sábado, 26 de diciembre de 2020

Puliendo detalles, mejorando el SS

 Años intentándolo, al final he tenido que pasar al fiable tensor de toda la vida. Todo no se puede tener, y la opción de un pedalier excéntrico que, por sus limitaciones, me obligaba a usar un medio-eslabón, me hizo sacrificar varias cadenas que se rompían en el más inoportuno momento, todo por tener una estética más limpia.

En la vida hay que ser prácticos a veces, y la lógica se suele imponer en la mecánica:

No es lo mismo, pero me vale. Sigue siendo una bici muy especial para mí, y seguro que me seguirá dando buenos momentos de disfrute como los que tuve hoy mismo.

Un poco de exploración saliéndome de los senderos conocidos, me ha llevado a encontrar alguna perla escondida. Hay que arriesgarse para triunfar, en la mayoría de los casos. Además, salirse de lo típico me ha llevado por sitios en los que la ausencia de barro hizo que ciclar por allí fuera más gozoso.





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