Acaba el verano.
Un verano marcado por intensas actividades náuticas... pero también por un nuevo modo de disfrutar de mi actual moto. Como ya saben, en mayo del año pasado le di el pase a la GSXR y me hice de una "modesta" BMW Sertao, una máquina un poco básica, según como se mire. O eso me decían algunos, como que estaba dando un paso atrás.
A menudo nos cegamos con datos y números, con promesas de prestaciones que nunca o casi usaremos. Es la carrera por el "yo la tengo más gorda". Eso se acabó hace tiempo, hace años, cuando mis compañeros iban con tetras de 1000 o bicilíndricas de 1200 y yo plantaba cara dignamente con mi 600. Sí, vale, le sacaba las higadillas en cada trackday, pero es que los trackdays son para eso lleves la moto que lleves, ¿no?
Pero he disfrutado muchísimo con ese nuevo mundo offroad, paseos más o menos largos, más o menos acompañado, por campos de la provincia. Hice nuevos amigos, compañeros de ruta, algunos muy experimentados, que me daban consejos y sugerencias para hacer mi conducción más segura y disfrutona, al menos en ese mundo de las ruedas de tacos que conozco menos.
Eso fue en el otoño-invierno-primavera. Cuando toca aparcar los tacos por la legislación anti incedios, la mayoría de estos traileros dejan las motos en estivación, esperando la llegada de octubre, y con ese mes, las primeras lluvias que dejen el campito rico rico para disfrutar de una nueva temporada fuera de la carretera.
Pero como soy un escorpión motorísticamente hablando, yo he seguido montando, en mi soledad. Descubriendo nuevas rutas, adecuadas a la potencia de la bicha, huyendo de tráfico, velocidad inadecuada, y peligros innecesarios.
Hay momentos, mientras conduzco, en que pienso que diez o quince cv más harían de ésta una moto genial, si no casi perfecta. Otras veces me digo "más potencia, ¿para qué?", de lo satisfecho que salgo de una secuencia de curvas de tercera velocidad. En ocasiones me planteo ponerle una rueda delantera de menos diámetro, para poder montar mejores neumáticos y bajar la parte delantera de la moto. Pero, en serio, ¿realmente hace falta?
Esta entrada no tiene foto, realmente soy malo tirándome fotos a mí mismo en una curva...
domingo, 31 de agosto de 2014
future is already here
El futuro es hoy. Parece perogrullada o contradicción o paradoja. ¡Qué más da!
Asombrando a propios y extraños, y seguro que los más reacios al asunto serán los más fieles fanáticos de la marca, HD presenta en sociedad su último atrevimiento que, espero, cuaje antes o después, pues creo que en un entorno metropolitano o ciudadano es particularmente no ya beneficioso, sino necesario, elementos que sean silenciosos y poco contaminantes.
No entraré aquí en si contamina más o menos, porque no hay debate. Contamina menos en el sitio donde se use, pero la energía eléctrica no surge de la nada, y como toda energia, surge de la transformación que tiene lugar lejos de los lugares de residencia de los usuarios. Aquello de "ojos que no ven, corazón que no siete", es precisamente muy aplicable al espinoso y ambiguo asunto de los vehículos eléctricos.
En definitiva, me quito el sombrero ante Harley, que siendo uno de los fabricantes más rancios y conservadores del panorama, ha dado un valiente paso adelante con este bicho que ojalá pudiera probar:
Asombrando a propios y extraños, y seguro que los más reacios al asunto serán los más fieles fanáticos de la marca, HD presenta en sociedad su último atrevimiento que, espero, cuaje antes o después, pues creo que en un entorno metropolitano o ciudadano es particularmente no ya beneficioso, sino necesario, elementos que sean silenciosos y poco contaminantes.
No entraré aquí en si contamina más o menos, porque no hay debate. Contamina menos en el sitio donde se use, pero la energía eléctrica no surge de la nada, y como toda energia, surge de la transformación que tiene lugar lejos de los lugares de residencia de los usuarios. Aquello de "ojos que no ven, corazón que no siete", es precisamente muy aplicable al espinoso y ambiguo asunto de los vehículos eléctricos.
