martes, 25 de junio de 2013

El hombre de acero



Por fin un filme de Superman con un tratamiento "digno". Por fin salgo de un cine sin la sensación de haber estado perdiendo el tiempo con un entretenimiento para niños. 
El hombre de acero se sumerge en la lucha interior de Kal-El, esboza alguna diatriba filosófica, y presenta unos efectos especiales dignos de dicho nombre. 
Por otro lado, tenemos frente a nosotros al Clark Kent que menos parecido físico tiene con el personaje de DC Cómics, una Lois Lane un poco anodina físicamente, aunque da el callo, al menos, con su simpatía y expresividad, y al siempre convincente L. Fishbourne, que clava su personaje de director del Planet. 
A pesar de todo, ha faltado profundizar más en el carácter de los malos, presentados simplemente como unos brutos violentos sin más. También, de manera penosa, seguimos sufriendo las incoherencias físicas relacionadas con los poderes del superhéroe: Lois cae de un alto edificio y justo cuando va a estrellarse, a cinco centímetros del suelo, llega Superman a la velocidad del sonido (o más) y la caza al vuelo... Seamos serios, eso podría colar en la primera peli de los años ochente, pero no hoy. Hubiera tenido menos repercusión para ella estamparse contra el suelo que la súbita aceleración y el golpe de ser recogida por el superhombre. De esas hay tres o cuatro.
Igualmente, uno está un poquito jarto de las parrafadas del malote de turno perdiendo el tiempo con frases lapidarias en vez de dar el golpe de gracia a su enemigo.
Es lamentable, o se puede ver como un guiño (aunque lo dudo, la verdad) la copia de la manera de luchar entre los kriptonianos, al más puro estilo iniciado por Goku y la pléyade de superguerreros del planeta Vegeta, o mismamente, sin remontarnos tanto en el tiempo, a las trifulcas entre el señor Anderson y el señor Smith en Matrix.

Asimismo, me ha puesto un poco nervioso el uso que se ha dado a la camara en ciertos momentos, que cuando te quieres dar cuenta ha sido durante más de media película: se quiere dar un aspecto de documental, o dotar de cierto realismo a la escena a base de mover la cámara, como si la manejara una persona con poco pulso, un toque de video casero que no sólo no cuela, sino que cansa y marea. Lo que contrasta con la perfección y metódica elección de los ángulos y movimientos en las escenas de lucha o de vuelo. Claro, por ordenador es difícil imitar ese efecto...

No sé cómo habrá sentado en los EEUU el constante machaque de edificios, en perpetua y perenne acción tipo Al Qaeda: aviones y helicópteros que se estrellan sin parar en numerosos edificios provocando su hundimiento (al más puro estilo 11-S). A mí, que conste, me ha importado un carajo, pero ya sabemos que los americanos son muy suyos, muy sensibleros y tal con esas cosas, aunque no les duelan prendas acometer cualquier otra barbaridad siempre que no sea sobre su propio pueblo...

Pero no caigamos en falacias políticas. Eso nunca.

En resumen, la peli ha estado bien, bastante entretenida, sobre todo me ha gustado que se ha dedicado bastante tiempo a la etapa en Kripton, cosa que antes no se había hecho, quizá viendo que era un filón sin explotar, y siguiendo la estela de Thor, que tan buen resultado ha dado en taquilla, a pesar de ser una pura mierda.

Recien salido de la sala pensé en darle un 8, pero un poco más fríamente creo que no merece pasar del 6'7. Quien sabe, quizá con una Lois Lane más cañonera...