jueves, 5 de octubre de 2017

Y por qué no?

Una tarde calurosa de octubre es buen momento para dar un paseo atractivo por el Andévalo Occidental. 
Me topo con la frontera natural que nos separa de la vecina Portugal: el río que aparece y desaparece, dicen, el Guadiana, que observo maravillado desde la atalaya que supone el Castillo de San Marcos, a la vera de Sanlúcar de Guadiana. En la otra orilla me observa Alcoutin. Tan cerca y tan lejos:


Decidí hacer esta pequeña aventura a lomos de la austríaca, aún calzada con su monta deportiva para asfalto. Acostumbrado a curvear con la Ducati, es esta moto muy muy diferente, pero eficaz a su modo. 
Ligera, ágil, suficientemente estable en conducción deportiva (al menos al ritmo al que uno puede o debe ir por la carretera), sólo necesita que confíes en ella, en su tren delantero, y en los pegajosos Dunlop Qualifier II. 
Disfruté mucho del irregular asfalto entre San Silvestre y Sanlúcar, mejorando hacia El Granado. Desde ahí, una recta enorme hasta Villanueva de los Castillejos, donde tuerzo hacia el Norte, buscando Puebla de Guzmán. Es este tramo una carretera perfecta en trazado y calidad de asfalto para disfrutar de la moto, de cualquier moto. Una pena que se haga demasiado breve, pues enseguida llegamos a dicha localidad. Un pequeño impasse para descansar yendo para Tharsis, zona minera cien por cien, y sorteo esa montañosa zona hasta llegar a San Bartolomé de curva en curva, enlazando precisas trayectorias pilotando al estilo de la vieja escuela, sin descolgarme, jugando con el contramanillar, confiando en el multitubular, en las suspensiones White Power, y en la suficiente potencia desarrollada por el mono de 690 cc. 
Breve visita al maestro Oliveira, interesándome por su salud, bastante tocada últimamente, y ya desahogado y tranquilo, me dirijo hacia casa.

Un buen rato. Desfogarse en plan light nunca está de más. Pronto montaré las ruedas de campo, cambiaré el kit de transmisión y ajustaré las amortiguaciones para la nueva temporada campera. Echaré de menos a mi supermotard. Siempre.

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