James Blish nos obsequia con esta entretenida novela ganadora del Premio Hugo en 1959:
Un geólogo, un físico, un químico y un biólogo jesuita llegan al planeta Litina para dictaminar si se debe dejar aislado de la Tierra o permitir el contacto entre ambos planetas, y ello en base a sus características propias o de sus habitantes, en este caso unos reptiles evolucionados que viven en total armonía entre ellos y perfectamente integrados en su entorno. La sociedad de Litina vive en paz, no hay guerras, apenas hay leyes, no hay religión ni, por tanto, pecado o tabúes, semejándose a una de esas utopías que solemos ver en algunos libros... El científico jesuita se debate ante lo que aparenta ser una obra del Maligno: seres inteligentes que desconocen o ignoran a Dios, no pecadores sin siquiera saberlo. Hay que hacer algo, y dado que su pensamiento es herético, a su vuelta a la Tierra se reúne con el Papa. Mientras, el regalo de despedida que un litino le hiciera, un huevo fecundado, nace y crece en la sociedad de mediados del siglo XXI, convirtiéndose en un agitador social.
El texto está bien escrito y resulta de lectura amena y muy entretenida, con momentos geniales en las relaciones del "litino terrestre" con los miembros de la sociedad terrestre, que me han recordado a algunos pasajes escritos por Heinlein, vivaces, ingeniosos y radicales.
Totalmente recomendable, les hará pasar un buen rato y, ¿quién sabe?... quizá les haga pensar y replantearse alguna de sus creencias.
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