miércoles, 23 de enero de 2013

historias oceánicas

Ruben Lenten es un completo desconocido para el público de a pie. Incluso para muchos practicantes del cometeo. Todo tiene su porqué, no se crean.
Este joven tiene un único objetivo: volar, cuanto más alto y lejos, mejor, únicamente ayudado por una cometa y una twintip en sus pies, lo que ya es bastante. Lleva al extremo a un deporte que practicado en su ámbito más chichinabesco ya es bastante extremo y peligroso.
Pasa las horas devorando el windgurú, estudiando los partes metereológicos, y allá donde vislumbra la posibilidad de ciclogénesis explosivas, cuanta más baja presión mejor, allá que hace las maletas y se pira a su encuentro.
Comenzó en ello a los 12 años, y llegó a convertirse en parte de los escogidos del circuito mundial, pero lo abandonó por no estar conforme con el sistema de puntuación... Fue entonces cuando se convirtió en un más firme soul surfer, y se enfrascó en una búsqueda personal totalmente diferente. El reto era, es, él mismo.
¿Quién dijo frío? ¿Quién dijo huracán? ¿Quién dijo miedo?


Pasemos a otro tema, a otra historia. Kelly Slater sí que es más conocido. Bueno, quizá en mi oficina sólo haya una persona que ha escuchado ese nombre alguna vez, pero en el ámbito marítimo del arte del deslizamiento sobre una tabla aprovechando la fuerza de la ola decir Kelly Slater es como nombrar a Dios. Es el Robby Naish o Bjorn Dunkenberk del windsurf, el Messi del fútbol, el Federer del tenis, el Valentino de las motos. Es el amo y señor de la ola, y sus once títulos mundiales así lo certifican. Se acerca el fin de su reinado, y tiene proyectos vanguardistas a la vista, y, como no podía ser de otro modo, si están relacionados con el sufr, pues mucho mejor.
Llegamos, pues, a donde quería yo. Todos hemos estado alguna vez en una piscina de olas, ¿verdad? Sí, esas horribles bañeras atestadas de grasientas señoras embadurnadas en aceite solar de los parques acuáticos...
Pero hay que darle una vuelta de tuerca al concepto, y con un poco de imaginación y otro mucho de ingeniería, lograr materializar esto, que es algo en lo que una de esas señoras no entraría en la vida:

Primeras imágenes de la piscina diseñada por la empresa de Kelly Slater | KS Wave Co
Ola infinita en un parque temático, diseñado por KS Wave Co.
Australia será el primer país que goce de tal grandiosidad maravillosa entre las maravillas grandiosas, si es que finalmente ve la luz.
Ojalá alguien se decidiera a hacer algo así en las costas andaluzas para potenciar la oferta turística y añadir algo nuevo y no lo típico y rancio y aburrido e incluso soez de lo sota-caballo-rey a lo que estamos acostumbrados.
Les pongo una pequeña retrataúra del calvito de oro:

Kelly Slater. | ASP | Kirstin Kelly Slater. | ASP | Kirstin

Gracias al diseño circular de la piscina, las olas pueden ser configuradas en función del nivel del surfista con una altura máxima de algo más de dos metros y con un movimiento continuo. Vamos, una ola a la carta... brutal!!!

Seguimos con Kelly.
Con cuarenta primaveras a sus espaldas, la edad a la que yo comencé a practicar kitesurf, Slater es el surfero con más títulos mundiales, como dije más arriba. Ahora, en Hawai, trata de obterner la decimosegunda corona en la última prueba del circuito, el Billabong Pipe Masters. Nadie ha conseguido tantas victorias como él, siendo el más joven (con 20 años) y el más viejo (39) en hacerlo. Pero, aunque su depurado surf ha servido de inspiración a un par de generaciones, ahora se nos ofrece otra perspectiva, o mejor dicho, otras perspectivas para poder ver su genialidad. Todo ello gracias a cuarenta cámaras Gopro, tan populares ellas (¿quién no tiene una? pues yo no tengo, ea).


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