viernes, 28 de noviembre de 2014

cita:

I would rather be on my motorcycle thinking about God than in church thinking about my motorcycle.

Originally Posted by Dragoon,
del foro www.advrider.com

miércoles, 26 de noviembre de 2014

motores (I)

Me gustan. Todos: los de coche, los de camión, los de barco... pero los que más me gustan y más controlo son los de moto, quizá porque lo de las motos lo llevo en vena, quizá porque van al aire y se ven mejor, quizá porque suenan más, quizá porque he trasteado con más de uno.

La mecánica me gusta, la entiendo, comprendo los principios de la termodinámica, y me maravilla la inventiva del hombre. La variedad en la configuración y número de cilindros proporciona un colorido arcoiris. Hay algunos fabricantes que se caracterizan por usar un determinado tipo de motor. Hay otras marcas que tocan todos los palos.  

- Empezaré por el más sencillo, el monocilíndrico. Como su propio nombre indica, son motores de un solo cilindro, y por su construcción y física dan lugar a notorias vibraciones que se suelen solventar con ejes contrarrotantes. Este motivo, y su alta cilindrada unitaria hacen que no puedan alcanzar demasiadas revoluciones, y su entrega de potencia los hace ideal para terrenos con poca adherencia. No son muy potentes, pero sí controlables y fácilmente dosificables. Su sonido es característico y claramente reconocible: 



En este motor hay una explosión cada dos vueltas de cigüeñal. Son explosiones, por tanto, muy espaciadas. El ejemplo del video es una XT600 de 1996, refrigerada por aire, todo un clásico.


- El siguiente paso, obviamente, son los bicilíndricos. Aquí las combinaciones son variadas, para volverse loco. Y lo curioso es que cada jugada tiene su aquel. Según la configuración, cambia todo. La forma de entregar la potencia, la capacidad de traccionar, el sonido, es diferente de un tipo a otro, y todos tienen su razón de ser, su porqué. 
El principal motivo de pasar del mono al bi es, sin duda, lograr más potencia para una misma cilindrada. Pronto se descubrió que dos cilindros de 400 rinden más que uno de 800, son más regulares, más fiables, y todo hay que decirlo: suenan más bonito. La estética forma parte importante a la hora de elegir moto, y el sonido es parte de la estética. 
- Motor "bóxer", llamado así por enfrentar el movimiento de los pistones. También llamados "flat" en el mundo anglosajón, por motivos obvios. Es típico de BMW, y lo llevan haciendo desde que lo presentaran en el Salón de París de 1923. En el motor bóxer, hay una explosión por cada giro del cigüeñal, lo que hace que tenga lugar un equilibrado natural de la parte más importante que genera vibraciones. Como contrapartida, al llevar el cigüeñal en sentido longitudinal al de la marcha, al acelerar en vacío tiene lugar un efecto curioso de vaivén de toda la moto que no a todo el mundo gusta...




- Otro bicilíndrico típico es el que usó, y usa todavía, Triumph: dos cilindros en línea, dispuestos en sentido transversal. Gracias a su disposición se consigue un motor más estrecho y ligero que el de BMW, y al calar el cigüeñal a 360º, las explosiones se suceden igual que en un bóxer. Por tanto, en verdad, el sonido no difiere mucho: 



 
Esa era una Bonneville, motor refrigerado por aire, no mucha potencia (64 cv para 895 cc). El motor de una BMW F800 es lo mismo pero actualizado al siglo XXI, con refrigeración líquida, inyección electrónica, doble árbol de levas para cuatro válvulas por cilindro (85 cv para 800 cc): 



Se aprecia un motor con menos inercias que sube más rápido de vueltas, y también menos ruido mecánico de engranajes y cadena de distribución. Es un motor más fino, más logrado, pulido, moderno. Pero aún se le puede dar una vuelta de tuerca más, y Husqvarna, en su modelo Nuda, sobre la base del mismo motor de BMW aumentó la cilindrada hasta 895 cc, mayor compresión, distinta distribución y, muy importante de cara al sonido y la entrega de potencia al suelo: calado el cigüeñal a 315º. Esto quiere decir que un cilindro produce la explosión, y antes de que el cigüeñal haga un giro completo, cuando lleva recorrido 315 grados (un giro son 360), hace su explosión el segundo. Posteriormente, sigue girando una vuelta y un octavo de otra hasta que se produzca otra explosión por el primer cilindro. ¿Por qué complicarse? Gracias a esta jugada, acercando las dos explosiones en el tiempo, se transmite la energía más de golpe a la rueda, y luego se la deja descansar más tiempo. Con eso se obtiene más tracción. Claro, hay una contrapartida y son las vibraciones extra porque desaparece el equilibrado natural de un bi calado a 360º: 



