martes, 28 de febrero de 2012

Una reflexión

Me vino leyendo un foro de bicis esta tarde, y no sé muy bien porqué, ya que los temas no tienen nada que ver, pero los intrincados desarrollos y enlaces cerebrales son un misterio, al menos para mí.
Disquisiciones mente-cerebro aparte, voy al tema.
Presentada poco a poco, con teasers tanto en las revistas del sector como en youtuf, la esperada nueva hiperdeportiva de Ducati, llamada Panigale, ha estado envuelta en la polémica desde el primer momento. Renunciar a cuestiones que marcan el carácter y la personalidad de una máquina así ha supuesto un revés en la opinión de los millones de ducatisti que en este mundo hay. De un plumazo se han cargado el chasis multitubular tipo Treillis, el embrague en seco, los escapes por debajo del colín, la distribución mandada por correas. Y ahora nos ofrecen una moto que tiene más aspecto japonés que nunca, lo que es el colmo.
Para mí la Panigale, y lo digo sin tener la oportunidad de verla en directo, es la maravilla de las maravillas. Ducati ya ha hecho esto antes, y siempre salen los que se rasgan las vestiduras, gente con poca visión, poca educación, poca cultura, y, sobre todo, mucha cerrazón de mente y cortedad de miras.
No obstante, y ahora viene la reflexión, también he llegado a esta conclusión:
La historia esta muy bien, y es así....
Pero la historia ya es historia, y el presente es que Ducati a dia de hoy,
es como cualquier otra marca de más o menos renombre.

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