Hace ya algún tiempo leí "Pórtico", de Frederik Pohl. Considerada una obra maestra de la ciencia ficción, a mí me entusiasmo, tanto por el estilo literario, elaborado y bien estructurado, como por la historia que allí se contaba.
Ahora acabo de terminar (curiosa construcción sintáctica que mezcla momentos y tiempos aparentemente contradictorios, pero válidos) la historia que constituye la continuación de "Pórtico". Publicada en 1980.
La historia narra cómo tras la misión en Pórtico que le hizo millonario pero que le costó la vida a la mujer que amaba, Robinette Broadhead colabora con una expedición a un artefacto Heechee abandonado en la nube de Oort, una "Factoría de Alimentos" que es capaz de convertir los elementos esenciales que se encuentran en el Universo en comida, y que podría acabar con el hambre en el planeta Tierra, algo que se ha convertido en un terrible problema como ya pudimos ver en "Pórtico".
En esta nueva entrega, Pohl se atreve con una trama más elaborada, introduce más personajes y nos cuenta sus respectivas historias desde un punto de vista de primera persona de cada uno de ellos, sucesos que se entrelazan entre sí, se relacionan, y van a parar a un desenlace común. Estos personajes incluyen sujetos que son inteligencias artificiales, memorias archivadas de personajes que fallecieron hace miles de años, una familia de prospectores que viajan hasta la Factoría y desde allí al "Paraíso Heechee", donde hacen tremendos descubrimientos, y por supuesto el protagonista Robin Broadhead, que comparte posición estelar con el mencionado elenco de personajes, programas informáticos, su actual esposa y amor, y otros secundarios que se afanan por destruirle.
Muchas preguntas que surgieron con la lectura de Pórtico son respondidas en esta nueva entrega de los Anales de los Heechee, con mayor o menor éxito dependiendo de la receptividad del lector, por supuesto. Y deja abierta la puerta para seguir tirando del hilo y continuar con posteriores y truculentas aventuras... como finalmente sucedió, pues hay dos novelas más: "El encuentro", y "Los anales de los Hechee". El tiempo y la disponibilidad dirán si ha lugar su lectura.
Este "Tras el incierto horizonte" me ha gustado mucho, no tanto como su predecesor, pero es altamente recomendable.