  
Madre mía, ¡qué me gusta esta motooooo! Una gran pena que el trust BMW-Husqvarna se rompió, y ahora, en manos de KTM, ya se dejó de fabricar. Una joya, sólo para freaks de lo radical y lo distinto.

- Pasamos a una configuración más especial, la de los motores en uve. Como su propio nombre indica, los dos cilindros se disponen formando una V más o menos cerrada. Se caracterizan porque las muñequillas de las bielas van cogidas en el mismo punto del cigüeñal, y por tanto, el desfase entre la explosión de los cilindros viene determinado por la mayor o menos apertura de la uve. Una uve más cerrada da lugar a explosiones más juntas y un largo periodo sin explosiones. Una uve más abierta consigue espaciar las explosiones. Los motores en uve tienen un sonido siempre bonito, dan mucho carácter a las motos, y son definitivamente la seña de identidad de algunos fabricantes como ahora veremos.
El motor en uve de moto más antiguo es el que hace Harley Davidson, todavía refrigerado por aire y con dos válvulas por cilindro. Una anticualla, que extrae alrededor de 70 ó 75 cv de su bloque de más de 1600 cc hoy día. Harley, salvo en sus modernos motores refrigerados por agua y desarrollados por Porsche, tiene la uve a 45º:



Ese es una Sportster 883 con escapes abiertos. Ojo al típico ralentí superbajo con el único y espectacular "cotoclop cotoclop cotoclop".

Vamos abriendo la uve hasta los sesenta grados, para encontrarnos con Aprilia y su motor de 997 cc fabricado por Rotax, que equiparon las Mille, Tuono y Falco. Un motor fácil de usar, con buena capacidad de tracción, aunque un poco falto de chicha en bajos y medios. Puede parecer que tiene un funcionamiento irregular, pero en marcha es una delicia:



Parece que los fabricantes europeos son dados a experimentar, y los austríacos de KTM sorprendieron al mundo con el lanzamiento de su 950, un motor en uve a 75º, bastante potente, suave, con mucho par, y que lo mismo calza a sus naked Superduke y Supermoto, como a las camperas Adventure y Superenduro, y posteriormente, en sucesivas versiones de más y más cilindrada, a la RC8, una radical deportiva. Es un motor de cárter seco que por sus características es el más ligero de la categoría: 




Brutal la Superduke 1290 R, 192 cv declarados!!!!

En la siguiente entrega hablaré de los motores en uve a 90º.

domingo, 23 de noviembre de 2014

Las mujeres del surf

¡Bravo!


sábado, 22 de noviembre de 2014

SOA (atención, spoiler)

Y por fin sucedió. Pero me pregunto porqué. ¿Por qué hay que esperar once malditos episodios?

Comenzó, tras un apocalíptico final de la sexta temporada en la que, si algo había quedado claro es que la matriarca, la madre, la que trajo al mundo a Jax Teller, era una maldita sicópata, desequilibrada, una loca en el estricto sentido del término. Comenzó la séptima temporada de Sons Of Anarchy de una manera demencialmente lamentable.
El horror era en mí al comprobar que, episodio tras episodio, la cosa no mejoraba sino antes al contrario. De mal en peor.
Asesinatos por doquier, tramas enrevesadas implicando a personajes nunca vistos, predicadores pedófilos, viudas negras con poder para atar las manos del mayor gangster de color de la historia, asesinos a sueldo, hijos con problemas de conducta, amantes que van y vienen, a vueltas con el tráfico de armas que tanto trabajo costó quitarse de encima, drogas, chinos, latinos, negros y arios... un no acabar de despropósitos continuados sin fin aparente.

