martes, 10 de diciembre de 2019

Singletrack fury: para tipos duros

Tenía ganas ya de rodar con rigidez total, me refiero a no llevar suspensión, y ¿qué mejor que una antigualla de noble acero? Estas máquinas con geometrías desfasadas, frenos uve y, para más inri, sin cambio de velocidades, tienen para mí un encanto inigualable. Pero su conducción es tan placentera como exigente.


Leer el terreno siempre es importante, pero en este caso se convierte en algo crucial, casi de vida o muerte, hay poco margen para el despiste o el error. La ausencia de amortiguadores obligan a brazos y piernas a trabajar en su lugar, aunque esta vez he usado un truco viejo:

He montado un High Roller de 2'35, más balón permite llevar menos presión, y eso ayuda
En cuanto a la ausencia de cambio de velocidades, es un tema que ayuda a aprender a ser mejor ciclista, estoy totalmente convencido. Dejando aparte consideraciones banales como el peso o la simplicidad, depender de un único desarrollo te obliga a anticiparte, mirar lejos, aprovechar inercias, dejar correr la bici, casi no tocar los frenos. 
Escribo ahora estas líneas y recuerdo que me he sorprendido a mí mismo sonriendo, riendo, un par de gritos o tres. Pura diversión. Todo ha cuadrado... o casi, porque lo de que la noche nos alcance tan temprano es algo horrible para los que gustamos de disfrutar del deporte a cielo abierto en plena naturaleza.



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