar en situaciones de pánico o peligro.

No es difícil ver a uno de estos sufridos aprendices en postura poco idónea, con los brazos y los hombros totalmente estirados y el culo rozando el agua con el cuerpo en ángulo recto (llámese a esta postura "cagando vinagre"), cuando el viento sube unos nudos, y lo que antes era un placentero paseo al albur de una agradable brisilla marina, se ha convertido en una odisea de tintes homéricos por aguantar lo inaguantable, con serio riesgo para él, y claro está, para los que le rodean.

¿Por qué se produce este efecto?

Simplificando la cosa, para no marear al sufrido lector (para dos o tres que verán esto, no quiero tampoco espantarlos a la primera de cambio...), despreciaremos a priori algunos factores que modifican (normalmente amplificando) el efecto que describiré.
Deben ustedes saber, ya que algunos se dedican a practicar esa riesgosa actividad del kitesurf, con qué estan jugando, y actuar en consecuencia, con cabeza, prudencia y, ante la duda hay que salirse del agua. Eso es norma general. También es norma general, desgraciadamente, que nadie escarmienta en cabeza ajena...

La fuerza del viento, llamémosle así por ahora, aumenta con la intensidad del mismo. Esto es fácil e intiutivo de comprender. A más velocidad de viento, más potencia tendremos que manejar. Pero esta potencia no aumenta linealmente, sino que es una función potencial: la potencia aumenta con el cuadrado de la velocidad.
Ejemplo práctico ilustrativo: pongamos que estamos navegando con una cometa de 17 metros (aunque ahora este dato es meramente informativo, pues en nada influye en lo que viene a continuación) con un viento de 10 nudos estables. Para comprender mejor la potencia que tenemos, sin entrar en tecnicismos físicos, digamos que tenemos una potencia de 10²=100 nukites (término que me acabo de sacar de la manga para denominar la potencia que los nudos proporcionan a la cometa, olé, porque yo lo valgo). Ahora bien, si el viento sube a 15 nudos, tendremos que gestionar una potencia de 15²=225 nukites!!!
Eso es más del doble de lo que llevábamos tan tranquilamente.
Pero el problema es que una cometa tiene un rango de uso, que viene dado en gran medida por su depower, esto es: la capacidad de dejar pasar viento sin generar potencia alterando el ángulo de ataque de la cometa, de modo que no se produzca una diferencia de presión entre el intradós y el extradós tal que tirando de nosotros traccione menos. Hablando en plata: que soltando o alejando la barra de nosotros, el kite se despotencie. Manejar una cometa al filo de la "despotencia" no es adecuado porque no está diseñada para ello: girará mal, se vuelve lenta e impredecible, la transmisión de potencia se vuelve un todo o nada (típico on-off), y tenderá a colocarse en el cénit. Amén de que no existe la cometa que quede absolutamente "muerta" con el simple manejo de la barra, es decir, que siempre quedará potencia residual, y puede bastar esta potencia residual para sacarnos de nuestras casillas y control.
Nos habremos salido del rango para el que está diseñada. En el peor escenario, podemos perder el control, romper el material e incluso nuestra propia crisma.
Quiero que quede claro que hay más factores que modifican este comportamiento, como el tipo de tabla que usemos, la capacidad técnica del rider, el modelo de cometa, el estado de la mar...

Un simple avance en velocidad del viento, producido por el viento aparente que tiene lugar cuando navegamos, puede fácilmente elevar la potencia a grados insostenibles. Pasa, y es comprobable, cuando estamos en la orilla, levantamos la cometa y decimos "está fuerte, pero esto lo aguanto yo", y vamos al agua. Pero en cuanto cogemos algo de velocidad comprobamos que no podemos continuar, la potencia se ha multiplicado... claro, es la función del cuadrado de la velocidad. El que antes con 15 nudos en la orilla percibía 225 nukites, es fácil que navegando esté generando un viento aparente de 18 ó 20 nudos... hablamos de potencias entre 324 y 400 nukites!!! que es cuatro veces más que cuando íbamos tranquila y adecuadamente disfrutando con 10 nudos (que es, además, el viento para el que está pensada y diseñada la cometa de 17 metros).

Una comparación válida sería comprar un Seat Ibiza y meterle un motor de un Ferrari sin cambiar nada más (ni frenos, ni ruedas, ni suspensiones, ni geometrías de chasis, ni reparto de pesos...). El experimento sólo puede acabar de un modo: mal.

Es muy fácil, y no nos llevará más de diez minutos, salir del agua y montar una cometa más pequeña con la que, está comprobado, no sólo iremos más seguros, sino que disfrutaremos mucho más. Es mi consejo. Ahora que ya sabéis la causa, actuad en consecuencia.

Todo lo dicho era pensando en las enormes cometas de vientos flojos, de medidas entre 15 y 18 metros, aunque cada vez se ven más incluso de 19 y hasta de 21 metros. Fundamentalmente, el efecto de multiplicación de los nukites es tanto más acentuado cuanto menores sean los valores de inicio. Esto, simplemente, es matemáticamente así.
Con vientos más fuertes y partiendo de cometas más pequeñas, las diferencias se van volviendo menores, pero claro, la física es la física, y aunque cada vez es más difícil salirse del rango, hasta que no andamos sobre los 30 nudos, es muy posible que tengamos que seguir cambiando de cometa cada vez que el viento aumente.

Ejemplo práctico ilustrativo para mayor comprensión del concepto: con 30 nudos manejamos una potencia de 900 nukites, y con 35 nudos pasamos a 1225 nukites. Proporcionalmente, el aumento de potencia de 10 a 15 nudos (un 125% más) es muy superior al aumento de 30 a 35 nudos (que no llega a un incremento del 37%).

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