Yo seguí insistiendo, quizá empujado por lo que disfruté con las anteriores seis temporadas, que es bastante decir. Seis temporadas. Y de repente llegó el capítulo once de la séptima.

LA APOTEOSIS. El acabose. El cenit de la tensión. Todo ha merecido la pena, aunque sólo fuera por ver la entrevista de Juice con Teller en la penitenciaría de Stockton, a solas, sin cámaras grabando, en la que el primero le cuenta, entre lágrimas, toda la verdad a Jackson, quien está al borde de un ataque de nervios, destrozado por la tensión, por alcanzar la claridad de tantas y tantas cosas, de tantos despropósitos. La muerte de los chinos inocentes (ahora lo sabe), la muerte de Jury acusado prematuramente de traición (ahora es consciente), la muerte inútil de Bobby, y lo peor, la traición de una madre, el horror inafrontable de la verdad más oscura. Temblando, llorando, histérico, de golpe y porrazo se da cuenta de todo lo que se le viene encima, de como su mundo, que siempre ha estado desde el episodio uno de la primera temporada en un precario equilibrio, tratando de arreglarlo como buenamente puede, a menudo inteligentemente, ahora se vuelve una gran bola de fuego lanzada a toda velocidad hacia él.

Ni siquiera sé si este es el último episodio de esta temporada, aún no he acabado de ver el capítulo para escribir estas líneas antes de que se me pase la emoción. Porque sí, me he emocionado, he estado a punto de verter una lagrimita con la entrevista de la cárcel. He visto a Jax tan derrotado, tan hundido... no sabemos si podrá llegar más abajo.

Aún así, y reconociendo que sólo por el clímax que ha supuesto este episodio, es difícil asumir, aceptar, que han sido necesarios otros diez capítulos anodinos, aburridos la mayoría, sin aportar nada más que desatinos y desgracias, arreglados con diálogos ridículos y mediocres, metiendo relaciones imposibles (un asesino irlandés con una jefa de la policía local, un asesino desquiciado y fanático enamorado de un travesti, un convicto violado sistemáticamente por el jefe de la mafia aria carcelaria...), situaciones grotescas metidas con calzador en el guión, tejemanejes de policias corruptos y relaciones muy rebuscadas entre diversos clanes al unísono.
Todo ello era innecesario. No tiene sentido. Queda una sensación de que ha sido necesario rellenar un hueco, unas horas en episodios larguísimos de más de una hora sin un objeto claro.

De repente, la luz. Le doy un 10 a este episodio, pero la nota media de toda la temporada es tan baja y lamentable, tan deprimente en su falta de calidad, que le resta el brillo que tuvo en su día la serie y que ahora es ya insostenible.

Una pena. Pero les aseguro que este episodio once ha sido, seguramente, el mejor de toda la serie. El mejor. A mí es el único que me ha emocionado de verdad.

lunes, 17 de noviembre de 2014

canelazo, rutaza, y vuelta a empezar

Pues sí, oh amigos. Un fin de semana para enmarcar.
Hubo de todo, o casi, lo que me congratula. Doy gracias a todos los que han propiciado que así haya sido, desde aquellos que me rodean y me quieren, a los elementos que escapan a nuestro control y que lo han hecho posible.
El viernes tuvimos una tarde casi épica, aunque se nos hizo bastante breve (a lo que hemos llegado, disfrutar de más de dos horas de kite radical nos parece poco, juas) en Isla Canela. Calificada por muchos como "el paradise", el sitio merece mucho la pena, y eso que la lluvia hizo acto de aparición. Nos dio igual, ya estábamos metidos en faena y fue sólo un rato.
Viento más fuerte de lo esperado que hizo que disfrutara de la navegación entre olas con cometa pequeña, nueve metros, y un mar que a ratos nos regalaba masas de agua en movimiento de un metrillo de altura, hicieron que a pesar de tener que surfear de derechas y con la postura cambiada (pie izquierdo delante), disfrutara de un modo enorme, en unión y compañía de mi muy querido Julen, y de mi retoño que cada vez es más diestro e independiente marítimamente hablando.
Muy contento con el rendimiento del material, todo salió a pedir de  boca. Gracias, Océano. Gracias, Viento.

