viernes, 17 de junio de 2016

Casi verano

Bueno, ya basta de hablar de lo bien que me lo pasé aquella tarde fantástica en uno de los spots favoritos.
Se acabó relatar lo maravilloso que fue ese día en Caños de Meca o en Faro.
Tanto repetirme ha acabado aburriéndome a mí mismo, lo cual es propio de persona torpe, y hay que huir de la mediocridad. Se aprende.

Pretendo variar un poco la forma de plasmar mis "aventuras". ¿Qué mejor modo que cogerme un viernes de vacaciones?
Después de una semana magnífica en el plano náutico, mi cansado cuerpo me pedía, a gritos, un descanso reparador. Hoy he amanecido a las 10:10, un récord. Tengo que remontarme mucho en el tiempo para recordar la última vez que me levanté tan tarde.
Pero la naturaleza es sabia, siempre lo digo. Nada más incorporarme he notado una mejoría absoluta. Me siento fuerte de nuevo, preparado para un fin de semana que puede ser largo por varios motivos.

Volviendo al asunto cometero, sólo dejar constancia de que estos cuatro años que se han cumplido el día 15 de junio han sido un revulsivo sin parangón en mi vida. 
En la línea de mi discurrir vital por este mundo, se han dado algunos puntos de inflexión que me han afectado, que han sido un giro radical, que me han dirigido cambiando la manera de vivir: mi primera moto, la Universidad, comenzar a trabajar, unirme en matrimonio, tener hijos, el accidente que a punto estuvo de arrebatármelo todo, y entrar en el mundo del kite...
No es que viva por y para el kite. Tampoco es eso. Pero no cabe duda de que ha afectado a mi forma de vida, a mi manera de verlo todo. 
En este momento, sólo puedo desearos lo mejor a vosotros, que si me leéis es por algo (aunque yo no lo sepa), y por eso, brindo por todos:


Como ven, el verano hace muchos días que ha empezado para mí y mis colegas del viento, aunque tengamos que enfundarnos unas sudaderas y guarecernos del azote de la arena que vuela tras la jaima y el escenario del Mosquito, no renunciamos a disfrutar de las siempre bellas puestas de sol que nos regala nuestro litoral, que son, a decir de muchos que han viajado por el planeta, de las más bellas. ¿Será el influjo del océano?

Grupo de adoradores de Eolo, disfrutando en exclusiva. Los simples mortales han huído.
Aún queda para el sunset, pero se adivina que va a ser apoteósico.

Sí, amigos, soy un privilegiado, o al menos yo así lo siento. Pero no debo sentirme culpable por ello, pues mi privilegio está al alcance de muchos, y por tanto podría dejar de ser considerado como tal.
A menudo repito aquello de "somos los carpinteros de nuestras propias cruces", y quiero encontrar una frase que signifique lo contrario, algo así como "somos los escultores de nuestro ...", y ahí va una palabra, o quizá dos, que no acaba de salirme. Seguro que pronto.

Muchos abrazos sinceros a todos, y nunca dejéis de ser libres!!!

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