domingo, 7 de octubre de 2012

Intensidad

El viernes, como predije en la entrada del jueves, pude hacer un poco de kiteboarding tras casi tres semanas de sequía. Fue uno de esos días raros de viento asurado, más bien Sur-Sureste, lo que significa en Punta Umbría que entra por la izquierda, aunque sigue siendo un viento on-shore, y por tanto todo lo contrario a lo habitual -que es Poniente-. Bueno, da igual, a tirar para la izquierda, al revés, con el pie malo delante... hay que dominar ambos sentidos, es lo que hay. Eso es bonito, siempre me han gustado los deportes simétricos, e incluso jugando a fútbol me esforzaba o me daba igual darle con la zurda que con la diestra. Por ello nunca me han llegado a atraer de verdad otros juegos como el tenis, el golf y tal y cual.
Hizo un buen viento para mi situación de perfeccionamiento, pero había oleaje y mar de fondo, y una intensa corriente que dificultaba mucho volver al sitio de salida. Bah, detalles...
Aprendí, siempre aprendo algo. Se me cayó la cometa una vez por ahí dentro, a cincuenta metros de la orilla. Es la primera vez que me ocurre. Pero la saqué fácil. Guay.
También en una desafortunada maniobra se me salió la tabla de los pies y tuve que hacer lo que se llama un "rescate". También era la primera vez, y aunque sabía la teoría y mi monitor, a quien cariñosamente llamo "el hombre que susurra a las cometas", me lo ha explicado un par de veces, una cosa es eso y otra muy distinta que te ocurra en medio de ninguna parte, sin nadie a tu lado para orientarte o ayudarte, con la tabla a quince metros en contra del viento, y una fuerte corriente de cuatro nudos alejándola de tí. Pero me salió perfecto y a la primera, quizá en gran parte a la sangre fría y tranquilidad que vengo desarrollando de un tiempo a esta parte.
En resumen, un remojón guay, intenso, hice catorce o quince largos y estuve casi dos horas en el agua disfrutando.

Hoy, tras una jornada fantástica ayer con fiesta al borde el río Guadalquivir incluida, he pasado la tarde en familia en la playa. Ha hecho un día genial, y mis retoños y yo hemos cogido olas hasta aburrirnos.

Un fin de semana intenso, bonito, especial en muchos sentidos.

Pero para intenso, intenso de verdad, esta toma en blanco y negro que he econtrado en uno de los blogs que sigo habitualmente:

sometimes-now:

Dallas, intense.
Dallas, intenso.
PD: todo esto lo he escrito del tirón mientras escucho el último trabajo de Muse, un fiera, un fenómeno, llamado "The 2nd Law". Es un conjunto magnífico de temas espectaculares, brutales a veces, calmos en otras ocasiones, pero siempre con intensidad, con tensión. Sin duda, Mathew Bellamy está MUY vivo. Pero que muy.

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