El sábado fue otra historia. Una ineludible cita a la que mi mente se resistía en principio, asustada por lo que había estado lloviendo, lo que presagiaba un campo anegado y lleno de trampas de barro. Pero mi corazón se quiso enfrentar, tenía que hacerlo, un paso más a ser mejor "piloto", avanzar en mis habilidades off the road, y cómo no, disfrutar más de mi experiencia trail.



Aunque desperté con moderado dolor de cabeza, un cafelito y un espidifen obraron el milagro, me enfundé el traje de gladiador de campo, y allá que acudí a la hora acordada en el sitio establecido. Nos juntamos tres motos de similares características en cuanto a motorización, y tuvimos la grata compañía de Enrique a bordo de su Land Cruiser, que nos hizo de guardaespaldas, asesor de caminos, y compañia inestimable siempre solícito para ayudar.




Hasta Almonte llegamos por pistas, caminos, un pelín de carretera inevitable, un enmarronamiento imprevisto, algún punto de barro increíble, otro par de sitios con arenas, y un transcurrir entre pinos de zona pre-parque de Doñana que, acompañados de un día maravilloso con un espléndido sol, nos hicieron disfrutar como nunca. No hubo caídas ni averías graves aparte de un par de fusibles fundidos en una de las motos que se solucionó sobre la marcha.




Una cerveza con papas aliñás en la Venta la Piedra, a medio camino entre Almonte y El Rocío, y volví por carretera, a través de la carretera de Mazagón, a buena velocidad, para llegar a tiempo a un fantástico arroz que había cocinado mi limitador (su especialidad). Es una maravilla comprobar, una vez más, que la misma máquina que me había llevado con éxito por la arena, cuestas, grandes charcos, barro... ahora me impulsaba a velocidad muy aceptable y segura por la cinta gris. Un lujo total.

Terminado el arroz, cogí a mis dos cuervos y rumbo a Isla Canela de nuevo. Parece que la tarde prometía, y aunque no estuvo como el viernes, se pudo aprovechar casi una horita y media de viento más que suficiente para cometa grande.


En resumen, un gran fin de semana, rematado por un tranquilo domingo en que aprovechamos para ir a Sevilla a visitar a los abuelos, que supieron agradecerlo. ¿Qué más se puede pedir?

nuestro mayor miedo

"Nuestro mayor miedo, no es que no encajemos. Nuestro mayor miedo es que tenemos una fuerza desmesurada.Es nuestra luz y no nuestra oscuridad lo que más nos asusta. Empequeñecerse no ayuda al mundo, no hay nada inteligente en encogerse para que otros no se sientan inseguros a tu alrededor. Todos deberíamos brillar como hacen los niños, no es cosa de unos pocos, sino de todos, y al dejar brillar nuestra propia luz, inconcientemente damos permiso a otros para hacer lo mismo. Al liberarnos de nuestro propio miedo, nuestra presencia libera automáticamente a otros... Señor..., quiero darle las gracias..., me ha salvado la vida..."
Timo Cruz, en el film Coach Carter



Hay muchas formas de morir. Hay quien está muerto en vida, paradójica, contradictoriamente. Y pasa a menudo, con quizá demasiada frecuencia. Veo a diario a gente a mi alrededor que está totalmente muerta, zombies que siguen su rutina diaria, semanal, mensual... durante toda su existencia.

¿Por qué llegamos a ese punto? ¿Por qué no reaccionamos?

Yo me considero un gran privilegiado. He escapado de la muerte muchas veces, en el sentido literal y en el figurado. Y aunque en un principio seamos más consciente de cuando escapamos de la muerte física, llegada mi edad y reflexionando, mirando atrás y, por supuesto, con la ilusión puesta en el adelante, en lo venidero, soy muy consciente de que he escapado muchas más veces a la muerte figurada. Pero de eso me doy cuenta ahora.

