Si el Vaticano lo dice, eso es así |
El señor Bergoglio no va a venir ahora a descubrir las américas, eso lo tengo más que claro, pero no viene mal que haga un recordatorio, y como me lo encontré hace unos días navegando por el Caralibro, ha dado pie a que haya yo meditado algo sobre el asunto. Sí, a veces me quedo pensando (cuidado!!!), aunque normalmente no llego a ningún puerto. Tengo graves y grandes limitaciones, nunca destaqué especialmente por mis entendederas.
Ah, los dioses!!!
Ser buena o mala persona basándose en el dios o dioses a los que se venera y teme. Nunca comprendí tal. Menos mal, parece que se desliga el concepto de "conducta aceptable" de la idea de pertenecer a un grupo o seguir a una corriente de pensamiento, llámese a eso religión, llámese filosofía, partido político, color, nacionalidad, o lo que sea. Me quedo más tranquilo porque lo diga el Papa Paco, sí, porque le siguen millones de personas, y aunque la idea del bien y el mal es algo que se nos inculca desde que apenas tenemos uso de razón, y que depende tantísimo del ambiente y la cultura, además del momento histórico, conviene desligarlo de ciertas creencias.
Aunque, ¿es necesario clasificarlo todo? ¿Quién dice lo que está bien o no? A ver, que esto no es nuevo. Filósofos lo han estado mirando desde tiempo inmemorial, y aunque algunos llegan a conclusiones interesantes, al final más o menos nos ponemos de acuerdo en que todo es una convención, un pacto más o menos tácito. Algo parecido a lo de vivir en sociedad y someternos a sus reglas.
Todo sea por el bien común. Sí, ya, pero ¿qué pasa con el individuo? Porque para mí, el individuo es lo máximo. Que le den a la sociedad. Claro, la sociedad no puede existir sin individuos, pero es curioso estudiar y aprender en qué punto el individuo debe dejar casi de contar como tal, tiene que diluirse entre la masa, ir todos juntos... ¿por qué y para qué? Sobre todo es interesante que lo que es bueno para el conjunto de la sociedad, por lo general beneficia muy mucho a un grupúsculo de individuos, mientras que para la mayoría ni fu ni fa.
Eso sí que se cumple a rajatabla, eh.
Me da miedo, pero también me da pena, pensar mucho en esto. Seguiré cuidando de mi individualidad, mi libertad, mi yo.