martes, 18 de abril de 2023

En el camino: reparando la 759

 Localizada la avería (supuestamente), echo mano de una culata que adquirí hace cuatro años para aprender a enredar con el sistema desmodrómico de distribución, que se encuentra en muchísimo mejor estado que la afectada por la válvula desintegrada. Sin rastro de carbonilla, grasa pegada, ni cosas raras, es una excelente opción para sustituir la culata dañada, a la que habría que cambiar guías de válvulas, asientos, y mínimo una válvula. El coste sería inasumible.



De modo que tengo que montar las pastillas de reglaje en su sitio, hacer una primera medición, y ajustar las tolerancias según el resultado. Para ello debo vaciar la culata dañada de todas sus pastillas de apertura, cierre y semianillos, medirlos escrupulosamente, y hacer un poco de matemáticas.

Es una tarea meticulosa, aunque fácil. Mejor revisar todas las cuentas y mediciones dos o tres veces, pues un fallo o error obligaría a desmontar todo de nuevo, o si pasa inadvertido puede dar lugar a otra avería. 

Dejar esta culata lista, a la espera de tres pastillas de cierre que me hacen falta, me ha llevado dos horas y media, pero tengo que decir que me lo he tomado con mucha calma y relajación, en el patio de mi casa donde tengo más comodidad y luz, y para ello he debido trasladar medio taller allí. 

Lo siguiente es hacer la comprobación del reglaje de válvulas del cilindro vertical, que tendrá que ser en el garaje, y a continuación hacer el pedido de todas las piezas que me hacen falta.

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