En definitiva, me quito el sombrero ante Harley, que siendo uno de los fabricantes más rancios y conservadores del panorama, ha dado un valiente paso adelante con este bicho que ojalá pudiera probar:
viernes, 29 de agosto de 2014
MUAHAHAHAHHAHAHHA
jJOJOJOJOJJJJjojojojojojoojoJOjoJOJojOJojOJ
Recuerden, para bien o para mal, que hay cámaras por todas partes.
sábado, 23 de agosto de 2014
Lone rider
La mayoría de ciclistas y motociclistas son gregarios. Yo, en cambio, pertenezco a ese grupo de solitarios porque, ¿hay algo mejor que la soledad cuando es buscada?
Me agrada montar en moto, y más si es solo. Sin esperas ni presiones. Sin estupideces, sin plan preconcebido, ahora por aquí, luego hacia allá.
A mi ritmo, una vez más este verano, con la cabeza en plena tormenta dudando entre adquirir una moto como ya he comentado en anterior entrada, he salido temprano un sábado con mi polivalente monocilíndrica. Y me he esperado más, le he buscado un poco las cosquillas. El gusano va picando cada vez más y, como en la fábula, un escorpión es un escorpión, y no puedo ir contranatura, contra EL GEN.
En la mejor de las carreterillas de esta mañana me he topado con varios grupos de ciclistas. Ellos lo llaman "grupetas". NI UNO SÓLO IBA CORRECTAMENTE. En un momento dado, tres de ellos bloqueaban totalmente la calzada. Increíble. Sin duda, piensan que el asfalto es su reino, es suyo, y resulta paradójico cuando estamos hablando de los únicos usuarios de la vía pública que no pagan impuesto de circulación ni seguro, ni se necesita permiso. Claro, algunos no deben saber que el desconocimiento de la ley no exime de su cumplimiento, pero la guardia civil, con total dejacion de sus funciones e incluso cometiendo la ilegalidad de no perseguir la falta, el incumplimiento, incluso el delito en su presencia, hace la vista gorda porque habrá recibido órdenes de lo que es políticamente correcto.
Ahora toca promocionar la bici, el ecogilipollismo, y la hijoputez como forma de vida.
En fin, que me desvío del tema. La vueltecita ha sido, no obstante, muy agradable y satisfactoria, y me trato de auotoconvencer de que no necesito ni más potencia, ni más chasis, ni más superficie de goma en contacto con el suelo.
Así ha quedado mi neumático trasero hoy, casi sin chicken strip, que es bastante difícil en una moto de estas:
El desayuno ha sido amenizado por la llegada sucesiva de dos grupetas, con sus pullas constantes, piques, riñas, gritos ineducados... Sólo un señor mayor entre 16 cucarachas de la carretera se ha dignado a dar los buenos días a su llegada. Dice mucho del talante de esos imbéciles.
La máquina entre chismes de plástico:
Suroeste
Está siendo un verano atípico: apenas ha entrado levante, por eso no hace tanto calor, y eso favorece que el efecto de inversión térmica nos regale todos los días un par de horas bien aprovechables para navegar.
El viento térmico en Punta Umbría es muy estable, pero suele ser también suave, con suerte para cometa grande. Esta temporada con mi superpandorga de 16 metros navego casi todos los días, pero siempre es mejor con un poco más de viento, me gusta usar la de 12 metros.
Ayer fue uno de esos días de 12 metros. Sesión breve, pero intensa, muy disfrutona.
Mientras paseantes orilleros y turistas de interior admiraban el espectáculo multicolor tirando fotos y llevándose las manos a la cabeza cuando alguno se elevaba por los aires, el atrevido Dieho Torres se hacía un downwind en solitario desde El Rompido hasta la Canaleta.
Aquí el momento de su llegada:
Pude probar lo último de Cabrinha, y me gustó mucho, cortesía de KanelaKites:
Un Kite con lo último en tecnología de vuelo y seguridad. Tope de gama en este mundillo acuático, que me dejó muy bien sabor de boca.
Mientras tanto, Manu evolucionaba encantado con la nueva Drifter 11 que Julen le prestó, y Julen sacaba el máximo partido a su recién estrenada Contra 15 y mi tabla fish, combinación ideal para disfrutar de las olas con vientos suaves.
Una tarde para recordar, sin duda, rodeado de amigos y familia, que acabó con la cena en El Mosquito junto a Manuel Oliveira y Sonia Infante:
miércoles, 20 de agosto de 2014
domingo, 10 de agosto de 2014
moto!!!!
