lunes, 21 de noviembre de 2011

Watch talk: Scafo 500

Del griego "skavfh", que podríamos leer como "escafo", que significaba "esquife" o "barca", y que ha servido para formar palabras como "batiscafo" o "escafandra", se inspiraron los creadores de esta pieza mecánica:

El pelucazo en cuestión, claramente inspirado en el Eterna Kontiki de los setenta, ejemplar que podemos apreciar aquí y ahora:


El Scafo es el producto de la unión de cincuenta aficionados a los relojes que entre todos diseñaron y llevaron a cabo la ejecución de esta arma de inmersión. Su caja de acero quirúrjico 316L -un estándar en los relojes de buceo de calidad- es fabricada por el especialista alemán Fricker, y compartida por algún otro relojero minoritario. Las agujas son Kontiki total, muy hermosas y, gracias al cielo, poco imitadas por la competencia.
El bisel gira bastante duro, como es habitual y recomendable, pero con clicks nítidos y firmes. El dial es de diseño exclusivo, en negro mate, que con el cristal de zafiro con tratamiento antirreflejos interior, permite una lectura perfecta en cualquier circunstancia.
Está preparado para aguantar una sumergibilidad de 51 atmósferas -500 metros-, que vaya usted a saber si eso es verdad o no... no seré yo quien lo compruebe, desde luego.
Tocho de mucho cuidado.
Aparte de la caja de acero cepillado de robusta construcción, y el tamaño general del elemento contador de horas que aloja en su interior una maquinaria suiza ETAsa 2824-2, se presentan ciertos detalles de acabado y calidad, como la tapa roscada del fondo decorada con reminiscencias del pasado:

El armis de acero formado por eslabones macizos y rematados por un cierre doble de seguridad:

O la corona roscada de ocho milímetros de diámetro, firmada con la S de Scafo:

No puede faltar una toma en la oscuridad para apreciar la legibilidad nocturna, merced a Superluminova C3 aplicada en índices y agujas, aunque no potente en demasía, sí suficiente:

Mi unidad, adquirida de segunda mano en un foro -único modo prácticamente de obtenerlo hoy día-, es la número 5 de 50, como queda reflejado en el grabado de la tapa del fondo.
Fuera aparte, viene con una dotación muy completa; caja tipo Pelikan -rígida con acolchado interior de gomaspuma-, un destornillador para ajustar el armis, más una correa de cuero y otra de silicona negra con olor a vainilla, ambas con el ardillón firmado.
Es un relor bonito, con pinta de resistente y duradero, maquinaria más que probada, y con una exclusividad fuera de toda duda, cosa que, obviamente, valorará cada uno de un modo muy subjetivo.

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