He tenido mucha suerte, lo sé, lo reconozco, pero tampoco sé a quién dar las gracias porque creo que las cosas son así. A veces te salvas, a veces no, y casi nunca depende de ti, de uno mismo. Tuve la suerte de tener a mi disposición unos grandes cirujanos que me salvaron el físico. Una pena que sean tan inaccesibles que simplemente estrechar sus manos sea tarea prácticamente imposible.
Pero también he tenido, y tengo, seres queridos, familiares, una gran esposa que me ha dado dos hijos fantásticos y que me han revivido cada uno en su momento y circunstancia, cada uno a su manera. 
Y mis amigos, compañeros de fatigas, que me han ido empujando ahora hacia aquí y luego hacia allá. Ellos también me han salvado dejando que brillara, a mi manera, haciendo las cosas que me gustan. Aunque les digo lo mucho que les quiero, jamás serán conscientes de lo que hacen por los demás, por mí. 

Me habéis despertado del coma, me habéis hecho feliz, me habéis hecho ser, tener objetivos, reconocerme en ellos y disfrutar de todo el proceso.

GRACIAS

jueves, 13 de noviembre de 2014

cita:

Primero te ignoran, después se ríen de ti, luego te atacan, entonces ganas.

Gandhi.

lunes, 10 de noviembre de 2014

el miedo es libre

Un acto social. Sofia Loren y Jayne Mansfield coinciden.

Cincuenta y siete años más tarde, se sigue hablando de ello, y por fin la gran dama del cine italiano ha contado su versión de los hechos.


""¿Dónde están mis ojos? Estoy mirando fijamente a sus pezones porque tengo miedo de que fueran a caer en mi plato. En mi rostro se puede apreciar el miedo. Tengo mucho miedo de que todo en aquel vestido fuera a caer -¡booom!- y derramarse sobre la mesa."
Esta ha sido la respuesta de la diva Loren cuando ha sido preguntada una vez más por el affaire.
Las instantáneas de la discordia: 








Lógico, muy lógico

¿Quién no conoce la sensación a vivir en un Estado vigilante, controlador, recortador de derechos? Orwell, en su novela publicada en 1949, ya predijo este tipo de Gobierno a modo de premonición literaria con su fantástica e icónica obra de ciencia ficción titulada "1984".


Algunos incautos siguen creyendo las palabras de los ministros y directores generales de Tráfico cuando explican que todo es por nuestra seguridad, por salvar vidas. Yo siempre digo que hay gente para todo, y que no hay más ciego que el que no quiere ver. 
Es una realidad palpable y comprobable que los radares se ponen en sitios sin peligro, largas rectas con buena visibilidad y si puede ser en bajada, en el 98% de las ocasiones en autopista.
No me vengan con cuentos, no. No cuela ni de coña. Van a la caza y captura del despistado de turno que acariciando suavemente el pedal derecho de su auto sobrepasa el habitualmente ridículo límite de la vía.

Yo abogo por límites variables, dependiendo de las condiciones de ocupación de la vía, y de las climatológicas, y de si es de noche o de día. Tal cosa es posible y se hace en otros países que no enarbolan la bandera de la modernidad a toda costa ni se empeñan en vender la marca Alemania, o la marca Austria, a toda costa, a costa de lo que sea.

Y uno está hasta los mismos huevos de que se gaste el dinero de todos, y por tanto el mío, en sinsentidos que sólo aprovechan a unos pocos que son, fíjese usted, siempre los mismos. Pero el carácter indolente del pueblo español, ese que nos hace aguantar todo tipo de abuso y deshonor, todo tipo de tipo o chantaje, ese que nos permite soportar el goteo diario de corruptelas y delitos varios por parte de los que tienen que manejar nuestro dinero, el fruto de nuestro trabajo, ese, ese carácter, lo permite todo.

Y permite que se gasten millones de euros, con la que está cayendo, en una flota de helicópteros, en buenas y potentes motocicletas, en radares de última generación con tecnología militar que pareciera de ciencia ficción. 
La última perla la leo publicada en El Mundo. ¿Por nuestra seguridad? Y un carajo. El último párrafo lo dice todo:
""Con estas nuevas adquisiciones, la DGT pretende recaudar el próximo año alrededor de 360,91 millones de euros en multas a conductores que quebranten las normas de circulación, lo que supone un 6,1% menos respecto a 2014 y la cifra más baja desde 2008, según el proyecto de Presupuestos Generales del Estado para 2015.""

domingo, 9 de noviembre de 2014

cita:


sábado, 8 de noviembre de 2014

only lonely solitude

Oh, sí. Una vez más, me adentro en los entresijos del trail exploratorio en plena soledad, lo que no es recomendable ni acertado por la propia "peligrosidad" del concepto. Pero, amigos, ¿no había que correr aventuras? ¿no estamos sobre una "adventure bike"?
Llevado a esta situación por una serie de circunstancias que culminaron ayer tarde cuando me enteré de que, contra todo mi pronóstico, no podía asistir a una ruta oficial del CTA, mientras visionaba con los míos la fantástica obra de ciencia ficción Interstellar (de la que quizá les hable en otro momento) decidí que saldría en mi super mini GS a correr mundo.