Y seguimos. Un par de salidas más a primera hora, con el sol bajo molestando en los primeros kilómetros, pero pronto se olvida en cuando cogemos dirección al Norte, hacia la montaña, en busca de lo que gusta: carreteras solitarias, muchas curvas y paisajes variopintos.
Cada minuto que paso sobre la máquina lo disfruto más y más. La idea de una SS va y viene... aunque no acaba de cuajar del todo. Dos motos es igual a espacio en el garaje, mantenimiento doble, seguro, impuestos... y broncas familiares. Uno es uno y sus circunstancias, y no se puede abarcar todo porque se termina por no apretar nada.
Inaugurando un nuevo concepto, nuevo aquí, que en Francia y Alemania, aunque sobre todo en Francia, ya hacía furor en la época de apogeo de las trail.
Sigo investigando, profundizando. Yendo más allá y más mejor.
Ahí queda eso.
Cada minuto que paso sobre la máquina lo disfruto más y más. La idea de una SS va y viene... aunque no acaba de cuajar del todo. Dos motos es igual a espacio en el garaje, mantenimiento doble, seguro, impuestos... y broncas familiares. Uno es uno y sus circunstancias, y no se puede abarcar todo porque se termina por no apretar nada.
Inaugurando un nuevo concepto, nuevo aquí, que en Francia y Alemania, aunque sobre todo en Francia, ya hacía furor en la época de apogeo de las trail.
Sigo investigando, profundizando. Yendo más allá y más mejor.
Ahí queda eso.
lunes, 4 de agosto de 2014
verano!!!
Después de mucho tiempo, tanto que no recuerdo cuándo fuera la última vez, tengo vacaciones en el mes de agosto.
Coincidiendo con las fiestas Colombinas (algo así como la Feria de Huelva, por mucho que les duela a los onubenses que se le llame así), he pasado unos días yendo y viniendo a y desde mi spot habitual, la playa de la Canaleta en Punta Umbría.
Mientras mi limitador se recupera del esfuerzo del camino de peregrinaje a Santiago de Compostela, yo he estado disfrutando del mar y el viento, como casi siempre. Pero también del placer de recorrer solitarias carreteras serranas con mi pequeño vehículo automotriz de prestaciones ligeramente superiores a la media, lo que me ha reportado no poca satisfacción.
Hoy mismo, sin ir más lejos, tras una noche para olvidar por cuestiones que no vienen al caso, decidí dar la bienvenida al nuevo día con un paseo en moto por carretera, el primero en muuuuucho tiempo, desde que decidiera vender la Suzuki y compré la miniGS, máquina de uso dual, o diverso, con la que he pasado geniales momentos campestres durante la época invernal, pero que convenientemente calzada con las gomas asfálticas adecuadas puede convertirse en algo muy divertido por mis secretas, retorcidas y maravillosas carreteras de esparcimiento esporádico.
No ha sido una verdadera sorpresa lo bien que me lo he pasado, pues aunque la potencia de la BMW es escasa, las comarcales no permiten muchas alegrías ni desmanes, y con 48 cv hay de sobra, sobre todo cuando la cosa se va cerrando y hay que acometer curvas en tercera o incluso alguna en segunda velocidad. De nada sirven ahí 100 ó más cv, sólo para meterte en problemas. Una capacidad de frenada aceptable, buen confort y protección aerodinámica, consumo ridículo, fiabilidad. No le puedo pedir más a esta económica pero eficaz motocicleta situada en la gama media-baja de lo que se puede comprar para ir por la carretera hoy día.
Todo ha sido una prueba. Quizá me quiero autoconvencer de que no necesito una Ducati SS. Desde luego, lo que es necesitarla, no la necesito, como tampoco necesito casi nada de lo que actualmente tengo. Quiero decir que a lo mejor no merece la pena comprar una máquina tan deportiva o potente (¿potente, una SS? jajajajja), porque con la genial gesita tengo más que de sobra.
Pero, es que una SS es algo más que una simple moto. Es la sublimación de un concepto, de una idea. Es la esencia de la moto deportiva para la carretera, es la belleza hecha moto, la singularidad en un mar de medianía.
La sorprendente Sertao me ha llevado sano, salvo y feliz a casa después de 150 km de curvas. Con una temperatura perfecta, tráfico nulo, y estado de la vía casi inmejorable, no hace falta calificar más la ruta de hoy.
