sábado, 10 de marzo de 2018

fork rebuild

Ya le queda poco a la CRF. Pero es llamativo, o al menos así me lo está pareciendo, lo largo que se puede hacer un proceso de recomposición de una moto. Teniendo prácticamente la totalidad de los elementos que conforman el puzzle, siempre hay algo, cualquier detalle, esta o aquella pieza con la que no habíamos contado, que nos frena, nos ralentiza.

Hacer la horquilla estaba programado hace ya algunas semanas, pero hubo que pedir retenes nuevos. Ya que se desmonta, se aprovecha para cambiar estos cruciales objetos. El precio merece la pena, y te aseguras un mejor funcionamiento y por más tiempo.

Aunque he presenciado la apertura y cierre de varias horquillas por parte de Antonio "Monkey", entre ellas la de mi rubia 749, nunca me atreví a ser yo el que tomara cartas en el asunto manualmente y de forma casi independiente. Antonio es persona relativamente paciente, siempre observante pero que deja hacer, sabe corregir, y aporta consejos y soluciones, producto de su experiencia. 

Las horquillas no son todas iguales, y he comprobado que la de la CRF es, como todas las Honda, una Showa (marca propiedad de aquella), pero hay muchas Showa. Esta es de las buenas, y se nota.

Buenos mecanizados, materiales de calidad, cartuchos cerrados, hidráulicos trabajados, regulaciones que se notan...

Hay quien piensa que las motos de campo son caras. Yo no lo creo, después de haber tratado tan profundamente las interioridades de esta Honda CRF 450 2006. 




Mecanismo hidráulico del ajuste de la extensión, y piezas varias, junto a blister que contiene retén y guardapolvos nuevo.

Resto de partes en que se puede desmontar la horquilla, después de haber escurrido todo el aceite que había en su interior.

Utensilio especial para controlar la altura del nivel de aceite.

Preparando el extremo de la barra para poder deslizar guardapolvos, retén, y casquillos de fricción. Algunas herramientas especiales para facilitar la tarea en general.

Un toque con lija especial, para mejor limpieza y eliminación de impurezas en la superficie de deslizamiento.

Viejo truco para deslizar apropiadamente sin dañar el retén ni el guadapolvos, cuyos labios son ciertamente sensibles.

Uso de la herramienta especial para ubicar adecuada y certeramente los casquillos de fricción y retén en su sitio.

Con mandil muy motociclista, sosteniendo un muelle, junto a la zona de trabajo.

Aceite SAE 5W en su proporción adecuada es lo única que hemos tenido que usar para aderezar la ensalada de piezas que hace que este tenedor funcione de maravilla: suavidad y consistencia por mucho tiempo.

La moto empezó como un proyecto de montar el rompecabezas y ya, y en verdad se ha convertido en una buena escuela que está cumpliendo la labor de mecánica-zen, aprendizaje, maravillamiento constante por mi parte y, en general, pasar buenos ratos en buena compañía.

Vamos quemando etapas, cada vez queda menos, pero son muchos detalles, pequeñas cositas aquí y allá, remates, soluciones sobre la marcha a cuestiones que surgen inesperadamente, y otras veces hay que esperar a que Honda nos mande ese componente que no teníamos previsto pedir...

Pero la satisfacción está ahí, y pronto veremos el momento de echarla a rodar con una gran sonrisa en la cara.


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