domingo, 16 de febrero de 2014

Andévalo trail

Lo primero, agradecer a Antuán el esfuerzo dedicado a la elaboración del track, en el que ha volcado mucho tiempo e ilusión. La convocatoria ha sido bastante agradecida, en total doce motos, casi todos locales del Comando Choquero, y LargoGS, desde Sevilla, que a todos nos ha sorprendido porque no es fácil mover esa máquina entre pinos, encinas, arena propia del lugar, y las zonas embarradas del final. Y además, con unas gomas mixtas que daba miedo mirarlas en los terrenos en los que nos hemos movido.

La ruta ha empezado puntual, y poco después del amanecer ya estábamos algunos metidos en faena hasta llegar a Cartaya, donde recogimos a los que faltaban para completar la expedición. Ha sido un trazado variopinto, tocando varios tipos de suelo y paisaje, desde el semienduro, en-blando, o hard-trail de la zona entre San Bartolomé y Alosno, a ratos bastante revirada y con trampas de arena y barro, y alguna que otra raíz oculta. Incluso una montería acechaba entre el bosque... aunque por fortuna no hemos escuchado más tiros que algún petardeo de las motos más racing!!!
De ahí pasamos a unos carriles rápidos, pistas anchas y seguras en las que a ratos hemos alcanzado buenas velocidades y nos hemos divertido empalmando subidas y bajadas y curvas enlazadas.
Como guinda, un paisaje minero, casi desolador por momentos, con mina abandonada a cielo abierto, varios vadeos sin peligro ni consecuencias, un terreno un poco durillo para las maxis.

Mención extra merece el buen rato, buenísimo, del desayuno en Alosno, con un Lorenzo en todo lo alto que nos estaba dejando fritos. A eso lo llamo yo un día de invierano. Ni una nube sobre nuestras cabezas, ni molesto viento, ni siquiera tráfico en la carretera en el viaje de vuelta que algunos hicimos por lo negro porque se nos echaba el tiempo encima. ¡Qué gran invento el trail! Lo mismo trialeamos en primera haciendo equilibrios entre piedras, que cruzamos un río, que inventamos caminos entre el barro, que nos lanzamos a gran velocidad por la carretera nacional con total comodidad.

Lo mejor, aparte del buen rato que hemos echado todos, y creo que puedo afirmar lo de todos, es que no hemos tenido que lamentar caídas importantes. Dos averías: la XR que iba jugando al despiste con la táctica del calamar, del que hay documento gráfico para mayor sorna y escarnio del personal, y parece que la GSA del Largo tuvo un problema electrónico que ya está solventado pero que fastidió los últimos kilómetros parece ser (yo ya no estaba...).

Gracias, Antuán. Gracias compañeros todos. Gracias a mi moto, que se ha portado fenomenal.


Así quedó la pobre, sucia, pero plenamente funcional.


Momento delicado inventando la trazada entre el fango.


Momento de descanso esperando a un grupo de rezagados...





El final de la legendaria XR


Con Antuan, el creador de la ruta


Grupo variopinto, lo mismo una GS Adv., que una Sherco 450