¿Que pasa, Pedro? ¿todo bien? ¿Quizá no le gusta este watch? Le ruego complete esta entrada con los siguientes datos: 1º Si Bob lleva lumen en la lengua, para facilitar la lectura horaria nocturna 2º Sumergibilidad 3º Resistencia de la carcasa, peso, robustez de la caja... 4º Lo más importante: si fue su limitador la que tuvo el valor y vergüenza necesaria para regalarselo... Un abrazo.
El peluco en cuestión es uno de mis preferidos, sobre todo en tanto en cuanto fue regalado espontáneamente por mi hijo Pepe cuando yo le regalé a él recientemente su primer reloj serio, el legendario Casio F-91W. Con esto he contestado al punto 4º. Lo demás: 1º No lleva lumen ni en la lengua ni siquiera en el corbatín, ni contiene led o minibombillita al uso. 2º Su insumerjibilidad es notoriamente seria. 3º Peso ínfimo, robustez suficiente para aguantar diversos chocazos y descuidos de niños entre 3 y 7 años. Ultimamente no me estoy extendiendo nada con la historia y valor de los relores porque he recibido quejas sobre el coñazo que parece ser para muchos. No obstante, sobre los más interesantes seguiré aportando un poco de luz y conocimiento para esas pequeñas mentes ignorantes. Un beso, señor Víctor, y no me eche mucho de menos, no desee mi vuelta pronta que ya se sabe aquello de "cuidado con lo que deseas, se puede hacer realidad". Ahí queda eso.
¿Que pasa, Pedro? ¿todo bien? ¿Quizá no le gusta este watch? Le ruego complete esta entrada con los siguientes datos:
ResponderEliminar1º Si Bob lleva lumen en la lengua, para facilitar la lectura horaria nocturna
2º Sumergibilidad
3º Resistencia de la carcasa, peso, robustez de la caja...
4º Lo más importante: si fue su limitador la que tuvo el valor y vergüenza necesaria para regalarselo...
Un abrazo.
El peluco en cuestión es uno de mis preferidos, sobre todo en tanto en cuanto fue regalado espontáneamente por mi hijo Pepe cuando yo le regalé a él recientemente su primer reloj serio, el legendario Casio F-91W. Con esto he contestado al punto 4º.
ResponderEliminarLo demás:
1º No lleva lumen ni en la lengua ni siquiera en el corbatín, ni contiene led o minibombillita al uso.
2º Su insumerjibilidad es notoriamente seria.
3º Peso ínfimo, robustez suficiente para aguantar diversos chocazos y descuidos de niños entre 3 y 7 años.
Ultimamente no me estoy extendiendo nada con la historia y valor de los relores porque he recibido quejas sobre el coñazo que parece ser para muchos.
No obstante, sobre los más interesantes seguiré aportando un poco de luz y conocimiento para esas pequeñas mentes ignorantes.
Un beso, señor Víctor, y no me eche mucho de menos, no desee mi vuelta pronta que ya se sabe aquello de "cuidado con lo que deseas, se puede hacer realidad".
Ahí queda eso.