martes, 19 de enero de 2016

El Philip K. Dick más oscuro

Ya he relatado en el bloc mis gustosas apreciaciones sobre las lecturas de obras de este autor clave, por no decir indispensable, en la biblioteca esencial de la ciencia ficción.

Cuando leí por primera vez un trabajo suyo, quedé entusiasmado, a la par que agradecido por permitirme penetrar en mundos paralelos en los que no todo es lo que parece, lo real se mezcla con la idea mental de las cosas (ahora bien, ¿acaso existe lo que llamamos "real"?), y el estado de congoja en que algunos de sus personajes fluyen por las novelas se transmite con inquietante empatía al lector, o sea, a mí.

Y poco a poco, de novela en novela, de historia rebuscada y tremenda a otras no menos terribles, estrambóticas y fantásticas, llegué a las dos últimas que he leído.

Hablaré en primer lugar de "Una mirada a la oscuridad" (A scanner darkly en su idioma original). Hay que tener presentes ciertos antecedentes para comprender en su totalidad esta narración, que destila un aire demasiado realista para considerarse una verdadera obra de ciencia ficción: Dick sufrió el abandono de su cuarta esposa, quien se llevo a su hija pequeña consigo, y el novelista se adentró durante año y medio, o más bien profundizó, en el mundo de las drogas, los suburbios, y la vida en compañía de yonkis de la más diversa calaña... Una vez se recuperó del trance sicotrópico, escribió este libro, de lectura difícil sobre todo en sus primeros compases hasta que uno coge un poco de ritmo.
Se dice que Una mirada es en gran medida autobiográfica, y que el protagonista es él mismo. Sea como fuere, la narración está plagada de pensamientos y elucubraciones filosóficas, así como de ocurrencias antropológicas y relativas a la vida en sociedad:
"Cualquier hombre dado percibe sólo una porción diminuta de la verdad total, y muy a menudo, de hecho casi de modo perpetuo, se engaña a sí mismo deliberadamente, además, sobre ese pequeño y precioso fragmento. Una porción de él se vuelve contra sí mismo y actúa como otra persona, derrotándolo desde el interior. Un hombre dentro de un hombre. Que no es un hombre en absoluto."
En general, se recogen las inquietudes títpicas del autor en cuanto a cuestionarse la realidad, desdoblamiento de personalidad, control por parte de las autoridades (vivir en un Estado vigilante y policial), las drogas, la manipulación de las mentes...

Portada de una edición de 1984
Hay mucho escrito sobre este libro, y la mayoría coincide en sus apreciaciones. No es plan, pues, el extenderse haciendo una redacción longeva que, sin duda, aburriría a mis escasísimos (pero muy apreciados, no lo duden) lectores. Me remito al google.
Unicamente, y para terminar, me permito señalar que aunque no es ciencia ficción en el sentido estricto del término, sí tiene algo de ello. Vale, son aspectos sutiles, ramalazos poco perceptibles que se pierden en el grueso de la narración, y que poco afectan en realidad a la trama. Al final, en su último tercio, hay un giro importante, y se vuelve incluso más interesante. En definitiva me ha gustado.
Apunte curioso para cinéfilos: fue llevado al cine en el año 2006, protagonizada por un elenco de conocidos actores, entre otros Keanu Reeves, Wynona Ryder, Woody Harrelson y Robert Downey Jr entre otros.

Paso a comentarles lo que me ha pasado con la otra lectura. Le metí mano a "SIVAINVI", también llamada "Valis". Se habla también de obra autobiográfica en este supuesto, y de hecho es la obra más estudiada literariamente hablando, algo así como un clásico norteamericano que se toma como modelo en las universidades de allí.
En fin, debe ser que aquí, en Europa, y la parte más cutre llamada Hispanistán, no estamos preparados para esas idas de olla. Y lo digo abiertamente. No he sido capaz de pasar de unas cuantas páginas. Menos mal que la novela (¿novela? jajjajajaja) tiene ya un porrón de años, quizá cuarenta, y no hay copyright que valga, y la encontré muy fácilmente en formato pdf. No me costó ni un céntimo de euro que, de cualquier otro modo, hubiera sido dinero muy fácilmente tirado al cubo de la basura.
Esta infumable trama en la que el autor-protagonista se disgrega y sale de él otra personalidad, mientras cuenta sus relaciones con varios personajes a cual más raro, freak, estúpido o enfermo (literalmente, en algunos caso de gravedad mortal).
Siento no haber podido acabar, ni siquiera llegar a la mitad. Una profunda decepción ha sido en mí, sobre todo después de disfrutar tanto todas sus otras obras. Es la prueba de que este señor era un ser verdaderamente atormentado, y que finalmente fue víctima de sus propias idas y venidas por la  senda de la drogadicción, siendo abandonado por la cordura, y producto de una educación extraña, plagada de traumas y estigmas.

Amén.

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