lunes, 18 de mayo de 2020

Cómo hacer un coche

Adrian Newey es uno de los más famosos diseñadores de coches de Fórmula Uno de la historia. Hay otros que también han adquirido relevancia por sus éxitos en grandes escuderías, pero ninguno de la manera y con la tozuda dedicación y obtención de resultados de Newy.


Hijo de un veterinario y una profesora de arte, creció en la Inglaterra rural de los años sesenta, alimentando su pasión por los coches gracias a la afición a los clásicos de su padre, quien le enseñó a fabricarse lo que le hiciera falta. Ya desde pequeño montaba maquetas, y de ahí pasó a fabricarse sus propios engendros motorizados.
Estudió ingeniería aeronáutica no muy convencido, pero su formación fue clave para desarrollar sus ideas en un mundo en el que cada milésima de segundo cuenta: la alta competición de coches en circuito. 
Sus comienzos en la Fórmula Indy le sirvieron de rodaje para posteriormente introducirse en diversos equipos de la Fórmula Uno en una época en que los equipos, en el mejor de los casos, contaban con cinco ingenieros para desarrollar el producto (hoy día tienen más de doscientos). 
Era la época en que surgieron ideas como el túnel de viento, que al principio se usaba con modelos a escala 1:5; el efecto suelo, los difusores traseros; la suspensión activa, frenada combinada activa; controles electrónicos de estabilidad y de frenada; la era turbo; la era de los motores aspirados; los V10, los V8, el KERS, los atuales V6 con turbo; y numerosos ingenios, tanto de suspensiones como aerodinámicos y mecánicos, todo ello interrelacionado (como los escapes sopladores para un segundo difusor, las cajas de cambios "seam-less" más pequeñas y estrechas que permitían una aerodinámica forma de botella de coca-cola)... La lista de historias contadas en este libro es casi interminable, todas ellas muy interesantes, que dan una visión del competitivo mundo de las carreras en que los aciertos en el diseño, el azar, la pericia de los pilotos, y la unión dentro de los equipos son todos factores igualmente importantes para tener éxito.
Todo ello se relata en este libro que recorre cuatro décadas de desarrollo mecánico, de reglamentos, de ideología del diseño, aventuras personales (lo tres matrimonios de Adrian, sus relaciones con los hijos y sus padres, amistades con diverssos personajes históricos, su paso por el colegio, instituto y universidad), incluso sus negociaciones de contratos con los dueños de los equipos. Su paso por Williams, Mc Laren y finalmente Red Bull Racing, con increíbles éxitos; relaciones con pilotos de la talla de Senna, Raikonen, Prost, Couthard, Webber o Vettel; los llamativos entresijos de fabricas a cargo de Ron Dennis o Frank Williams; la creación de RBR desde los inicios hasta ganar cuatro veces seguidas el mundial de constructores y pilotos... merece la pena y mucho la lectura de este documento, redactado de manera amena y hasta comprensible cuando el autor se introduce en temas técnicos para contar las ideas que tiene y los avances obtenidos retorciendo el Reglamento.
He pasado muy buenos ratos con su lectura, he aprendido cosas, y siempre viene bien un repaso histórico a algunos de los mejores años que hemos vivido de la Fórmula Uno, que hoy se nos antoja un poco aburrida y poco llamativa...

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