lunes, 3 de agosto de 2020

Singletracks: lo inesperado

Porque la ola de calor anunciada no fue tal. 
Porque no madrugué tanto esta vez. 
Porque se me hizo corto, pero me tuve que ir con tiempo para ver una carrera de motos. 
Porque después de años y años ciclando los pinares, he vuelto a encontrar nuevos senderos. 
Porque usar la Exposif monomarcha, pensando que no iba a ser lo adecuado a las circunstancias, se volvió todo un acierto y disfruté como nunca.





Ah, el singlespeed, ese "invento". ¿Invento? Pero si nuestras primeras bicis eran así!!!!

Desde mi primera G.A.C. de paseo, las BMX de la preadolescencia, eran monomarcha y nunca nos quejábamos. Mecánicas sencillas, fiables, eternas, y ¿quién quería más? 
Hasta los pioneros del btt, con aquellas klunkers que eran bicis Schwin de paseo reforzadas, eran monomarcha y con freno contrapedal nada más. 
Después llegó la evolución, que sin duda extendió el ámbito de terrenos que se podía alcanzar subiendo empinadas cuestas, y la competición, que exigía llevar el desarrollo exacto para cada situación y así aprovechar al máximo cada watio.
Pero siempre hubo quien gustó de salir del cuadradiculamiento del mercado, enfrentarse filosóficamente al mainstream, y por tanto siempre hubo quien practicó su deporte favorito sin desviadores, piñoneras, e incluso sin suspensiones.
Desde que me "fabriqué" mi primera singlespeed, allá por 2006 ó 2007, mi mente y mi cuerpo no han hecho sino alegrarse cada vez que uso una. Ahora mismo tengo dos, son bicis especiales para mí, una con soluciones particulares y hasta sofisticadas, una joyita. La otra es la Explosif, una Kona de 1995, quizá 1996, cuadro de acero, horquilla rígida, frenos uve, y desarrollo 32/16.
El singlespeed es como la vida misma, y quizá por eso me gusta tanto. Con estas bicis hay que transigir, hay que llegar a un acuerdo, a un término medio, a un pacto: hay que elegir un desarrollo adecuado para el terreno donde la vas a usar, ni corto (irias con cadencias demenciales en llanos) ni demasiado largo (porque no podrías acometer repechos). Hay que moderarse, no ser pretencioso, conocer tus posibilidades, tu habilidad, tu potencia. Hay que aprender a mirar lejos y anticiparte. Hay que apretar en las subidas, y hay que saber dejarse ir en las bajadas, aprovechar las inercias, dejar correr la bici, enlazar las curvas, alcanzar el flow.
Y es que el flow lo es todo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comente, quédese a gusto, pero si firma como anónimo nadie lo verá.