sábado, 16 de noviembre de 2019

desmoengendro: la moto de Geoff

En esta ocasión os traigo el impresionante trabajo de Geoff, un usuario del más importante foro de Ducati. Todo el proceso se puede ver en este larguísimo hilo, perfectamente documentado con cienes de fotos y comentarios, explicaciones, dudas resueltas, etcétera.


Lo más importante de esta moto es lo que menos se ve: el chasis, que es construido a mano con la premisa de que no puede ser un doble viga, sino que debe tener una espina dorsal clásica para alojar el depósito tipo el que tenían las antiguas SS750. Eso Ducati no lo hace desde los años setenta, de modo que o recurres a Siegel, quien hace algo similar para sus Leggera, o te lo haces con un potro y mucho conocimiento de causa, que es lo que ha hecho el tal Geoff. Partiendo de la pipa de dirección de una 999, todo lo demás es soldado, doblado y acoplado según sus instrucciones.


El motor proviene, según parece, de una Paul Smart, mientras que el basculante es de una SS1000DS. La horquilla procede de una GSXR1000, lo que provoca el detalle que menos me gusta de la moto: que las llantas son distintas por su dispar origen. Es difícil alcanzar la perfección, aunque de todos modos, esta máquina está lejos de ella por otros motivos, como un depósito demasiado plano, creo que se les fue la mano, aunque seguramente es la estética que iba buscando su dueño.


Precioso el asiento. El colín casa de lujo con la línea del depósito, a pesar de que para mí es un fallo enorme el dejar que se se vean esos tubos cortados por detras. Es algo indigno en una moto que ha tardado tanto en hacerse y que ha dado tanto trabajo. Estos son los detalles que hacen que se eche por tierra la valoración de un cliente realmente exigente... pero da igual si el cliente es uno mismo.


Lo bueno de hacérselo uno todo es que seguramente esos pequeños detalles se pueden ir puliendo con el tiempo.
Aquí vemos un boceto del chasis antes de pasarlo al potro:


Pruebas de ergonomía sobre el terreno:


Por fin, el telaio está acabado, con su subchasis desmontable de aluminio y todo: brutal. No he visto nada igual:


Hay que rellenar el colín para ocultar cositas de la vista. Es el precio que hay que pagar por el minimalismo.


El depósito de fibra es retocado y adaptado. Tiene que ajustarse a las líneas del chasis y encajar como un guante. Me encanta:


Ya casi está. Un buen trabajo de pintura es imprescindible, y en los USA están muy acostumbrados a hacer eso de la mejor manera:


El resultado final es una moto única, verdaderamente especial. Un artilugio con imagen rancia, verdaderamente setentera, pero con prestaciones contemporáneas:


Alrededor de 150 kg con el depósito lleno. Alucinante.

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