Sigo considerando lo de la SS, pero por motivos más nostálgicos que otra cosa. Las boloñesas me tiran, ya tuve tres, y de la última me deshice quizá precipitadamente. Demasiado. El periplo posterior, vueltas varias hasta llegar a lo que ahora disfruto, con varias motos muy distintas, dos años dedicados al circuito exclusivamente, y un grave accidente que casi me cuesta la vida, todo ello me hace ver la vida de otro modo bien distinto, y mi amor por las motos, lejos de atenuarse, sigue tan vigente y caliente como aquel lejano día en que con once años de edad puse el culo sobre el sillín de una Hondita de 50 cc.
Coincidiendo con las fiestas Colombinas (algo así como la Feria de Huelva, por mucho que les duela a los onubenses que se le llame así), he pasado unos días yendo y viniendo a y desde mi spot habitual, la playa de la Canaleta en Punta Umbría.
Mientras mi limitador se recupera del esfuerzo del camino de peregrinaje a Santiago de Compostela, yo he estado disfrutando del mar y el viento, como casi siempre. Pero también del placer de recorrer solitarias carreteras serranas con mi pequeño vehículo automotriz de prestaciones ligeramente superiores a la media, lo que me ha reportado no poca satisfacción.
Hoy mismo, sin ir más lejos, tras una noche para olvidar por cuestiones que no vienen al caso, decidí dar la bienvenida al nuevo día con un paseo en moto por carretera, el primero en muuuuucho tiempo, desde que decidiera vender la Suzuki y compré la miniGS, máquina de uso dual, o diverso, con la que he pasado geniales momentos campestres durante la época invernal, pero que convenientemente calzada con las gomas asfálticas adecuadas puede convertirse en algo muy divertido por mis secretas, retorcidas y maravillosas carreteras de esparcimiento esporádico.
No ha sido una verdadera sorpresa lo bien que me lo he pasado, pues aunque la potencia de la BMW es escasa, las comarcales no permiten muchas alegrías ni desmanes, y con 48 cv hay de sobra, sobre todo cuando la cosa se va cerrando y hay que acometer curvas en tercera o incluso alguna en segunda velocidad. De nada sirven ahí 100 ó más cv, sólo para meterte en problemas. Una capacidad de frenada aceptable, buen confort y protección aerodinámica, consumo ridículo, fiabilidad. No le puedo pedir más a esta económica pero eficaz motocicleta situada en la gama media-baja de lo que se puede comprar para ir por la carretera hoy día.
El sol aún bastante bajo, justo cuando empieza lo bueno. |
Ni un alma, sólo unos pocos ciclistas circulando de modo imprudente e ilegal, como es costumbre... |
Todo ha sido una prueba. Quizá me quiero autoconvencer de que no necesito una Ducati SS. Desde luego, lo que es necesitarla, no la necesito, como tampoco necesito casi nada de lo que actualmente tengo. Quiero decir que a lo mejor no merece la pena comprar una máquina tan deportiva o potente (¿potente, una SS? jajajajja), porque con la genial gesita tengo más que de sobra.
Curvas, curvas, curvas |
Pero, es que una SS es algo más que una simple moto. Es la sublimación de un concepto, de una idea. Es la esencia de la moto deportiva para la carretera, es la belleza hecha moto, la singularidad en un mar de medianía.
Entre cortafuegos y antiguas vías mineras que cruzan a nivel |
La sorprendente Sertao me ha llevado sano, salvo y feliz a casa después de 150 km de curvas. Con una temperatura perfecta, tráfico nulo, y estado de la vía casi inmejorable, no hace falta calificar más la ruta de hoy.
Sigo considerando lo de la SS, pero por motivos más nostálgicos que otra cosa. Las boloñesas me tiran, ya tuve tres, y de la última me deshice quizá precipitadamente. Demasiado. El periplo posterior, vueltas varias hasta llegar a lo que ahora disfruto, con varias motos muy distintas, dos años dedicados al circuito exclusivamente, y un grave accidente que casi me cuesta la vida, todo ello me hace ver la vida de otro modo bien distinto, y mi amor por las motos, lejos de atenuarse, sigue tan vigente y caliente como aquel lejano día en que con once años de edad puse el culo sobre el sillín de una Hondita de 50 cc.
Magnífico ejemplar de SS del año 92, una de las motos más bellas jamás creadas, hoy objeto de culto |
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