miércoles, 22 de junio de 2011

Una vez, ...

Una vez, tendría yo doce o trece años, vi algo que me marcó. Tenía unos vecinos alemanes, y en verano solían recibir las visitas más variopintas. Aún hoy siguen recibiéndolas, pero ya no son mis vecinos...
Al caso. Venían en roulotte, luego venían otros en autocaravana, una vez vino uno en un descapotable con matrícula de Suiza -pero si allí ven el sol un par de semanas al año, a lo sumo!-. Pero un día vi aparcada en la puerta una moto.
A mí, que había visto el mundo por el hondón de una aguja, me pareció la moto más grande y maravillosa que había visto nunca. Era alta, imponente, con grandes tacos en sus enormes ruedas. Unas maletas laterales llenas de pegatinas de diversos países le daban un aspecto incluso más imponente. Me llamó la atención los guardapolvos que cubrían la suspensión delantera, pero me gustó mucho más lo que ponía por el depósito: Tenere. En la lengua de los tuareg significa "desierto", por lo visto.

Como ésta, más o menos.
Siempre me gustaron las motos de campo, no sólo estéticamente, sino su manejo fácil, su potencia, su fiabilidad, la aventura. Yo entonces tenía una modestísima Derbi FD 50, a la que partí el chasis por cinco sitios... normal, estaba todo el santo día haciendo el cafre con ella hasta que dijo basta.
Más tarde tuve motos de cross, con las que hacía enduro y mini-rutas a todo lo que daban por pistas. Pero pronto descubrí las excelencias de las Ducati y pasé a la carretera.
Ahora he tenido tiempo de recordar, echar la vista atrás, y comprobar que no quedan muchas opciones de motos verdaderamente trail, con las que poder viajar por carretera largas tiradas y poder adentrarte en el campo con un mínimo de seguridad y diversión.
Sólo la actual Yamaha Tenere, BMW F800GS, y KTM 990Adventure te permiten hacer eso con ciertas garantías. Es una pena que un nicho tan bonito haya ido desapareciendo. Supongo que la demanda es la que manda. En el olvido quedan las Superteneré, las Africa Twin, las primeras Tiger y GS. Incluso Ducati, bajo el nombre de Cagiva, llegó a ganar el París-Dakar con una Trail.
Una pena, ya digo.
Pero queda la evolución de la original, la Teneré 660:


Y también tenemos la sucesora "espiritual" de las primeras BMW GS:


Bueno, les dejo por ahora, que estoy viendo en La2 esa fantástica peli que es "Granujas a todo ritmo".

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comente, quédese a gusto, pero si firma como anónimo nadie lo verá.