Y no podía hacer la famosa ruta oficial por no ser socio de pleno derecho del dicho Club, lo cual acepto. Cada club tiene sus normas, y se supone que están para algo. Yo llevo poco tiempo en este tipo de rutas semicampestres, emblando, hard-trail, o llámense como se quiera, y la verdad es que no veo clara la pertenencia ningún club por el momento. Además, como buen marxista, sigo una de las máximas fundamentales del gran e inimitable Groucho:


Estando así las cosas ( o como diría Nerón antes de quemar Roma, rebus sic stantibus), uno va acompañado cuando le dejan o le invitan, y en caso contrario salgo solo, the lone rider.
Sin problema.
El buey solo bien se lame.

Tras llenar tanque y pasar el tramo conocido que me lleva a Cartaya por la vía rápida, en el entorno del enduro de Cartaya prosigo donde lo dejé hace seis meses, con la intención de seguir preparando una rutilla que algún día regalaré a mis compañeros de fatigas... si es que consigo acabarla.

Les pongo ahora algunos momentos parados en la cuarta dimensión y situados aquí y allá, entorno bello y sumamente aventurero. Si tuviera unas alforjas, un saco de dormir y algún bidón amarrado al transportín, me podía pegar un gran pegote en el foro Advrider, el más prestigioso del mundo... pero ¿quién quiere engañar a quién? ¿Ein?







Es un poco rollo tener que parar a lanzar algún pictograma inmortalizante, te corta el ritmo, y más si uno va en plena búsqueda exploratoria. Pero de vez en cuando hay que tomar recuerdos, puede ser bonito verlos el día de mañana.

Sólo decir que cumplí la misión encomendada por mí mismo, porque, deben tenerlo claro: mis deseos son órdenes para mí. No puedo resistirme. Soy así.

A ratos me he visto semi perdido en medio de ninguna parte por un resto de pista o vereda antiquísima por la que hace algún quinquenio que no pasa nadie. Pero con tranquilidad, el uso de alguna aplicación del gayfón, y un poco de sentido de la orientación, he salido airoso de la situación.

Y me maravillo y me quedo a ratos mandíbuloaperto cuando mi pequeña GS me descubre estos mundos del off-road. Y me quito el sombrero, sí, oh vosotros mis estupefactos amigos, ante la pericia de los ingenieros y diseñadores que crearon esta moto, una máquina capaz de hacerme disfrutar en un puerto de montaña hasta rozar rodilla, como de trasladarme sin desfallecer por terrenos poco propicios para la tracción y la estabilidad como esos por los que he transitado hoy.
Bravo!
Chapó!
Olé!

martes, 4 de noviembre de 2014

True adventure

Veinte años más tarde, y quince años después de que toda una legión de motociclistas la demandaran, parece que el momento se acerca.


Honda acaba de presentar en el Salón de Milán un prototipo de la que puede ser una nueva Africa Twin que saldría a la venta en octubre del 2015. Muchos son los que ya se frotan las manos, viendo, por fin, que se va a terminar el monopolio de BMW y su F800GS para un nicho de mercado abandonado por los grandes fabricantes japoneses.
¿Para cuándo una Superteneré análoga? ¿Dónde está la KTM de media cilindrada que muchos queremos? Creo que no me equivoco si afirmo que pronto vamos a vivir una re-revolución del trail.
Me alegro.

Imágenes de la nueva bicha:



oh!

