jueves, 21 de junio de 2018

Posposición 

Uno hace planes y ya lo tiene todo preparado, incluso previendo ciertas posibles inconveniencias que pudieran surgir en el camino. Como finalmente iba a ir solo, incluso me había procurado un juego de desmontadores de neumáticos para el caso de un impertinente pinchazo.
Pero la realidad es tozuda, y a menudo te atiza cuando menos lo esperas, devolviéndote al lugar que te corresponde en el devenir causal infinito que gobierna a este Universo. 
Por una concatenación de circunstancias familiares, decidí suspender, in extremis, la excursión que llevo meses planeando, una ruta por pistas y caminos hasta Sagres, subir por la Costa Vicentina hasta las cercanías de Setúbal, y volver por carreteras secundarias y reviradas. En total, tres días de supuesto disfrute motero para buscar el nirvana del trail, con tienda de campaña y todo. Todo muy bucólico hasta cierto punto, todo sueño, todo deseo, todo libertad.

Atrás quedan horas y horas frente a la pantalla de mi laptop, compaginando diversos programas para la elaboración y perfeccionamiento del track para la ruta. Es tarea grata y reconfortante, es parte del planteamiento que sigue a la decisión del destino a alcanzar. 
Accedo a información de otros que han ido por delante, sí, porque hoy día, casi todo ya lo ha hecho alguien antes que tú. Y hay personas generosas que ceden gratuitamente su experiencia, sus consejos, su ayuda, y eso es algo muy de agradecer. 

Tras la recopilación de información y tracks, suelo hacer un popurrí con el programa Mapsource, una antigua herramienta de Garmin, en el que voy pegando, copiando, recortando, y en suma editando el viaje:


Como la vuelta es por carretera, y de eso no hay track previo, me lo fabrico yo mismo. Opto por trazar la ruta en Googlemaps, que ofrece un servicio llamado My maps, en el que puedes descargar una ruta que hayas fabricado, en archivo .kml, fácilmente convertible a otro formato que reconozcan tanto Mapsource como el navegador que llevo en la moto:


Como novedad, y aunque tengo ya el track completo en este punto, decido fabricarme un rutómetro clásico para llevarlo en la bolsa sobredepósito, y también en el móvil. Tras algo de investigación (porque es algo nuevo para mí), llego a una página web llamada Rallynavigator, en la que puedes, con algunas limitaciones, fabricarte uno online:


Después puedes imprimirlo en papel, o hacerte un pdf y meterlo en el móvil, por ejemplo.

Hasta aquí todo lo relacionado con la elaboración del track. Ese track conviene revisarlo bastante bien para evitar cancelas, pistas o caminos sin salida, y también verificar que las calles que transitamos para atravesar las poblaciones tienen el sentido adecuado. No está de más verificar las distancias y los puntos donde hay gasolineras, pues el kilometraje diario excede de la autonomía de mi moto, y hay que estar al loro para no sufrir la "avería del tonto"...

En cuanto al equipaje, había decidido amarrar a la moto lo relativo a la acampada (tienda, saco y aislante), y llevar una mochila con el resto, consistente en algunas camisetas, ropa interior, útiles de aseo, algo de comida y bebida. En la bolsa sobredepósito van las herramientas, recambios, documentación, y todo eso que hay que tener a mano rápidamente, menos el celular, que me gusta llevarlo encima por si me caigo y no me puedo mover...

A la máquina, como ya saben ustedes, le acabo de hacer una revisión exhaustiva y general, por lo que estoy despreocupado en este sentido. Sólo me faltaba ajustar la suspensión trasera, que desde el primer día la nota un poco dura, pero que he ido dejando que pasara el tiempo confiando en que el uso, el paso de los km, y mi propia adaptación, hicieran su trabajo. No obstante, como ahora he "ablandado" la horquilla, para no dejar este tema descompensado, ha llegado el momento de meter mano. El manual recomienda un sag entre 7 y 8 centímetros, y comprobé que yo tengo talla ibérica, y llego apenas unos 6 y poco, de modo que toca quitar algo de precarga al muelle. Pero resulta que acceder a éste es una película: 


No hay espacio para maniobrar con la llave especial para estas lides, como yo pensaba, de modo que hay que proceder a desmontar el amortiguador y practicar las operaciones de regulación del muelle fuera de la moto. Para ello hay que desmontar previamente lo siguiente: plásticos, caja de filtro de aire, elementos de sujeción de la batería, aflojar y quitar tornillos que sujetan el subchasis-depósito.


Con el Whitepower en la mano, me acerqué a MR-Performance, instalé el objeto en un buen tornillo de banco que tienen allí, y procedí a aflojar el muelle exactamente 5 mm, tras hacer mis cálculos mentales. Cosa de cinco minutos, y qué fácil es todo cuando uno tiene las herramientas adecuadas, eh.

El montaje fue más rápido y fácil de lo previsto, todo apretado conforme al par recomendado por el manual de taller, y yupi, ahora llego con más claridad con ambos pies al suelo. A la espera de probarla a fondo en su elemento para tocar los hidráulicos y dejarla fetén.

Pero ahora, tras este parón, tardaré unos meses en tocar el campo. Tampoco pasa nada, claro. Esto de las motos va por temporadas, y no me puedo quejar de la que ahora ha finalizado. 
Me he tomado este pequeño contratiempo con filosofía, y bueno, ahora tengo tiempo para pensar en otras cosas, pulir aún más la ruta, cambiar las ruedas por el juego de llantas de carretera que tengo, y un largo etcétera. Cualquier cosa menos aburrirse, cosa difícil porque es que no me queda tiempo para eso!!!

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comente, quédese a gusto, pero si firma como anónimo nadie lo verá.