"Era mi hermano". Son las últimas palabras que un policia de Los Angeles dedica en un funeral a su compañero caído.
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End of watch, traducido aquí como "Sin tregua" |
David Ayer, director del también magnífico thriller policiaco Training day, nos regala esta película que trata de un tema muy muy manido: el descenso a los infiernos de un par de patrulleros que quieren hacer su trabajo lo mejor que saben y pueden, que ya es bastante. Y lo hacen.
El filme, citando literalmente a Juan Luis Caviaro, de "blogdecine.com", presenta el día a día de Brian Taylor (
Jake Gyllenhaal) y Mike Zavala (
Michael Peña), dos jóvenes agentes que vigilan las calles de South Central. Con la excusa de que el primero está realizando un trabajo para una escuela de cine, David Ayer introduce diferentes cámaras en la ficción con las que accedemos a escenas cotidianas de la vida y el trabajo de los protagonistas, dotando al film de una apariencia de falso documental —tan de moda en el género de terror pero inusual en el policiaco— que le sienta especialmente bien durante las vibrantes secuencias de acción y ayuda a maquillar las torpes conversaciones.
Es cierto, los diálogos no son para tirar cohetes, pero es que, ¿qué espera uno de las charlas de unos polis metidos en un coche la mayor parte del tiempo? ¿Una diatriba sobre filosofía existencial, física cuántica, o macroeconomía aplicada? Vamos, no me jodas. Ese tipo de charla es el que le pega a este tipo de personajes en este tipo de película. Y punto.
Mención aparte merece alguna conversación como la relativa a la heoricidad. ¿Te sientes un héroe?, se preguntan mutuamente, y ambos piensan que no. Explicada la escena con esta brevedad, parece no tener mucha guasa o enjundia, pero les recomiendo que la vean...
Termina la review de blogdecine con estas palabras, que no puedo menos que suscribir, entusiasmado por coincidir, aunque parezca extraño:
"Corre el riesgo de ser interpretada como una apología de la policía pero creo que el objetivo es más sencillo y honesto, rendir homenaje a gente que pone en riesgo su vida por los demás y, de paso, ofrecer un subidón de adrenalina al público. El magnífico arranque, hallazgos terroríficos durante misiones de rutina, el crudo uso de la violencia o el espectacular tiroteo final elevan la película muy por encima de la media."
No olvidemos que es una peli americana, hecho por americanos y para los americanos, no vayamos a pensar que los malos de aquí son como aquéllos, o que los polis de aquí son como los protas de la peli, ni mucho menos. Al fin y al cabo, se trata de eso, una peli. Hay que dramatizar, hay que entretener, hay que impactar, y aunque basado en una historia real según dicen, tenemos que pasarlo por el tamiz de la cordura.
Recomendable por la forma de grabarla, por su crudeza a veces, por el estilo que, aunque puede marear a muchos -y me ha recordado al Stone experimental-, a mí me ha entrado a placer.