Un cielo tenebrosamente rojo y gris se cernía sobre mi cabeza. Eran ya las 18:30 horas, y tras el pernicioso y horrible cambio al horario de invierno (perpetrado por nuestro Gobierno para alegría de las energéticas), el final del día estaba llegando.
La borrasca anunciada había hecho acto de presencia, pero justo donde estábamos navegando habíamos tenido la suerte de no llover, tan sólo un leve chispeo, o eso noté yo.
Gruesas y oscuras nubes se acercaban y alejaban, giraban en su trayectoria jugando al despiste, y mientras tanto, el viento subía en intensidad.
La marea estaba en su punto más bajo, tan bajo que no recuerdo haber navegado nunca en el spot eléctrico (ya no lo podemos llamar secreto, pues ayer nos juntamos al menos diez, y les pude oir cómo comentaban algunos que iban a venir más a menudo al sitio) con tanta falta de profundidad. De hecho, tuve que pasar a pie por dirversos puntos para no dañar las quillas.
Una luz ténue y roja como nunca antes había visto, alumbraba levemente, como iba diciendo, las últimas olas que surfeé, acompañado por algunos mariscadores que buscaban coquinas. El viento impulsaba y daba potencia a mi cometa de nueve metros, a ratos unos 25 nudos, y al final de la tarde bajando a unos 15 ó 16. Me sorprendí a mí mismo pudiendo avanzar cómodamente con ese viento "flojo", incluso con la fuerte corriente en el canal del Portil.
Las olas no levantaban mucho, la verdad, de poco más de la rodilla hasta la cintura, pero fueron más que suficientes para encontrar un punto de disfrute tan grande, tan fantástico, que dos horas y media pasaron volando en el agua.
Un privilegio pasar tanto rato en el agua sin notar frío en esta época del año. Pensar que estamos en noviembre, y navegar hasta que se te echa la noche encima... es algo impresionante en un día como el de ayer.
Con un viento de componente suroeste, la mayoría de las olas venían bien formadas en los bajos del Portil, sitio idílico para la práctica del pandorgueo con tabla de surf.
Así, mientras todos, sin excepción, hacían un ir y venir de orilla a orilla en el canal, yo me salí a la parte exterior de las islitas que se forman con la bajamar, en busca de oleaje donde extasiarme hasta la casi levitación santateresiana, y vaya si lo conseguí.
Hace año y medio, Luiki, quien me introdujo en este maravilloso deporte-arte, ya me dijo que, después de navegar por medio mundo, había llegado a la conclusión de que en ese sitio, El Portil, había muchos días que nada teníamos que envidiar a Hawaii. Le miré como quien mira a un loco.
Hoy sé bien que el loco era yo.
Lo sé.
Y eso es fantástico. Luiki me ha demostrado ya en varias ocasiones que sabe tela. Gracias, Luiiiiiiii, por todo.
Una pena no tener fotos ni video del acontecimiento. Ni me acordé, ni tuve tiempo, ni tampoco es mi objetivo. Mi fin es disfrutar, y ayer disfruté del viento, del mar, de la compañía. De la vida.

La Meca

Una visita a la Meca del Viento bien merece la pena. Casi siempre.
En esta última ocasión llenamos la S-Max con nueve cometas, seis tablas, neoprenos e impedimenta de cuatro individuos, y los susodichos cuatro individuos.

Uyyy


Un día lleno de aventuras y accidentes causados por probar material usado en no perfectas condiciones. De todo se aprende, siempre. Siempre.
Ni me acaban de gustar las Slingshot Rally, y cada vez menos el material de vuelo de Liquid Force. Curioso, con lo cojonudas que son algunas de sus tablas, supongo que por el legado de años de experiencia en el mundo del wake.
Al final sacamos una buena navegada en condiciones fuertes típicamente tarifeñas: viento de 30 nudos bastante racheado, que se fue asurando y poniendo más humano a partir de mediodía. Acabé bastante destrozado después de nadar durante 45 minutos arrastrando un gurruño de trapo imposible de relanzar por culpa de una barra que no funciona como debiera. Descansé un rato, monté mi nueve metros y me pegué una hora y media más disfrutando, esta vez sí, del Levante famoso.
Mi carita en el viaje de vuelta lo dice todo.

El sol se pone por detrás de un tímido bosque de eucaliptos y molinos productores de energía eléctrica.
Espero poder repetir pronto, junto a mis mejores colegas.

Amén.