miércoles, 5 de septiembre de 2012

Watch talk: Sharkhunter

Hace un año ya les hablé de este peluco.


J.Y. Cousteau con su Doxa Sub 300T
 Vale, hoy día seguramente no usaría ese reloj en sus inmersiones, pero es indudable que el glamour, la belleza, los logros, la historia, el diseño... todo eso pesa mucho.

Uno de mis relojes favoritos, si no la estrella de mi modesta y escasa colección, es mi adorado Doxa Sub 1200T Sharkhunter. No, no tiene nada que ver con cazar tiburones, para nada. Es la denominación para los Doxa de esfera negra, así como Professional son los naranjas, Searambler los grises, Numa los azules, y Aware el de color turquesa (espectacular).
En mi opinión, el negro es con diferencia el más elegante, y sin duda uno no se cansará tan rápido como con el típico y apreciado Doxa de esfera naranja, apreciado porque fue el primer fabricante en utilizar ese color en la esfera alegando mejor visibilidad en lo profundo.
Otras primicias fueron el bisel con los tiempos que no necesitan descompresión, según especificaciones de la Marina norteamericana, o la válvula de helio, desarrollada conjuntamente con Rolex.

Unos wristshots para ilustrar nunca vienen mal:
Muy bellísimo!!!!!
El bisel es único y típico de Doxa, de acero y grabado con su doble acabado en pulido por la parte exterior, incluyendo en naranja la profundidad en pies, y cepillado en la franja más interior, dividida en minutos.
La aguja minutera sobresale inmediatamente y salta a la vista, para indicar los tiempos de inmersión, de un rápido vistazo. Se aprecia en este primer daguerrotipo coloreado la hermosura de la caja tipo "cojín", tan típica de los años sesenta y setenta, y que caracteriza y condiciona estéticamente a esta marca.
Es ese toque retro, unido a unas características técnicas que son demasié: su robustez es tal que puede aguantar 1.200 metros de profundidas, o 3.937 piés. Y eso con sólo unos 14 mm de altura es bastante loable.
Uhmmmmm...
Me chiflan esos reflejos azulados de los buenos critales de zafiro con tratamiento AR. Me chifla la fuente que ha elegido Doxa para los números de la fecha. Son geniales las agujas tipo "dwarf", iguales a aquellas del Sub 300T Conquistador de 1967 (magnífico año, desde luego, desde el punto de vista de creaciones horológicas subacuáticas). Los índices, no cabe lugar a dudas, son muy visibles. La corona, cuyo estriado sigue el mismo patrón que el bisel, mucha atención con ese detalle que no he visto en ningún otro reloj hasta hoy, queda perfectamente integrado en la carrura cuando está totalmente roscada, que es como tiene que estar, sin necesitar aditamentos o refuerzos o guardas adicionales para salvaguardar su integridad. Otro detalle.


El cristal ligeramente curvado de tres milímetros de grosor es de una calidad exquisita, y produce ciertas y sugerentes aberraciones cuando se alcanza la inclinación que ven en esta última toma digital. Pueden apreciar que lleva un caucho original, lo prefiero para el trato marino surfero que le doy estos días frente al brazalete de granos de arroz típico de la marca que pudieron ver hace un año cuando lo presenté. Da igual, todo le sienta bien. Igualmente tengo un caucho naranja, una correa de lona tricolor negro/blanco/naranja a juego, y un cuero, todo ello con hebillas originales del fabricante.

Espero que les guste tanto como a mí, que estoy que me meo en las bragas de gusto cada vez que miro la hora...

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