martes, 14 de julio de 2015

Grecia, España, el Mundo.

Sobre la base de los últimos acontecimientos observados, todo parece cómico... aunque en verdad no tiene puta la gracia.
Pareciera que todo forma parte de un guión, un juego orquestado en el que todas las partes se pusieron de acuerdo y van siguiendo los pasos, cada cual haciendo su esperpéntica actuación cuando corresponde, ante el estupor de unos, la risa de otros, y la perplejidad de la mayoría.

Tchiripa ha jugado con su país. Les ha mentido. Mintió a todo el mundo. Mintió en campaña; y lo siguió haciendo en las negociaciones. ¿Quién les asfixia? Porque la UE los asfixió pero con tanto dinero que les dio desde su ingreso en la UE para que igualaran su estado al nivel de resto de los socios (y a fondo perdido, gran parte) con los fondos estructurales. 
¿Qué hicieron con ese dinero? ¿Dónde están las obras acabadas?. Tienen un estado (entendido éste como aparato administrativo) enorme, gigante, para un país pobre y pequeño. 
Y este señor quiere contratar aun mas gente; pero sin dinero para pagarles. ¿Y los demás lo "asfixian" por no darle mas manteca para que la siga tirando al techo? 
Cuando estos genios de la economía y las finanzas llegaron al poder, Grecia crecía al 3% y tenia un mísero superávit del 0,1%... pero era positivo. Los esfuerzos empezaban a dar sus frutos. 
Ahora todo lo andado estos últimos años ya se lo cargaron. Ya no crecen y vuelven a estar en recesión... Ya se les hizo una quita del 52% de la deuda... pero siguen gastando por encima de sus posibilidades...¿y hay que volver a quitarles deuda para que puedan seguir endeudándose? 
La UE no gana nada a su costa. Es increíble como un discurso cala hondo de tanto repetirlo en la calle, en las redes, en los medios afines, aunque, como en este caso, esté absolutamente falto de contenido, razones o pruebas.
El dinero que Europa les prestó tiene una carencia de 10 años sin pagar los intereses y 30 años para devolver el capital, pero ahora no pagan nada de ese dinero... ¿Qué mas quieren? 
Si Europa es tan injusta con ellos, ¿por qué no van a otro más justo a que le preste? Sencillo: porque no hay nadie tan loco como para prestarle al que no solo no tiene trabajo, sino que se llena la boca diciendo que no va a pagar, y que le deben perdonar una parte (además, toma ya). 
A ver si tu banco te hace caso si tomas la postura de Grecia: oye, mira, que no sólo llevo siete meses sin pagar la hipoteca, sino que ahora te invito a que me prestes para pagar la hipoteca (que en su día ya me concediste), mis vacaciones, ordenadores para mis hijos... y cuando no pueda pagarte de nuevo (porque sigo sin tener ni buscar trabajo y encima dilapido lo que me das porque yo lo valgo), te pido que me hagas una quita, pero, ademas, que me des más dinero porque me toca cambiar el coche, y pagar el Movistar TV, y claro, llevar a mis hijos a Disney... y si no me quieres dar el dinero, la mala eres tu, que por tu poca solidaridad mis hijos se quedarán sin la ilusión de su infancia. Pero nunca nada será mi culpa por no trabajar y ajustar mi economía a mis ingresos. La culpa es de quien me presta y de quien luego no me sigue prestando... 
Pero, tranquilos, seguro que aun no lo entiendéis, aunque aquí Podemos entenderlo en breve, que lo viviremos en nuestras carnes como esto siga así.

VIVA LA DEMOCRACIA. 

Ah, la democracia, ese bonito palabro símbolo de progreso y modernidad, aunque es tan antiguo como el mear de pie. Aquí todo vale, si se hace en nombre de la democracia. Y luego viene el palo. El pueblo fue sometido a referendum, se votó, y se ha hecho justa y exactamente lo contrario a lo que el pueblo, democráticamente, decidió. ¿No tiene nada que decir el pueblo ahora? ¿Tampoco tienen nada que decir los que se escudaban en la famosa palabra, la democracia, para actuar? ¿Y los que aplaudieron y animaron?
Panda de ignorantes. Son todos unos ignorantes. ¿Acaso la democracia se puede prostituir en pro de lo indigno, de lo injusto, de lo inmoral? Ahí está el quid.
La democracia tiene un fin, es una herramienta, y el error es usarla como si fuera un fin en sí mismo. Y no. Pero es que, además, es una herramienta para el gobierno (de ahí la parte etimológica "cracia", aviso a ignorantes), no para aprovechados, no para escaquearse de pagar lo que debes, no para los listos de  turno, no para apuntarse un tanto demagógico. El tiro ha salido por la culata y les ha estallado en la cara. Así de claro.

La verdadera democracia empieza por, primero, cumplir tus obligaciones como ciudadano, consistentes sobre todo en el respeto a los demás, a las personas y sus derechos, el respeto al prójimo, al conciudadano; en segundo lugar, tus obligaciones para con el Estado, tu país, contribuyendo con tu aportación (que será mejor o peor, mayor o menor, más o menos justa... pero ese es ahora otro tema), y eso se consigue trabajando y pagando impuestos porque a todos nos gusta tener educación, sanidad, policía, y carreteras. Fíjense, hasta ahora he hablado de obligaciones. Es que no nos enteramos que sin obligaciones, sin responsabilidades, no hay derechos exigibles, porque los derechos son un invento del hombre que tiene que estar respaldado por un ordenamiento legal en base a un "do ut des", un toma y daca. Y esto es algo tan obvio, tan elemental, que nunca se explica porque se sobreentiende que el ciudadano medio, el Juan Español, lo debe saber.
Y un carajo. Aquí nadie sabe nada. Aquí uno vota en función de su conveniencia personal, y no en el bien mayor del pueblo, y da igual el signo político (si es que eso importa, que parece que no). Y en verdad el voto debe ser en función de una ideología, un proyecto vital, una forma de ver el Mundo y la Vida. Pero estos son conceptos a lo mejor demasiado profundos para que los entienda Juan Español... y así nos va. 
Uno debe votar pensando en sus hijos y en sus nietos, y no en su propio ombligo. Y uno debe cumplir los pactos (pacta sunt servanda, es algo muy antiguo e ineludiblemente cierto). 
Es como conducir un coche por la autopista: no puedes conducir mirando sólo al vehículo que llevas delante, dando luces para adelantar con mucha prisa, sin darte cuenta de que hay cinco coches más delante del que llevas delante, y el carril derecho lleno también... Estoy seguro de que esa situación os ha pasado a todos los que leéis ahora esta entrada, si es que habéis llegado hasta aquí... Pues esa misma cortedad de miras la aplica Juan Español a todo en la vida. 
Bah, yo ahora gasto lo que tengo, hay que vivir la vida, y mañana ya veremos. Y el que venga detrás que arree... claro, claro, y yo, en mi puesto de trabajo levantándome todos los días a las 6 de la mañana, viendo las escrituras de hipotecas y rehipotecas que pasan por mis manos, firmadas por gente de mi edad que se entrampan para 30, 40 y hasta 50 años más... ¿quién va a pagar eso? ¿Sus nietos? 

Qué asco, joder.

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