martes, 5 de diciembre de 2006

Reconozco que mis habilidades ciclistas quedan lejos del virtuosismo, y se acercan más bien a la mediocridad, que es lo normal. Pedaleo, lo que para muchos ya es bastante. Ah, se me olvidaba decir que también sé nadar, lo que sí que me coloca físicamente por encima de muchos más de los que creemos, os lo aseguro.

Aún así, creo que mi aptitud habilidosa no está reñida en ningún modo con querer llevar buen material. Digamos que no soy un pijo, y tampoco me muero por ir a la última moda. Esa época terminó para mí mucho antes de cumplir los veinticinco, creo. En cambio, he de reconocer que me gusta el detalle. Sí, el detalle que marca la diferencia. Por ejemplo, cuando cambié la horrenda Drop Off Triple OEM de mi Stinky, obsesionado con montar una pletina simple, me pude conformar con la 66 RC, una VF2, o incluso una SL. Pero no. Compré la RC2X, tope de gama, no por necesidad real, sino por pegarme el capricho de ver esa pedazo de horquilla puesta en lo que antes era el punto más débil de mi Kona. Con el tiempo y el uso, la verdad es que acerté con la elección, pero reconozco que eso ha venido después.

Quitar el freno delantero de mi P2, o el empecinamiento de convertirla en singlespeed, son otros ejemplos de personalización, pero el colmo ha sido comprar un rotor de disco "Dirty Dog", que es una de las piezas más molonas que he visto por ahí últimamente.



Del mismo modo, cuando jodí las bielas Hussefelt de mi bici de campillo, no puse otras iguales. Sopesé la posibilidad de montar unas Race Face de camuflaje como las de Berrecloth, pero al final consideré que unas Deity blancas eran una opción más cool. Tengo pensado poner en la Stinky un disco trasero más pequeño, por ejemplo. Y sus ya maltrechas bielas Truvativ no han durado ni un año de trote cochinero y están pidiendo ya un cambio antes de que su holgura incipiente vaya a más... había pensado en unas Race Face Diabolus, pero su precio un tanto elevado me quita las ganas. En cambio, unas Hone o incluso unas XT, serían, a pesar de su evidente vulgaridad y anodina estética, algo diferente en una bici de freeride. Y para lo que se estila en este mundillo, baratas. Finalmene, le he metido un juego Saint, bruto y duro a más no poder.. y son muy pocas las bicis que lo llevan de serie, a pesar de su evidente calidad!!!

Quiero decir con esto, que no se trata sólo de comprar piezas caras porque sí, sino en buscar ese poquito que diferencie mi bici. A veces con una pequeña inversión se consigue, pero otras, hay que gastarse medio sueldo en un puto buje Chris King para darse el gustazo de escuchar esa incondible carraca de acabados perfectos... ¿quién sabe si será lo próximo?

Sé libre, colega.

1 comentario:

  1. Anónimo5.12.06

    Lo ke mas me mola de tu bici campillera es el disco trasero con las titis en pelotas, ke guapo chaval.
    Se me olvidaba, ¿como ke no eres un pijo? eres un super pijo, y te lo digo yo ke soy peor ke tu, jajaja.

    Tu colega, Largo DH.

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