lunes, 4 de marzo de 2013

plegable!!

Siendo yo un chaval, la segunda bici que poseí fue una G.A.C. de paseo, plegable. Era muy muy muy pesada, tenía transportín y hasta luces, delante y detrás, cuya electricidad era suministrada por una dinamo que iba a la rueda delantera y que, cuando estaba conectada, era insufrible por el freno que suponía. De color roja, la recuerdo con nostalgia, pero también con odio.
Yo hubiera querido una Motoretta.

En fin, ayer, más de treinta años más tarde, tuve la ocasión de probar una bici plegable moderna, una de esas bicis que tan de moda se van poniendo en las grandes ciudades. Pero no se crean que fue una Brompton, que eso es gama alta y de lo mejor y bastante caras, por cierto. No.
La Monty F-19 es el objeto de mi discurso. Monty, antaño fabricante de magníficas bicis de BMX y de trialsín, tiene ahora su parcelita en este nicho de mercado moderno que son las bicis plegables, la solución perfecta para el ciudadano joven con poco espacio en su cuchitril de soltero, que le permite circular a los sitios de moda o a su lugar de trabajo de una manera ecológica y políticamente correcta.
Yo sigo prefiriendo ir en moto, y si es a escape libre, mejor aún. Es mi venganza por los fuegos artificiales de las Fiestas Colombinas, o los cohetes del Rocío, o los petardos de Navidad, o los ruidos de cláxon, gritos, algarabías, alborotos y más cohetes y petardos cada vez que el Real Madrid o el Barça ganan algo.

La Monty F-19 es una bici curiosa, supongo que como todas las plegables de ruedas pequeñas de hoy. Es muy fácil de plegar y desplegar, y tiene soluciones ingeniosas para hacer que los pedales ocupen menos espacio, y que no te rompas las uñas doblando el cuadro en tres partes, bajando y subiendo la tija del sillín, y tal y cual.
Pero a mí lo que me gusta es la dinámica de la bicicleta, y como tal, ésta cumple a la perfección. Es un velocípedo muy fácil de conducir, y pude comprobar además que simplemente subiendo o bajando el sillín, se adaptaba perfectamente a mí, a mi limitador, a mis dos cuervos e incluso a mi sobrina de seis años.
Esta cosa mola, y para muestra, un botón:

El atuendo hipster no es impresdindible, pero un jersey con coderas y una gorra para la calva ayudan un poco al rollito neo-snob, ¿o no?

Se nota que los ángulos están estudiados, y sus componentes tienen una calidad aceptable dado el uso al que va dirigido. Queda comprobar la durabilidad en buenas condiciones, y sobre todo ante un trato duro con lluvia o sol, el paso por baches sucesivos, algún choque imprevisto con bordillos y obstáculos móviles como otros ciclistas, perros y peatones desprevenidos...

La calidad no es para tirar cohetes, eso está claro, y poco más se puede pedir por lo que cuesta. La bici cumple, lo que ya es bastante, y se nota que se ha hecho un esfuerzo por hacer las cosas medio bien.
A mí, en definitiva, me ha gustado, aunque reconozco sus limitaciones de diseño y componentes, y estoy deseando poder comprobar lo que es una Brompton para flipar en serio.

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