jueves, 1 de marzo de 2018

Las cien vidas de Lazarus Long

Escrita por el ya varias veces nombrado (y alabado) Robert A. Heinlein en 1958, bajo el título original en inglés de "Los hijos de Matusalén", y traducido aquí como se dice en el encabezamiento de esta entrada, esta novela, encuadrada en la llamada edad de oro de la ciencia ficción, comienza un poco débilmente, pero la acción va aumentando conforme pasan las páginas, y pronto se convierte en un torbellino de viajes, personajes, planetas, filosofía, política y, por supuesto, ciencia ficción.

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El presupuesto, punto de partida y base en la que se apoya el argumento consiste en que hay una agrupación de familias que desde hace algunas generaciones han hecho una serie de matrimonios selectivos en busca de lograr la mayor longevidad posible para la vida humana. Lo consiguen dentro de ciertos límites, pero encuentran el rechazo de los demás humanos "normales", que quieren lograr el secreto de la eterna juventud, aunque para eso tengan que acabar con esos seres diferentes. El caso es que, aseguran los longevos, no hay tal secreto ni método, sino simple combinación de factores naturales... pero no son creídos, y tienen que exiliarse del sistema solar en una gran nave que albergará a 100.000 individuos. Se relata el viaje a través del espacio y la estancia en algunos planetas en los que encuentran otros seres muy distintos, viviendo en sociedades que no se acaban de comprender, hasta encontrar algún sitio en el que estén conformes con la forma de vida. El final puede parecer un poco predecible, o al menos yo lo vi venir, pero en todo caso es lo más lógico y creíble, si es que en toda esta historia hay algo de lógico y, sobre todo, de creíble.
Lazarus Long es el indudable protagonista de la acción, un personaje muy viejo, y por tanto con muchísima experiencia con sus relaciones humanas, lo que le ha convertido en un hombre algo desconfiado con la autoridad, rebelde por naturaleza, previsor, y por supuesto inteligente y decidido.

La novela tiene coherencia dentro del ámbito en que está escrita, y deja pocos cabos sueltos. Va de menos a más, tanto es así que al principio estuve preguntándome si era realmente producto de la vertiginosa pluma de Heinlein... Pero no. Ahora que he podido digerir su lectura, acabada hace unos días, puedo asegurar que, aunque no es una obra maestra, es realmente buena y recomendable.

La historia continúa en otro libro, "Tiempo para amar", en el que parece que se cuentan posteriores aventuras de Long. Ya estoy haciendo tareas de búsqueda de algún ejemplar.

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