martes, 24 de enero de 2012

Singletrack fury: bautismo

He cogido con mucha ilusión mi última creación, una Hei Hei del 94 montada a medias con componentes retro y otros menos viejunos.
El conjunto a mí me mola, sobre todo su estética de rancio abolengo. La limpieza de líneas de un cuadro de titanio tiene pocos rivales en el mundo velocipédico, quitando algún excelso chasis de acero Tange.
La ruta, que estaba prevista para cinco personas, quedó reducida finalmente a dos, los dos Pedros. Los demás fueron baja por motivos médicos, o bien sicológicos. Yo siempre he dicho que el miedo es libre.


He aprovechado la ocasión para hacer un par de tomas con la especial luz invernal, para que aprecien la belleza del objeto:


Y sí, también robé un trozo de alma de mi acompañante en ese momento, con ese engendro de BTT, que es, amén de colaborar con la causa del "MLNV", una hez con ruedas (qué asco, por diosssss):

Posando así de ridículo, y viendo el resultado aquí y ahora, se me han quitado las ganas de seguir...

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