sábado, 24 de agosto de 2013

race

-Preámbulo

Oh, sí, recuerdo bien aquél día navegando en El Portil.
Justo, con su North Race LTD '09, rescató mi tabla y me la dejó un par de metros delante de mi posición para que yo la pudiera alcanzar cómodamente. Luego observé que él era capaz de tomar rumbos imposibles para mí, y no debido a mi impericia, sino a la física, a la dinámica de fluidos. Era capaz de avanzar sin problemas y a buena velocidad unos veinte grados más aproado al viento que cualquier otro.
Meses después, en uno de esos días tontos de principios de verano, con brisa térmica suave (unos 10 nudos, quizá menos), el Maestro me dejó su Cabrinha Velocity, una cometa de competición de 16 metros para vientos flojos. Con mi tabla conseguía ir y volver al sitio pero sufriendo por no derivar, intentando no perder barlovento con saltitos o tontear con las olas, en un esfuerzo de concentración importante, además de físicamente agotador. Mientras tanto, me cruzaba una y otra vez con Justo y su mágica tabla, con la que iba y volvía sin problemas, permitiéndose saltar un par de metros de altura y surfear algunas olas cerca de la orilla.

-Los deberes hechos

No tardé en estudiar el origen de la diferencia (amén de la técnica depurada de quien lleva quinquenios cometeando), y pronto descubrí que el secreto estaba en su tabla. Un ejemplar "antiguo", del 2009, la primera tabla de race fabricada en serie por una gran marca, alejada de los estándares actuales de lo que debe ser una tabla de race, y más bien un híbrido entre un twintip (tabla simétrica bidireccional) y una race verdaderamente competitiva.
Esa tabla fue una pequeña revolución en el mundo cometero, aunque pasara desapercibida para la mayoría de los practicantes de temporada... pero yo ya le había echado el ojo, sí señor.
Con la sequía de días de viento que estamos teniendo este verano, he podido ver a Justo navegando cuando nadie más podía, todo el océano para él, mientras los demás mirábamos, desolados, desde la orilla, arañándonos la cara.
La suerte estaba echada. Pronto empecé a investigar pros y contras, buscar en foros, en webs especializadas, leer reviews y pruebas comparativas, opiniones de usuarios...
En fin, las cosas propias de quien se emperra en algo y quiere encontrar ese empujoncito que le hace falta. Varios intentos fallidos de compra a través de un foro nacional y la web "milanuncios", y al fin, alabado sea Eolo, llegué a tiempo a una subasta en la eBahía.
Unos días más tarde, por fin llegó:



-Primeros bordos

El ansia viva. El querer probar y "estrenar" el nuevo material nos lleva, a veces, al fracaso más rotundo. El primer día, con escasos 7-8 nudos, hice una prueba inicial. Pude navegar, pero derivando lo inimaginable. Me faltó la Velocity 16 del Maestro para clavar un día perfecto de tabla de race...
Pero al día siguiente, ya con 8-10 nudos, las tornas cambiaron. Otro tipo con una cometa de 17, el gran Luiki con el Kitefish, y un servidor, fuimos los únicos en disfrutar de navegadas como mandan los cánones.
Mi regocijo fue mayor cuando comprobé, tras tres o cuatro largos, que era el único que estaba ganando terreno al viento, ciñendo inimaginablemente, loado sea Eolo.
Prácticamente una hora me dejó claro cuáles eran las ventajas y las desventajas de esa nueva arma para vientos flojos, cuya proa se vuelve un poco alocada en cuanto el choppy hace su aparición, y fuerza a la musculatura de la pierna trasera mucho más que un twintip al uso debido, sin duda, a esa manera de ceñir que no puede ser de otra forma que apoyando el peso en las aletas.
La tabla se maneja muy fácilmente, quizá debido a que la transición desde un TT sea muy leve por estar diseñada para navegar canteando, como así lo indican las quillas en ángulo de 20º y los afilados bordes del tercio trasero.
No obstante, tengo que hacerme aún más al peculiar reparto de pesos que pide, más centrado que un TT, y pisar más con el pie delantero para que la proa no vaya tan loca.
Mención aparte merece la cuestión de los cambios de sentido: aquí, o se vira o se traslucha, y ambas cambios de amura implican igualmente un cambio de pies en los footstraps, cosa harto complicada y más con una tabla con tan poco volumen como ésta, pero todo se andará, y sé que es cuestión de echarle horas.

Ahora me siento mejor, más libre.

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